El portal es oscuro, estrecho y más fresco que la calle. Constantemente entran y salen vecinos y mensajeros. Es en este lugar donde el pasado domingo por la tarde ocho encapuchados agredieron a un joven homosexual de 20 años. Los agresores le acorralaron en este portal de Malasaña (Madrid), le cortaron un labio y le marcaron la palabra “maricón” en el glúteo con una navaja. Esta agresión homófoba ha despertado la indignación de miles de madrileños y ha motivado que el Gobierno de Pedro Sánchez movilice a miembros de la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional, encargada de investigar el terrorismo y otros delitos de organizaciones radicales.
Asimismo, Sánchez ha convocado para este viernes una reunión urgente de la Comisión de seguimiento del plan de lucha contra los delitos de odio y va a solicitar también al Congreso y a los grupos parlamentarios que aceleren al máximo la tramitación de la ley para la igualdad de trato y la no discriminación, la conocida como ley Zerolo.
EL ESPAÑOL ha podido localizar este martes a la víctima de esta agresión homófoba. El joven, de nacionalidad española, ha rechazado hacer declaraciones a este periódico de manera educada —y con sorprendente entereza— tras el horror vivido a las puertas de su propia casa. Las cámaras de televisión abarrotaban su calle y las ha esquivado pasando inadvertido, con perfil bajo y tras unas gafas de sol.
Una vecina de Malasaña pasea con una bolsa con la bandera arcoíris.
J.S.
La Policía Nacional continúa la investigación y está recopilando las grabaciones de cámaras de seguridad de los comercios aledaños. A los investigadores de la comisaría del distrito Centro se han unido los citados agentes de lucha antiterrorista, según publica eldiario.es, que también adelantó la noticia del suceso este lunes.
La tienda que está frente al portal del suceso —que no identificamos por salvaguardar la intimidad de la víctima— no pudo grabar nada. “Las cámaras están para grabar el interior del local”, explica un trabajador. “Como era de día, las ventanas aparecían quemadas [blancas]”. Nada que hacer. También un establecimiento hostelero con cámaras de seguridad asegura que no pudo captar nada.
A pocos metros del portal hay otras dos cámaras de vigilancia de gran angular instaladas por el Ayuntamiento. Estas sí que pudieron grabar a los agresores en su huída tras cometer esta agresión a plena luz del día. Ocurrió a las 17 horas, en Malasaña, muy cerca de la plaza del Dos de Mayo. Es decir, fue en uno de los lugares más céntricos, cosmopolitas, abiertos y gayfriendly de la capital.
Cruce de acusaciones
Esta agresión homófoba es un episodio más en la escalada de delitos de odio hacia personas del colectivo LGTBI. Igual que los suicidios y los asesinatos machistas, estos sucesos están disparados tras el fin del estado de alarma por la crisis del coronavirus. La prueba más notable de ello fue el asesinato de Samuel Luiz en La Coruña el pasado 3 de julio.
Pocos días después, una mujer trans de 64 años recibió tres puñetazos en la cara en Vitoria al grito de "maricón de mierda". También ha habido episodios similares este verano en Amorebieta, en Bilbao, en Barcelona, en León… Extremadura lleva ya 24 denuncias por agresiones homófobas en lo que va de año, las mismas que en todo 2020.
Manifestación celebrada en julio en Madrid condenando el asesinato de Samuel Luiz.
J.S.
La agresión a este joven de Malasaña (en realidad el barrio se llama Maravillas) ha llegado a las esferas políticas según se ha conocido la noticia. El alcalde de Madrid y portavoz nacional del Partido Popular, José Luis Martínez-Almeida, consideró "excesivo" indicar que Vox "puede estar detrás" de agresiones al colectivo LGTBI debido a sus "mensajes".
Así lo indicó en una entrevista en la Cadena SER en la que también condenó la agresión cometida por estos ocho “indeseables”. "Madrid debe ser una ciudad libre de violencia homófoba y machista", afirmó el regidor.
Por su parte, Vox también ha condenado el ataque a través de su secretario general, Javier Ortega Smith, pero lo ha relacionado directamente con la inmigración ilegal. “Lo que pedimos es que la información se diga claramente: la violencia tiene una causa directa con la entrada masiva de inmigración ilegal", ha asegurado el dirigente de la ultraderecha en una entrevista en Televisión Española. Cabe decir —claramente, como desea Ortega Smith— que la única persona que defendió a Samuel Luiz mientras le pateaban al grito de “maricón” se llama Ibrahima Shakur. Es un inmigrante senegalés sin papeles.
Por su parte, Pedro Sánchez ha convocado para este viernes una reunión urgente de la Comisión de seguimiento del plan de lucha contra los delitos de odio. En la rueda de prensa del Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha informado de que Sánchez presidirá la reunión con el objetivo de activar nuevos mecanismos para evitar este tipo de agresiones, que merecen "el máximo reproche social y político".
Sánchez va a solicitar también al Congreso y a los grupos parlamentarios que aceleren al máximo la tramitación de la ley para la igualdad de trato y la no discriminación, la conocida como ley Zerolo. También desde el Ejecutivo, dos ministras de Unidas Podemos han criticado al PP por desligar los hechos de "los discursos de odio" que promueve Vox. "Excesivo blanqueamiento, excesiva LGTBIfobia", ha tuiteado la responsable de Igualdad, Irene Montero.
Por su parte, la titular de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha lamentado el intento del PP de "quitarle hierro a los discursos de odio que la ultraderecha lanza a diario". "No podemos callar ante los que no permiten vivir una vida segura a una parte de nuestro país. Frente a su odio, vidas libres", ha añadido la ministra.
Malasaña vuelve a los 80
“La gente está desquiciada”. Solo se habla de una cosa este martes en Malasaña. Nadie da crédito de lo ocurrido. La Policía Nacional lleva dos días tomando declaración a los vecinos del bloque del suceso. Sorprendentemente, nadie oyó nada. Hasta cinco vecinos consultados por este periódico aseguran no haber oído la agresión.
No está del todo claro si la víctima conocía a sus agresores o si esta estaba planeada de antes. Lo que se sabe es que el joven estaba entrando en el portal cuando ocho personas con capuchas y mascarillas empezaron a proferirle insutos como “come mierda”, “maricón”, “asqueroso”... A continuación, entraron con él en el portal y le marcaron con un filo.
Una bandera LGTBI en un balcón de la plaza del Dos de Mayo.
J.S.
Tal y como declaró el agredido ante la policía, los agresores no paraban de repetir la palabra “anticristo”. No se sabe si como invocación o como insulto hacia la persona que estaban marcando. ¿Quién hay detrás de semejante salvajada? ¿Una banda latina? ¿Neonazis? ¿Una secta nunca vista en España? La policía continuaba con sus pesquisas este martes. Tres agentes de paisano han hecho este martes un recorrido similar a este periódico (y numerosas televisiones) intentando hallar testimonios o hechos. Asimismo, el cuerpo armado está indagando en las redes sociales del joven, para comprobar si pudo ser amenazado o acosado en los últimos meses.
Pese a todo, hay quien no se sorprende. La plaza del Dos de Mayo ha vuelto a ser un lugar peligroso, según relatan varios hosteleros. “Tengo una chica por baja de ansiedad porque unos borrachos la amenazaron. Esto está volviendo a los ochenta. Ahí al menos eran chilenos contra moros, que solo se pegaban entre ellos”, asegura la dueña de una pizzería de la citada plaza. “Después del confinamiento esto se ha vuelto un horror. Hay noches que tengo miedo”, asegura la hostelera, que lleva 31 años en el barrio. “Hay nazis, bandas latinas, hay de todo”. Un camarero añade: “A mí el otro día me tiraron tres botellas”.