Adileusa Do Rosario, conocida como Dee Dee, era una modelo de 17 años. Su vida tuvo un antes y un después que sucedió, como suele en los cuentos de hadas, una noche. Salió su hermana y fueron a Barnon, una discoteca madrileña. Era abril de 1998.
Su entonces cuñado trabajaba entonces en el Real Madrid. Y allí, a esta bellísima joven nacida en Cabo Verde, le presentaron a Samuel Eto’o, y a otros futbolistas como Roberto Carlos o Seedorf.
Pero esta no es la historia de Dee Dee. Es la de Erika, pero comenzaría después, aunque estuvo marcada por esa noche.
Esa noche de abril de 1998 Dee Dee comenzó con Eto’o "una relación seria, de novios formales". Salidas, entradas. Restaurantes. Discotecas. No había cola, lista vip o cordón de entrada ni necesidad de hacer reserva. Formaban parte de la monarquía de la sociedad madrileña y española.
Pero la historia de cuento se acabó en febrero de 1999. Estaba embarazada."No tomábamos medidas. Él me decía que no pasaba nada, y que si pasaba, que no pasaba nada".
Cuando le comunicó su estado, el futbolista "se enfadó conmigo. Muchísimo", cuenta a EL ESPAÑOL. "Me dijo que el embarazo era lo que yo quería, y me insultó. Como si yo me hubiera quedado embarazada sola". Le pidió que abortara. No lo hizo.
Como si fuera en la España de hace setenta años atrás, el camerunés la abandonó sin querer saber nada. "Yo seguí con mi vida y tuve a la niña", sostiene. El embarazo supuso el fin de la carrera de modelo de Dee Dee. Cuando nació, le puso Erika.
"Cambié las pasarelas por cambiar pañales a ancianos en una residencia", ilustra. Le encontró trabajo de auxiliar de geriatría una tía suya. También limpiaba casas: la cosa es que no había anillos que pudieran caérsele de los dedos. Incluso aceptó trabajos sin cotizar. "Ha sido muy duro, durísimo. Todos estos años han sido muy duros. Lo he pasado canutas".
Erika nació el 15 de noviembre de 1999. A los 15 días de dar a luz, una amiga la convenció para que fuera a la Ciudad Deportiva del Real Madrid. "Me convenció porque me dijo que Samuel tenía que conocerla. Así que fui con ella y me senté en las gradas con la niña durante un entrenamiento.
-¿Te vio?
-Él me vio perfectamente.
Tiene palabras cariñosas para Roberto Carlos, quien era conocedor de la relación que había habido entre ambos y que sabía, tal y como miró a la grada, de quién era la bebé que portaba Dee Dee en brazos. "Ataría cabos, porque no me había visto en 9 meses". Recuerda que el brasileño entró en el vestuario "y le dijo a sus compañeros que de quien fuera el bebé, que saliera y se hiciera cargo".
Samuel salió y le dijo que esperaran en el aparcamiento. "Nos llevó a casa a mi amiga, a mi hija y a mí. Conducía su tío". Durante el trayecto "me pidió perdón, reconoció que se había portado mal y que su comportamiento no era una cuestión de dinero, porque en eso no tenía problemas. Me dijo que no me iba a faltar de nada. Me dio un teléfono y me dijo que iba a llamarme al día siguiente".
Al día siguiente el teléfono no sonó. "Cuando telefonee al número que me había dado, era un número falso".
El dolor, relata, fue inmenso. Pero siguió adelante.
La operación y el hotel
A la niña, cuando tenía tres años, le detectaron una hidronefrosis en un riñón. Había que extirpárselo. "A través de amigos comunes pedí que me hicieran llegar sus datos médicos, porque para la operación -para extirparle el órgano- era necesario conocer los antecedentes del padre".
Recibió respuesta. "Dijo que le daba igual que nos muriéramos la niña o yo". La frase fue un punto de inflexión. A la niña la operaron. A partir de entonces, nada más pidió Dee Dee. Y nada tuvo.
Transcurrieron algunos años en los que se casó, tuvo a otra hija y se divorció.
-Teníamos amigos comunes. Por eso sabía que me había divorciado.
Por eso, un día recibió una llamada de un número oculto. "Era Samuel". Ya no jugaba en el Real Madrid, pero estaba en la capital para una entrevista. "Me dijo que se alojaba en una suite del Hotel Intercontinental. Y que quería quedar conmigo para saber de la niña, conocerla".
A la suite ella llegó, ilusionada, con fotos, historiales médicos. La historia de su hija, la que se había perdido. Lo que no estaba en papel pensaba contárselo.
"Salió de la ducha con una toalla tapándole sus partes. Y me hizo un acoso y derribo. Me tiró la carpeta de fotos mientras me decía: "Tú sabes para qué has venido aquí". Sostiene a EL ESPAÑOL que intentó desnudarla, pero que lo impidió. "Cogí lo que pude, me tapé. Y salí corriendo. Debí denunciarlo". No lo hizo, pero le quedó claro que "un tío así no quería que se acercara a mi hija".
Pocos años después Erika tendría que someterse a una operación de columna de siete horas, por una escoliosis múltiple. Tampoco entonces hubo antecedentes médicos del padre.
Lo cierto es que el camerunés nunca se ha acercado. Dieciséis años después de nacer Erika Do Rosario, Dee Dee consideró que la adolescente tenía que saber quién era su padre de verdad. Se lo contó, y fue la niña la que decidió que si su padre era Samuel Eto'o, quería conocerlo. "Me dijo que era su derecho".
Por eso, y tras un vía crucis jurídico, en el que Dee Dee se han encontrado con algún abogado "que no hizo hecho nada y me engañó", hace cuatro años dio con Fernando Osuna, cuyo despacho, el Bufete Osuna, es experto en demandas de filiación.
"Creíble, lógica y verosímil"
Osuna logró que el juzgado de Primera Instancia número 83 de Madrid admitiera a trámite la demanda de paternidad presentada por Erika contra el camerunés. En 2018, por tanto, se hizo público que Eto’o podría tener un descendiente a añadir a los muchos que ya tenía.
Fernando Osuna, en declaraciones a este periódico, afirma que "la versión de Dee Dee era creíble, lógica y verosímil. Tenía testigos de cómo se conocieron, del noviazgo…". Samuel Eto’o "tuvo relación con la niña. Hay imágenes de ello. Y hay un parecido físico que es innegable…" enumera.
La clave del caso es que el camerunés nunca ha accedido a hacerse la prueba de paternidad. Por ello, en 2018 ya fue condenado cautelarmente a pasarle a Erika una pensión de 1.400 euros mensuales, con carácter retroactivo "que jamás ha pagado".
Tres años después, en los que al futbolista se le ha requerido en tres ocasiones que se haga la prueba de ADN o que alegue, sin que se haya pronunciado, el juzgado, que incluso lo declaró en rebeldía, ha dado orden de que Erika, a partir de ahora se llame Erika Eto'o.
"Lo siguiente que vamos a pedir es embargar bienes, como coches, pisos, apartamentos o empresas” que el futbolista tiene en Italia, Francia, España o en Qatar", sostiene Osuna. "Y si no paga, pediremos que se abra un proceso penal".
El abogado viene de vuelta con las demandas de paternidad a famosos. En su bufete "hacemos lo que podemos. La pena es que hay muchos casos que por falta de dinero no salen adelante. Porque hace falta contratar detectives, que éstos viajen, conseguir muestra de ADN… es una tarea larga y pesada". Y costosa.
El caso de Erika fue claro: Samuel Eto’o se negó a hacerse la prueba. La sentencia que declara que es padre de la hija de Dee Dee no es firme, y puede recurrirla. "Pero entonces nosotros alegaremos que se haga la prueba de ADN". Y vuelta a empezar: volvería a ser condenado. "Está en un callejón sin salida", apostilla.
"Yo nunca le he hecho la vida imposible a Samuel", ultima Dee Dee. Y pese a todas las vicisitudes, destaca que Erika "es trabajadora, disciplinada, obediente". Estudió magisterio mientras trabajaba para ayudarse económicamente en los estudios.
La joven, hoy con 22 años, trabaja como profesora en el Hospital del Niño Jesús de Madrid. "Es buena. Es muy buena", indica la mujer, emocionada. "Por eso quiero decir que lo que no sabe Samuel es que tengo, que me dio, un regalazo de Dios".
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