El buque oceanográfico Ángeles Alvariño ha localizado en el fondo del mar dos botellas de buceo que pertenecen a Tomás Gimeno, el padre de Anna y Olivia, informaron a Efe fuentes cercanas a la investigación.
Se trata de dos bombonas individuales, de menor tamaño, que la Guardia Civil ha confirmado que pertenecen a Tomás Gimeno.
El hallazgo se produjo días atrás, aunque no había trascendido hasta este jueves, a más de 1.000 metros de profundidad en una zona alejada de la bocana del puerto de Santa Cruz, que es donde fue localizado el cadáver de Olivia, la mayor de las niñas.
El Ángeles Alvariño, buque cedido para la investigación por el Instituto Español de Oceanografía, centró su búsqueda en las últimas jornadas en un punto más alejado de la costa, entre Añaza y Radazul.
La elección de las zonas está supeditada a la geolocalización del móvil de Tomás Gimeno en la madrugada del 27 al 28 de abril.
Un paso más
Este barco está equipado con un sonar de barrido lateral y un robot no tripulado con capacidad de operar hasta los 2.000 metros de profundidad.
El pasado 10 de junio localizó y recuperó el cadáver de la mayor de las niñas, Olivia, que estaba dentro de una bolsa de deporte lastrada con un ancla, mientras que la otra bolsa, en la que supuestamente fue introducido el cuerpo de Anna, según la tesis de la jueza instructora, estaba rajada y vacía.