La familia de Marta Calvo alza la voz ante la infructuosa búsqueda del cadáver de la joven de Estivella (Valencia). La Guardia Civil reactivó la búsqueda 22 meses después de su desaparición, tras situar a Jorge Ignacio P. J. -quien niega haberla matado pero dice haberla descuartizado- en un punto que este había omitido en su declaración. Pero dio enseguida por concluidos los trabajos al no hallar nada en los puntos inspeccionados. "Se han generado unas falsas expectativas", lamenta Mariano Navarro, portavoz de la madre. "Nos sorprende mucho que se haya dejado de buscar el cuerpo en solo 4 o 5 días", afirma preguntado al respecto por EL ESPAÑOL.
Navarro, psicólogo que atiende a Marisol Burón, la madre de Marta, desde la trágica desaparición, destaca en primer lugar que la familia "no pone en duda en ningún momento que los agentes de la Guardia Civil -y de la UCO en particular- estén haciendo todo lo posible para encontrarla". "Pero se han generado unas falsas expectativas que nos han llamado mucho la atención. La madre está descolocada por la rapidez con la que se ha actuado en la nueva zona perimetrada sin encontrar nada", precisa.
En efecto, los trabajos se reanudaron el pasado 7 de septiembre con "elevadas esperanzas". Se centraron en un vertedero ilegal, una ermita y un tercer enclave, todos ellos próximos al casco urbano de Manuel (Valencia), donde se le perdió la pista a la joven de 25 años el 7 de noviembre de 2019, cuatro meses antes de que estallara la pandemia. Después de 8 meses buscando el cuerpo de Marta en un vertedero de Dos Aguas , la familia afrontaba expectante el peinado de los nuevos emplazamientos. Pero todo ha concluido en una precoz decepción.
Preguntadas al respecto, fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil en Valencia explican que el periodo de búsqueda ha sido breve en esta ocasión porque se realizó "sobre zonas acotadas muy concretas en los que el resultado ha sido negativo". "En esta ocasión no consistía en buscarla por toda la superficie del vertedero", argumentan. La razón por la que no se buscó más allá de los espacios seleccionados "no se puede revelar por motivos de confidencialidad".
Pese al toque de atención en nombre de su representada, Mariano Navarro traslada que la familia "tiene que aceptar esta situación" y "confiar en la labor de los investigadores". "Es muy posible que haya nuevas líneas de investigación abiertas que no puedan revelar por el momento", añade.
Tres polémicas
La rapidez con la que ha sido descartada esta zona se suma a otras dos polémicas de la investigación. Por un lado, que la investigación no comenzara hasta varios días después de que se presentara la denuncia por la desaparición de Marta Calvo el 9 de noviembre de 2019. Esto se achacó a una posible mala coordinación entre los cuerpos de seguridad del estado que fue desmentida por la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana.
Por otra parte, también causó sorpresa que las últimas zonas investigadas, obtenidas a partir de la geolocalización del teléfono móvil del sospechoso, no hayan sido analizadas hasta cumplidos casi dos años de la desaparición. "Esto se debe a que el estudio de la triangulación es complejo, no siempre es sencillo obtener la ubicación de un dispositivo de forma inmediata", explicaron fuentes de la investigación.
Jorge Ignacio P. J. pasó alrededor de tres horas en dicho lugar de las inmediaciones de Manuel la mañana del 8 de noviembre de 2019, el día siguiente al presunto crimen. Según explicó el hombre de 39 años, esa mañana se dirigió al municipio de L'Olleria para adquirir la sierra con la que dijo haber descuartizado a Marta Calvo tras una supuesta muerte accidental de la joven.
Lo último que sus familiares supieron de ella fue que acudió a Manuel a una cita con un hombre. Dos días más tarde, su madre se personó en la vivienda del acusado, adonde la condujo la última comunicación que tuvo con su hija, un mensaje de WhatsApp con esa localización. El supuesto autor del crimen le dijo que no la conocía.
El sospechoso, que se entregó el 4 de diciembre, declaró que la muerte de Marta se debió a un accidente provocado por un consumo excesivo de cocaína. A ello se suma la aparición de nuevos casos de introducción de esta droga en los genitales de prostitutas (lo que se conoce como "fiesta blanca" en ese entorno). Ello ha llevado a la Policía y la Guardia Civil a investigar otros hechos similares, que podrían sumar un total de seis.
En cualquier caso, el subdelegado del Gobierno, José Roberto González Cachorro, descartó inicialmente que pudiera hablarse de un asesino en serie. Pero varias mujeres denunciaron después ante las fuerzas de seguridad que sufrieron una situación parecida a la que pudo padecer Marta Calvo.
Plataforma ciudadana
Mariano Navarro explica además que la madre de Marta Calvo va a impulsar una plataforma ciudadana. Su objetivo será lograr un endurecimiento de las penas para aquellos criminales que, acogiéndose a su derecho a guardar silencio, oculten el paradero de los cuerpos sin vida de sus víctimas. "Provoca un dolor indescriptible que un miserable diga haberse deshecho del cuerpo de Marta pero se niegue a decir dónde se encuentra. Esto, lejos de ser un derecho, debería estar castigado", afirma.
La iniciativa, según Navarro, cuenta con el respaldo de la familia de Marta del Castillo, "que lleva 12 años sufriendo lo indecible". "No queremos que el caso de Marta Calvo sea la segunda parte del de Marta del Castillo, y por eso vamos a impulsar un cambio legislativo", argumenta. Su ejemplo a seguir es el de Juan Carlos Quer, padre de la joven asesinada Diana e "impulsor de la prisión permanente revisable".