Cada mes, desde que comenzó la pandemia, cientos de miles de conductores que tendrían que haber pasado la inspección técnica de su vehículo (ITV) han dejado de hacerlo. En concreto, según datos de la Asociación Española de Entidades Colaboradores de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV), es absentismo afecta ya al 45% de todos los vehículos que circulan por la carretra.
Tanto es así que no tener la ITV al día fue la segunda por la que la Dirección General de Tráfico (DGT) puso más multas en 2020. El último año, la DGT puso un total de 434.479 multas por esta infracción.
Similar es lo que sucede con el seguro obligatorio de los automóviles. Según datos oficiales, en España hay 2,65 millones de vehículos sin seguro, lo que significa que casi el 8% del parque automovilístico español está compuesto por 'vehículos zombies'. En la última década se han producido más de 300.000 accidentes con vehículos zombies implicados y cada año se imponen casi 130.000 multas por carecer o circular sin seguro, más del doble que todas las denuncias por dar positivo en alcoholemia y drogas juntas.
La nueva prueba de la ITV
Por todo ello, desde AECA-ITV, su presidente, Guillermo Magaz, ha pedido Tráfico que endurezca las sanciones para los vehículos que circulen con la ITV caducada, y la obligatoriedad de comprobar la vigencia de la ITV en la contratación, renovación y subrogación de los seguros. Y es que, según sostiene esta patronal, en nuestro país se conducen más de 10 millones de vehículos sin ITV y 2,65 millones lo hacen sin seguro.
Radares y multas
A pesar de la petición de estos sectores, lo cierto es que la Dirección General de Tráfico lleva años persiguiendo este tipo de infracciones. Es más, tiene una herramienta concreta para localizar y multar a los conductores que no tienen seguro ni ITV.
Se trata de las cámaras que leen las matrículas en carretera y que las comparan, instantáneamente, con un fichero informatizado. Estos objetivos se integran, por ejemplo, dentro de los radares de velocidad, las cámaras de control de cinturon y móvil o los drones. Un sistema que el propio director de la DGT, Pere Navarro, ha elogiado en varias ocaciones por "su eficacia" a pesar de que los ficheros han fallado en alguna ocasión.