El yogur, como el queso, es uno de los derivados de la leche más antiguos. No se sabe con exactitud el origen de este lácteo, pero se cree que fue descubierto por casualidad en Sumeria, una región de la antigua Mesopotamia, entre los años 4.000 y 5.000 a.C. En otras palabras, el consumo de este alimento ha acompañado al ser humano durante milenios, lo que le convierte en uno de los productos más aceptados a nivel mundial. Una circunstancia que en España no varía.
Así lo demuestra un dato que revela que cada español consume, de media, unos 115 yogures cada año. De todos los tipos, sabores, marcas… da igual. A los consumidores les encanta este lácteo y es un básico en las neveras de este país. Pero como es imposible hacer una comparativa de todos los tipos de yogures que existen, EL ESPAÑOL, en una nueva entrega de El catador de productos, ha querido analizar a nivel sensorial cinco yogures naturales no edulcorados “para que se pueda percibir mejor las características de cada producto”.
Son las palabras de Carmen Garrobo (Madrid, 1966), directora de la Escuela Española de Cata, la analista sensorial con la que ha contactado este medio para que pueda valorar los yogures naturales de Mercadona, Dia, Carrefour, Lidl y Alcampo. Así, la experta podrá explicar las principales características de estos yogures, cuyos datos en España esgrimen que es de los preferidos para los consumidores. Concretamente, en 2020 —el último año con datos consolidados—, en este país se consumieron casi 110 millones de kilos de yogur natural, informa el portal de datos Statista.
De ahí que este medio haya organizado una cata de los yogures naturales de marca blanca de algunos de los principales supermercados de España. Pese a ello, Carmen Garrobo, quien también ha valorado las leches o los quesos de los supermercados por su experiencia como catadora de productos agroalimentarios, ha solicitado que la cata de los cinco yogures sea “a ciegas” para poder ser lo más objetiva posible. De esta manera, este periódico no le revelará, hasta el final de la prueba, qué yogur natural corresponde a cada cadena comercial. Para ella, serán los yogures número 1, 2, 3, 4 y 5.
“Quiero destacar, además, que esta cata es sensorial, porque no tengo un laboratorio químico en la boca. Es decir, serán mis sentidos los que puedan valorar las características de cada producto”, declara Carmen Garrobo, que añade que el resultado de esta prueba es “una opinión”. Una opinión, eso sí, avalada por los muchos años de experiencia como analista sensorial que tiene Carmen a sus espaldas. Por ejemplo, la experta lleva desde 2010 catando leches.
—Carmen, ¿qué aspectos tendrá en cuenta para valorar los yogures naturales?
—Valoraré los productos en varias fases. En la visual, observaré el color, es decir, en un yogur natural, cuanto más blanquecino, mejor. También observaré la textura en la que buscaré que no sea grumosa y que el yogur esté bien ligado. A continuación, en nariz, buscaré que se perciba olor a acidez en el yogur. Ten en cuenta que un yogur es leche fermentada con las bacterias streptococcus thermophilus y lactobacillus bulgaricus, por lo que se debe percibir la acidez. Una acidez, eso sí, que no huela a avinagrada. Por último, en boca analizaré la untuosidad; la textura, que a mi juicio no debería ser grumosa; que esté bien ligado; y el sabor, que debería percibirse ácido, pero no amargo.
Lidl
Tras explicar estos criterios, este medio bate cada yogur en su tarrina, lo abre y deja caer el contenido en sendos cuencos transparentes. En otras palabras, sin que Carmen Garrobo sepa cuál es cuál, este diario pone delante de sí los cinco yogures naturales que probará. Para ella son sólo números, así puede ser lo más “objetiva” posible. La cata comenzará por el que tiene a su derecha, el número 1, que corresponde al yogur natural de Milbona, la marca blanca de productos lácteos de Lidl. En este caso, el pack de ocho tarrinas ha valido 0,95 euros.
“A nivel visual, este yogur está algo más tostado que los demás. No es un defecto, pero es menos blanco que el número 2 —el de Dia—. Es frecuente que ocurra esto en un yogur industrial que ha sido elaborar a partir de la leche pasteurizada, lo cual le da notas acarameladas”, describe la analista sensorial mientras observa y remueve el yogur número 1 —de Lidl— con una cucharilla de color blanco.
“Veo que tiene una textura grumosa, algo que es menos positivo y, si te fijas, se quedan los grumitos de yogur en el recipiente”, indica con algo de apatía, ya que, a su juicio, un yogur debe ser más cremoso. Entonces, llega el momento de olerlo y en esta fase las valoraciones de Carmen Garrobo han sido mejores: “Huele bien a acidez, pero en su punto justo, es decir, no huele avinagrado y tiene buenas notas lácteas”.
—¿Qué tal el sabor del yogur número 1?
—En boca se percibe que tiene una textura granulada. Y, además, tiene un punto de acuosidad que cuando se junta con la saliva hace que pase muy rápido. Es decir, que sea un yogur demasiado ligero. De acidez está bien.
Acabada la cata, sin saber cuál es cuál, Carmen Garrobo clasifica al yogur número 1 —el de Lidl— en la cuarta posición del ranking que ha elaborado para EL ESPAÑOL.
Dia
El yogur natural no edulcorado número 2 equivale al de Dia Láctea, la gama de lácteos del supermercado con el mismo nombre. La analista sensorial, nuevamente, no sabe ni que es de Dia ni que el pack de ocho unidades ha costado 1 euro. Ella sólo se limitará a describir los productos usando sus sentidos. “Es más blanquito que el primero y más brillante. Me parece muy agradable a la vista”, observa Carmen Garrobo a través de sus gafas.
Mientras bate el yogur natural con una cucharilla de plástico, la experta expone que le “gusta su textura”. ¿Por qué? “Porque es mucho más compacta que la del primer yogur”. Y, al olerlo, las calificaciones positivas siguieron llegando en cascada: “En nariz, tiene un punto de acidez más alto y me resulta más agradable. Le da frescor y, como el primer caso, también tiene buenas notas lácteas”.
—¿Cómo sabe el yogur número 2?
—De textura, es compacto y se le notan los grumos, lo cual es muy positivo. De sabor, es ácido, pero muy, muy equilibrado. Además, tiene buena persistencia en boca. Me gusta.
Como Carmen Garrobo no le sacó ningún atributo negativo al yogur número 2, el de Dia, al final de la prueba diría que ha sido “el mejor de la cata”.
Mercadona
Yogur natural número 3 de 5. El de en medio. El que marca el Ecuador de la cata. Se trata, aunque Carmen Garrobo lo desconozca, del de Hacendado, la marca blanca de Mercadona, cuyo pack de seis unidades tiene un precio de 0,75 euros. En este caso, al observar el yogur en el recipiente de vidrio, Carmen Garrobo lo describe como “blanco y brillante” y, además, hay un aspecto que le encandila.
“Tiene una textura estupenda, mira cómo cae. Da la impresión de que es súper cremoso”, dice Carmen mientras toma un poco de yogur con una cucharilla que eleva dejando caer el lácteo cual cascada. Pero en la fase olfativa la analista sensorial estaría menos eufórica a la hora de valorar el producto: “Tiene toques lácteos que recuerdan al campo, pero no se percibe mucho la acidez, al menos no como en los dos anteriores”.
En boca, esa “baja intensidad aromática” se confirmaba porque “tiene una acidez muy baja”, en palabras de Carmen Garrobo. “Pero la textura está muy, muy bien hecha y está integrado el yogur”, observa la analista como un aspecto positivo.
Al acabar la cata Carmen Garrobo pone al “yogur número 3 en la tercera posición”. Es decir, el yogur de Mercadona obtiene, de esta manera, la medalla de bronce de los yogures naturales de supermercado.
Alcampo
El yogur natural de Auchan, la marca blanca de Alcampo, es el número 4 para Carmen Garrobo. En este caso, el pack de ocho unidades ha valido 0,92 euros. Y antes de empezar a valorar, la experta en lácteos dice una frase que descoloca a este diario: “Este merece un foto…”.
¿Por qué? “Porque es un yogur que está desligado, es decir, el suero —el líquido que contienen los yogures— está separado del yogur a pesar de haberlo batido de las mimas manera que los anteriores”, declara Carmen Garrobo, que indica que esos componentes “deberían estar juntos”. “De color, sin embargo, no está mal. Es correcto”, añade.
“Aun así, y pesar de estar desligado, este yogur huele más que el tercero —de Mercadona—, que tiene una textura buenísima pero olía menos a yogur”, dice mientras escudriña los aromas del lácteo con su experta nariz.
—¿Qué tal el yogur número 4 en boca?
—Es muy, muy ligero, algo que es menos positivo a mi juicio. La textura de este yogur no me dice nada. Es granulado, pero le falta untuosidad. Además, tampoco tiene mucha acidez y se nota que el suero está desligado con la crema.
Aunque, por poco y con “pocas diferencias con el yogur número 1” —de Lidl—, Carmen Garrobo clasifica al yogur número 4 —de Alcampo— en la última posición, dejando claro, eso sí, “que ninguno de los productos analizados presentaba defectos”.
Carrefour
Cierra la cata de yogures naturales de marca blanca no edulcorados el de Carrefour, el número 5 para Carmen Garrobo. En este caso, el paquete de ocho unidades cuesta 0,97 euros. Y, como con los anteriores yogures, el proceder del análisis ha sido el mismo. Primero, Carmen lo valora a nivel visual e indica que tiene un “color blanco; casi como el segundo” —de Dia—.
Además, la experta añade que le gusta la “textura de este yogur”. “Es poco grumosa y, sin duda, es mejor que la del cuarto yogur —de Alcampo— y que la del primero —de Lidl—”, indica la analista sensorial. A nivel olfativo, Carmen Garrobo dice que “en nariz sí huele a yogur. Tiene un aroma perfecto y se perciben perfectamente las notas ácidas derivadas de las bacterias propias del yogur”.
—¿Qué tal le sabe el yogur número 5?
—Tiene una textura perfecta. Totalmente homogénea, es decir, todos sus componentes están muy bien integrados. Además, tiene una entrada suave y ligera y tiene unas notas lácteas y de acidez muy equilibradas.
Al acabar la cata a ciegas, para Carmen Garrobo el yogur número 5, equivalente al de Carrefour, sería el “segundo mejor” de la prueba sólo detrás del de Dia.
Mejores y peores
Tras finalizar la cata, EL ESPAÑOL pide a la analista sensorial Carmen Garrobo, directora y profesora de la Escuela Española de Cata, que haga un ranking y diga cuáles son los mejores yogures naturales probados. Y la conclusión de la experta no deja lugar a dudas: “El mejor ha sido el número 2 (el de Dia); después, el número 5 (Carrefour) y; en tercer lugar, el número 3 (Mercadona)”.
En cuarto lugar, la especialista Carmen clasifica al yogur natural “número 1”, equivalente al de Lidl y, el que menos le ha gustado ha sido “el número 4”. Es decir, el de Alcampo. Eso sí, la experta incide en que “ninguno de los yogures presentaba defectos y todos son perfectamente aptos para el consumo y el gusto de los comensales”.
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