Al Rey Emérito se le da bien jugar a dos bandas. Lleva cuatro días navegando a contracorriente del protocolo, pero a favor de los titulares. Este domingo ha dado a entender una cosa y la contraria, algo aprendido de sus amigos gallegos, con apenas unas horas de diferencia. La última, negándose a dar las explicaciones que le ha pedido el Gobierno sobre su comportamiento. "¿Explicaciones de qué?", ha respondido el padre de Felipe VI mientras abandonaba el Náutico de Sanxenxo.
La pregunta anterior hacía alusión a los posibles delitos fiscales de los que el Rey no pudo ser acusado por su inviolabilidad y a las regularizaciones que admitió haber hecho ante la Agencia Tributaria. Asuntos por los que el Gobierno le ha pedido explicaciones en más de una ocasión. La última vez, el pasado jueves, aprovechando el regreso del Emérito a España.
Desde el Ejecutivo consideran que debe rendir cuentas acerca de las "inquitantes" -así las llaman- informaciones que se han conocido sobre él en los últimos años. Así lo cree la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, que este pasado jueves apuntaba que "todos los ciudadanos merecen una explicación". En la misma línea está Yolanda Díaz, que en los últimos días ha manifestado que Juan Carlos I "debe de rendir cuentas".
En octubre de 2021 fue el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien emplazó al Emérito a explicar las informaciones "perturbadoras" que se han conocido de sus actividades económicas. Y aseguró que que no se le iba a tratar con "favoritismo".
"Sería conveniente que Juan Carlos I dijese efectivamente cuál es su opinión sobre todos estos hechos, son informaciones perturbadoras y que al final socavan la confianza del pueblo español en todas las instituciones", afirmó Sánchez entonces.
El encuentro con Felipe
Además de negarse a dar explicaciones sobre su conducta, el Rey Emérito realizó este domingo en Sanxenxo unas llamativas declaraciones al ser preguntado sobre el encuentro de este lunes con su hijo, Felipe VI. Que ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario. La escena se produjo a primera hora de la mañana, antes de embarcarse en el Bribón para disputar el torneo de vela de la localidad gallega.
—Majestad, ¿tiene ganas de reunirse con su hijo Felipe en Madrid?
—Pregunta, pregunta tú; yo estoy aquí, en Sanxenxo.
Acto seguido, preguntado por qué piensa decirle a su hijo cuando le vea, el viejo rey desplegó una sonrisa y realizó un gesto haciendo el símbolo de la victoria. La reacción da lugar a todo tipo de interpretaciones, sobre todo después de las informaciones que han apuntado a que en Zarzuela están descontentos por la alta exposición pública de Juan Carlos I y sus cambios de agenda. Si en Madrid le querían quieto y callado, el Emérito respondió desatado, sin avisar de sus planes y remodelando el itinerario a su antojo, como al trasladarse a ver el partido de balonmano de su nieto Pablo Urdangarin, en el que sufrió una leve caída.
Estas circunstancias no han impedido al monarca disfrutar de la jornada de regatas en el Club Naútico de Sanxenxo, la única en la que ha podido competir. Finalmente, su Bribón ha ganado el Trofeo Viajes InterRías. Algo que el Emérito y su tripulación, entre la que está su amigo Pedro Campos, han conseguido gracias a la gran ventaja que obtuvieron en las dos mangas que se disputaron el pasado viernes, sin Juan Carlos a la caña del velero.
Tras la cancelación de la jornada del sábado por el temporal de viento, este domingo ha sido el único día en el que ha podido participar activamente en la competición. Un hecho que ha levantado aún más expectación en la zona, a la que se han desplazado decenas de personas a pesar de la lluvia. Incluso se han escuchado gritos de "viva el Rey" mientras recibía el trofeo que le distinguía como líder de la embarcación ganadora en Sanxenxo.
Sólo después de la victoria es cuando Juan Carlos I ha desvelado las "ganas" que tiene de viajar a Madrid para reunirse con su familia. Como ha expresado ante los medios, el Emérito espera "muchos abrazos" de los familiares a los que verá, aunque no ha hecho referencia a ninguno en concreto. En principio, está previsto que se reúna con su hijo, Felipe VI, y con la Reina Sofía. A la espera de conocerse si también verá a otros de sus nietos, el Rey ha insistido en las "muchas ganas" que tiene de esos encuentros.
La preparación para la regata
La idea del Señor, como se le conoce en el ambiente náutico, era recuperar la forma este fin de semana tras dos años sin competir, pero sin excesos. Al final, el tiempo y la salud le impidieron navegar ninguna manga los dos primeros días, pero este domingo no había ni tormenta ni bonanza que pudieran torcer su rumbo. Así se lo comunicó a la tripulación del Bribón, con la que desayunó a primera hora en el Club Náutico de Sanxenxo. Fruta y huevos fritos, su particular ritual antes de coger la caña de mando. Esta vez funcionó.
Este domingo, compitiendo, estaba desmelenado. Por primera vez en años se ha visto a un Juan Carlos contento, feliz de volver a España, a Sanxenxo, a la casa de Campos y al Bribón. Con todo, en el puerto deportivo que lleva su nombre el tiempo no pasa para Borbones ni bribones. "Aquí se siente un chaval", dicen los que le conocen. Sonríe como siempre, campechanea como nunca. Símbolo de victoria. Aquí sigue siendo el Rey.
En su breve intervención de la mañana, el monarca también se refirió al encuentro del sábado con su nieto Pablo Urdangarin, al que fue saludar en Pontevedra durante el partido que disputaban el Cisne y el filial del F.C. Barcelona, en el que milita. "Mi nieto muy bien", ha respondido, para zanjar que "todo estupendo".
Manifestaciones en su contra
Mientras tanto, el regreso del Emérito ha provocado críticas políticas y protestas que han tenido lugar en Galicia y también este domingo en Madrid. En la capital, 300 personas, según la Delegación del Gobierno, se han manifestado en la céntrica plaza de Ópera de Madrid, cerca del Palacio Real, contra la monarquía y la vuelta del Rey emérito a España, a grito de "fuera Borbones".
El acto, convocado por una treintena de organizaciones antimonárquicas y republicanas, entre las que figuran las Juventudes Socialistas de Madrid así como las secciones madrileñas de IU y PCE, ha arrancado a las 12.00 horas y en el se han podido oír cánticos como "que se vayan de una puta vez", "Juan Carlos I de Franco es heredero" o "sin luz y sin gas, el Rey tenía que estar".
La concentración se ha llevado a cabo principalmente por la visita del Rey emérito a España, pero también contra la monarquía española, por lo que se han podido oír también gritos como "Felipe, ¿quién te ha votado?"
En un manifiesto, los convocantes han denunciado que "la familia Borbón demuestra en cada ocasión que se le presenta su desprecio por las instituciones democráticas y la igualdad ante la ley, actuando como si nuestro país fuese su cortijo privado".
Según han recordado, Don Juan Carlos "se encontraba huido de España desde agosto de 2020, cuando tras varias noticias sobre cuentas en paraísos fiscales, y la intención de la Fiscalía española, así como de la Fiscalía suiza, de investigar la procedencia de esas cuentas" tomó la decisión de "irse al extranjero para salvaguardar la institución monárquica" ante la alta presión pública sobre la monarquía.
Ahora, "la Fiscalía ha cerrado la investigación, principalmente por un motivo, que el Rey en España es inviolable", por lo que las demandas presentadas en su contra "han sido rechazadas y nunca se han podido investigar cómo se habría hecho con cualquier ciudadano más", han criticado.
"Siempre nos han repetido la frase de que 'todo el mundo es igual ante la ley' pero en España, mientras la Jefatura del Estado sea inviolable, sabremos que esa frase es una gran mentira, y que la dura realidad es que tenemos a un presunto corrupto que va a volver a pasearse con total impunidad por las calles de nuestro país", han añadido.
En la situación actual, en la que "mucha gente está pasando serias dificultades para llegar a fin de mes" y que "puede ir a peor", "creemos que es injustificable la visita de un presunto corrupto que es intocable a nuestro país", han concluido.