En las inmediaciones del recinto ferial de Alcalá de Henares el trasiego de camiones y vehículos de grandes dimensiones es constante. Dos días después de lo ocurrido durante la penúltima jornada de fiestas en el municipio, dos policías locales aguardan durante toda la mañana el acceso al lugar donde la noche del sábado al domingo se desató el auténtico caos. Y es que, aunque algunos curiosos se acercan al lugar de los hechos pensando que la presencia policial se debe a lo ocurrido durante el fin de semana, lo cierto es que la labor de las autoridades se basa únicamente en facilitar el proceso de desmontaje de una feria que este año ha estado protagonizada por la polémica.
Todo comenzó durante la madrugada del domingo, alrededor de las 04.00 horas, en el interior del recinto ferial. Después de recibir cuatro avisos simultáneos por parte de las peñas alertando de una macro reyerta, la Policía puso en marcha el plan de evacuación del recinto. A partir de ese momento, la imagen durante la noche se repitió en varias ocasiones: jóvenes huyendo despavoridos, altercados contra los antidisturbios, quema de contenedores y lanzamiento de objetos.
Aunque por el momento se desconoce el origen de la reyerta, Telemadrid ha anunciado este martes a través de fuentes cercanas a la investigación que se baraja como principal hipótesis que fueran los miembros de la banda de los Trinitarios quienes dieran comienzo a los disturbios. Además, desde el medio regional hablan de una agresión y un intento de robo por parte de los miembros de esta banda hacia algunos integrantes de sus eternos rivales, los Dominican Don´t Play.
Una imagen que desde el municipio aseguran no se refleja con lo que realmente caracteriza a Alcalá de Henares. Entre los vecinos se respira hoy un ambiente de indignación ante lo ocurrido, culpando sin ningún pudor a la gente de fuera de la ciudad por lo ocurrido durante la noche del sábado al domingo. Así lo expresa claramente una joven de unos veinte años que pasea por el Parque de la Juventud junto a su pareja. “A la gente lo que le molesta es que sean bandas latinas. Los que desencadenaron todo no eran de Alcalá, eran de fuera y eso a la gente le molesta”. cuenta.
Ella y su novio se encontraban en Torrejón la noche de los altercados. Sin embargo, aunque no fueron testigos en primera persona, son conscientes de lo ocurrido por la información proporcionada por su entorno más cercano. “Era gente de fuera que ha venido a liarla”, asegura.
Misma opinión la de una mujer de unos 60 años que vive a escasos metros del lugar donde se desató el pánico. “Nosotros vivimos ahí y siempre el fin de semana nos vamos fuera porque hay mucho jaleo”, cuenta. El parque donde suele pasear a su perro se convierte cada año la última semana de agosto en un territorio apoderado por grupos de jóvenes que se aglutinan para hacer botellón en las inmediaciones del recinto. “Aquí se lía la de Dios”, asegura.
Sin embargo, considera que las fiestas siempre se desarrollan con normalidad y que nunca ha habido que lamentar altercados de estas dimensiones. “Si que es verdad que las fiestas no son lo que eran, pero suelen ser tranquilas. Es verdad que dicen que el sábado había mucha gente de fuera. Yo creo que se les ha ido un poco de las manos”, confiesa.
La máxima preocupación entre los vecinos es la reputación que pueda tener a partir de ahora su ciudad. Sin embargo, son muchos los que consideran que la sociedad tiene que ver los hechos del fin de semana como un episodio aislado y no como algo habitual. Así lo expresa otro vecino de la zona, de unos 70 años, al que las fiestas le pillaron de vacaciones. “Yo me he enterado esta mañana por la televisión, pero es una cosa puntual. Son unos cuantos idiotas que se proponen crear conflictos y lo consiguen”.
Los hechos desde dentro
Jessica, de 24 años, es una de las jóvenes a las que los altercados le pillaron en el interior del recinto ferial. “Yo estaba con mis amigos en la zona de las peñas y vimos que la gente empezó a correr varias veces. Primero una vez y luego a los dos o tres minutos hubo otra avalancha de gente”, cuenta a este periódico. A partir de ese momento comenzó a levantarse una gran polvareda a causa de la pelea que se había iniciado en ese preciso instante. “Fue ahí cuando entraron los antidisturbios”, asegura. Ella, junto a su grupo de amigos, no tardó en abandonar el recinto, logrando salir justo antes del inicio de la evacuación. “En cuanto vimos que empezaron a volar botellas nos fuimos”, cuenta.
Situación parecida la que vivió Javi (nombre ficticio) junto a su grupo de amigos. Tras pasar varias horas sentados en el Parque de la Juventud, alrededor de las 04.00 horas decidieron entrar al recinto ferial. Sin embargo, dos amigas les alertaron de que varios grupos de jóvenes estaban comenzando a lanzar botellas y que la Policía estaba empezando a intervenir. Aun así, decidieron intentar acceder cuando ya era tarde. Solo pudieron presenciar grupos de jóvenes que salían del recinto ferial desconcertados y sin saber lo que estaba ocurriendo.
“La gente empezó a decir que había habido un tiroteo y que por eso estaban desalojando las peñas. Empezaron a correr por las calles cercanas sin saber realmente lo que estaba ocurriendo”, cuenta. Él y su grupo de amigos decidieron alejarse y pedir un taxi para regresar a su casa. Sin embargo, mientras esperaban el vehículo, tuvieron que abandonar el lugar donde se encontraban al comenzar de nuevo los altercados en la zona. “Empezó la gente a venir corriendo y se empezaron a lanzar botellas de vidrio. Nos tuvimos que ir”, asegura.
Los jóvenes allí presentes coinciden tanto en lo ocurrido como en su visión de los hechos. A pesar de que aseguran que había gran presencia policial en la zona, lo cierto es que consideran insuficientes los controles de acceso al recinto. “Si que es verdad que te miraban las bolsas para ver si pasabas vidrio, pero yo no vi que cachearan a nadie”, cuenta Jessica.
Misma visión la del otro joven entrevistado, que asegura haber visto vídeos grabados en la zona de peñas, donde puede verse cómo un individuo porta un objeto alargado que parece ser un machete. “Lo que no puede ser es que a la entrada solo te miren las bolsas y la gente pueda pasar con cualquier objeto escondido en la ropa. Debería haber más cacheos en el acceso al recinto”, confiesa.
Continúa la investigación
Según ha podido saber EL ESPAÑOL a través de fuentes policiales, la investigación del caso continúa abierta. Aunque desde un primer momento las hipótesis señalaron lo ocurrido como un caso más en la región de violencia entre bandas latinas, lo cierto es que desde las autoridades prefieren ser cautas y esperar a los resultados que arrojen las cámaras de seguridad instaladas en el recinto. “Si se ha cometido algún tipo de delito penal se procederá a la detención de los autores”, cuentan a este periódico.
Por el momento, de lo ocurrido la madrugada del domingo, la Policía ha detenido a un joven de 19 años por desorden público. Del mismo modo, durante la noche, cuatro agentes resultados heridos con politraumatismos y varios vehículos policiales sufrieron daños como consecuencia de los objetos arrojados. A pesar de que muchos de los allí presentes hablan de tiroteos, navajazos y peleas con machetes, la Policía desmiente las informaciones y asegura que no hubo que lamentar heridos ni se presenció ningún tipo de agresión con armas blancas ni armas de fuego en el interior del recinto.
El Ayuntamiento responde
Tras reinar el silencio en el Ayuntamiento de Alcalá durante el domingo, día después de los altercados. El alcalde del municipio, Javier Rodríguez, ha declarado ante los medios con relación a lo ocurrido durante el fin de semana. Junto al vicealcalde y la concejala de Festejos, Rodríguez ha atribuido los actos violentos de la madrugada del domingo a “un grupo de vándalos organizados” que pretendía “reventar” las fiestas de la ciudad.
"Que algunos vándalos organizados quieran reventar ferias no es algo nuevo”, ha añadido el líder del PSOE en el municipio, destacando la labor de la Policía, sobre la que asegura que interpuso la seguridad de los vecinos a su propia seguridad.
De hecho, a pesar de las críticas de la oposición, desde el Consistorio defienden en el dispositivo de seguridad, que aseguran contó con 97 policías locales, lo que equivale a un tercio de la plantilla, y un total de 100 policías nacionales. Además, este año, como principal novedad, se había instalado un sistema de cámaras de seguridad para analizar lo ocurrido en la zona de las peñas. Esas mismas cámaras son ahora las que arrojarán el resultado de la investigación.
Sin embargo, la oposición ya había alertado hace más de un mes sobre lo que podría ocurrir. El grupo municipal del Partido Popular solicitó un refuerzo especial con el fin de garantizar la máxima seguridad y evitar altercados como los que también se vivieron el pasado año, cuando también tuvieron que intervenir los antidisturbios y varios agentes acabaron heridos.
Desde el gobierno regional consideran, a su vez, que el Ayuntamiento de Alcalá debería haber convocado la Junta Local de Seguridad para evitar los altercados. Así lo ha añadido el consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, quien ha comparecido ante los medios asegurando que hay que analizar lo ocurrido y tomar medidas. “Hay que analizar si falló, teniendo en cuenta que se repitieron elementos del año pasado”, ha añadido.