Francisco y John son la misma persona: un neonazi al que le pirran los líos. El primero es un nombre real y el segundo uno falso. Es la conclusión a la que ha llegado la Brigada de Información de la Policía Nacional tras analizar el móvil del 'cabeza rapada' que lanzó cócteles molotov contra la sede de Podemos en Cartagena y apedreó el local de Izquierda Unida en San Andrés de Rabanedo (León). Francisco se hizo pasar por John la noche de Halloween de 2020, cuando unos radicales protagonizaron una batalla campal con las Fuerzas de Seguridad en una protesta en Murcia contra el toque de queda pandémico.
El Samsung Galaxy de Francisco fue clave para vincularle con las pedradas a la sede leonesa de IU y el intento de quemar el local de Podemos en la ciudad portuaria. La Brigada de Información halló en el teléfono un vídeo del ataque a las instalaciones del partido comunista, ocurrido en junio de 2020, donde lucía las mismas zapatillas que se puso en abril en la sede morada de Cartagena. Y ahora, tras escuchar 184 audios de ese móvil, han vuelto a 'cantar bingo': Francisco era John en los disturbios de Halloween acaecidos en pleno centro de la capital del Segura.
El currículo de este 'cabeza rapada' no para de crecer: también le va el negacionismo radical. Una fuente de la investigación confirma a EL ESPAÑOL que Francisco estuvo en los altercados contra las restricciones fijadas por el Gobierno para frenar los contagios de coronavirus. "Se puede apreciar concretamente un audio en el que se escucha sin ningún género de duda a Francisco S. M. decir a un tercero lo siguiente: '¡Hostias! En noviembre salí a quemar media ciudad por el toque de queda (...)'.
Aquella noche del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2020, a través de las redes sociales habían convocado una manifestación en Halloween, sin pedir autorización a la Delegación del Gobierno, para protestar contra el estado de alarma y la prohibición de moverse por las calles entre las 23 horas y las 6 horas. El cielo de la plaza Circular de Murcia se tiñó del humo de colores de las bengalas que portaban radicales 'engalanados' con gorras y pañuelos, con el objetivo de ocultar su identidad mientras sembraban el caos quemando contenedores.
En esta quedada -con tintes negacionistas- sus asistentes iban equipados con rodilleras y coderas para enfrentarse cuerpo a cuerpo con las Fuerzas de Seguridad. De hecho, durante los disturbios se lanzaron objetos, hubo daños al mobiliario urbano, incluso se tiraron cohetes contra los agentes y se atacó un coche de la Policía Local de Murcia. El balance de esta batalla contra el toque de queda del Gobierno central ascendió a más de 7.000 euros.
Material de guerrilla urbana
Durante aquella noche de carreras y cargas policiales se produjeron algunas detenciones. También se intervino material de guerrilla urbana, como cable rígido de alta tensión que simulaba una porra policial, y logística para fabricar cócteles molotov: desde botellas de cristal con gasolina, hasta trapos preparados para actuar de mecha.
A raíz de esos arrestos, un juzgado dio luz verde a escudriñar teléfonos y redes sociales de los implicados. Esta investigación la asumió el Grupo I de la Brigada de Información que también ha resuelto los ataques a locales de IU, en León, y de Podemos, en Cartagena.
Los agentes detuvieron por los incidentes de Halloween a 35 radicales, de entre 19 y 38 años, todos ellos españoles, excepto un ucraniano. También pescaron a otros dos en calidad de investigados. Pero en las diligencias de la protesta negacionista había un cabo suelto: no se logró tomar declaración a un tal John S. M., del que se diponía de su pasaporte, su número de teléfono, y que llegó a ser citado en sede policial.
Uno de los audios del citado Samsung donde Francisco "se refiere a quemar media ciudad en noviembre" ha permitido a la Policía Nacional atar ese cabo suelto: "Se han practicado las gestiones necesarias y del análisis de las bases de la Dirección General de la Policía, resulta que no se ha podido identificar a Don John S. M. Llegando a determinar que la persona referida no existe ni tampoco ese número de pasaporte (...). Por todos los motivos relatados, se deduce que él investigado se ha desprendido de la tarjeta y que la persona con nombre ficticio, con los mimos apellidos que nuestro investigado, resultaría ser Don Francisco S. M.".
Su currículo sigue creciendo
El análisis forense del móvil de Francisco contribuye a que este veinteañero sume una más en su currículo policial, puesto que ya ha sido detenido dos veces por delitos contra los derechos fundamentales y daños, por atacar las instalaciones de IU y Podemos; por un supuesto delito de lesiones en Torre Pacheco, y por portar armas blancas en un partido entre el Orihuela Club de Fútbol y el Real Murcia.
Los archivos contenidos en el terminal, permiten al Grupo I de la Brigada de Información trazar un perfil de este neonazi, residente en Cartagena, aficionado a leer a Hitler, y miembro de Ultras Murcia 1908. Los agentes consideran que Francisco siempre actúa motivado por el -supuesto- odio que siente hacia personas o colectivos que no comparten su ideología de ultraderecha.
Una rayita nazi
Prueba de ello es el vídeo que guarda -"a modo de trofeo"- sobre el apedreamiento de la sede de IU en San Andrés de Rabanedo para mostrarlo y "jactarse" de ello con otros simpatizantes de la misma ideología. Y es que el móvil de este joven, según ha sabido EL ESPAÑOL, se encuentra repleto de imágenes con simbología racista, homófoba y nazi acompañada de drogas. Valgan como ejemplo unos cogollos de maría, junto a una pastillero franquista, y una rayita de coca al lado de una esvástica nazi.
Tampoco faltan retratos de 'postal' de Francisco realizando el saludo del Partido Nacional Fascista o esgrimiendo una navaja, ataviado con una camiseta presidida por la insignia 'Totenkopf': la cabeza de muerto de las temidas SS de Hitler.
Los agentes alertan de la peligrosidad "cuando menos extrema" de Francisco y de la "aparente gratuidad" de los actos violentos que protagoniza, tras analizar su estética, música, vestuario y sus vínculos con grupos ultras del fútbol. "La relación del sospechoso con asociaciones caracterizadas por su odio, animadversión u hostilidad contra colectivos de inmigrantes, musulmanes, judíos, homosexuales...".
Entre las imágenes halladas en el Samsung por la Brigada de Información hay dos que llaman la atención a los policías. La primera, es una foto donde Francisco se las toma con un grupo de personas donde se encuentra un condenado a un año de prisión, por pertenecer a la facción española de la organización neonazi internacional Hammerskin: una multinacional del racismo fundada en Estados Unidos con ramificaciones en nueve países europeos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
La segunda foto es de una mezquita de Los Dolores en Cartagena. "Se desconoce el motivo de tenencia y uso de la misma", según admite una fuente de la investigación. El análisis del terminal de este cabeza rapada podría conducir a nuevas detenciones en los ambientes de ultraderecha de toda la geografía española, a la vista de los grupos de WhatsApp a los que pertenecía Francisco, y que apuntaban a mil líos.