Sucedió dentro del Camp Nou, pero poco tiene que ver con goles, regates o estrellas. Un turbio episodio que dio con los huesos del fisioterapeuta del Barça en la calle y ahora le enfrenta a 7 años de cárcel, que es lo que le pide la Fiscalía. Una compañera de trabajo acudió a su consulta para tratarse unas molestias musculares y salió de allí denunciando que el fisio le había tocado los pechos, la vagina y que incluso la había intentado masturbar.
Se llama Jaume Jardí Llorente y es uno de los fisioterapeutas históricos del FC Barcelona. Histórico porque llevaba 30 años en la casa, 7 de ellos ocupándose del estado físico del primer equipo. Messi, Iniesta, Xavi… todas las estrellas del club pasaron por sus manos, las mismas con las que, presuntamente, cometió un abuso sexual el 19 de diciembre de 2016. Tras ese episodio fue despedido. Ahora dirige su propia empresa de fisioterapia.
El juicio contra Jaume Jardí Llorente se tendría que haber celebrado el pasado mes de marzo, pero la pandemia trastocó todos los procesos judiciales y la vista se aplazó para la semana que viene. Además de los 7 años de prisión (y otros 6 de libertad vigilada) que le piden por el presunto abuso, podría ser condenado a pagar 10.000 euros de indemnización a la víctima, que tuvo secuelas psicológicas tras aquel episodio.
Un fisio reputado
“Asegúrate de que la base esté equilibrada y el resto estará bien”. Este consejo encabeza el perfil de Jaume Jardí en la web corporativa de su empresa, MedSportshub. Jardí, de 52 años y residente en Sant Feliu, es uno de los fisioterapeutas más reputados de Cataluña. Su especialidad siempre ha sido la medicina deportiva y es ahí donde cuenta con un dilatado currículum: 30 años en el Barça como fisio y osteópata, habiendo tratado desde el fútbol base hasta la primera plantilla, pasando por todas las disciplinas profesionales que juegan en el Palau Blaugrana (baloncesto, balonmano, hockey, fútbol sala...). Cargos de responsabilidad en el Hospital Sant Joan de Deu, larga experiencia en empresas privadas punteras del sector. Un tipo con renombre.
A que le tratase Jaume Jardí acudió el 19 de diciembre de 2016 una compañera que también trabajaba en el F.C. Barcelona. La mujer sufría dolores musculares en el cuello y requirió los servicios de Jardí para que le tratase una molesta contractura cervical. No era la primera vez que el club derivaba a alguno de sus empleados a la consulta de fisioterapia y osteopatía que Jardí tenía en las mismas instalaciones del Camp Nou, pero lo que sucedió aquel día de diciembre no le había pasado nunca.
Según dice el escrito del fiscal, Jaume Jardí empezó a darle un masaje en la zona cervical, para bajar posteriormente a las lumbares. Se desvió “de forma libidinosa y sin ningún propósito curativo” hacia la cadera. Argumentó que le estaba intentando trabajar la ingle para tratar una posible desviación de cadera. De ahí, “poco a poco”, fue llevando sus manos hasta los genitales de la mujer. Dice el escrito que Jardí realizó tocamientos en la vagina y que incluso le apartó la ropa interior “buscando masturbar a la señora”.
“Le cogió los senos y los pezones”
Jardí regresó al cuello, pero no contento con eso, dirigió luego sus manos hacia la zona del pecho “y manteniendo su ánimo lúbrico, le palpó los senos y le cogió los pezones”, tal y como explica la Fiscalía en las calificaciones. Tras varios minutos de tocamientos en los que la víctima se habría quedado bloqueada, Jardí volvió a la zona cervical y remató su particular masaje descontracturante.
Cuando todo acabó, la mujer estaba visiblemente afectada, según explica la Fiscalía. Ella misma se dirigió a Jardí para preguntarle si era normal que realizase ese tipo de masajes como el que le acababa de practicar. La victima, sin embargo, “no fue capaz de reaccionar de inicio ante el comportamiento del procesado”, cuenta la acusación pública en su escrito. Por eso Jardí tuvo vía libre para cometer el presunto abuso.
La mujer denunció el caso y el contrato de Jardí fue rescindido de inmediato por el F.C. Barcelona. Sin embargo, el club catalán está acusado en la causa como responsable civil subsidiario, por lo que tendría que asumir (o en su defecto su aseguradora Allianz), el pago de los 10.000 euros de la indemnización que le pide el fiscal en nombre de la víctima por daños morales. El club, sin embargo, ya se desmarcó públicamente del caso, explicando que despidieron con efecto inmediato a Jardí del club cuando les fueron comunicados los hechos.
Jaume Jardí, por el momento, sigue trabajando como director de su empresa MedSportsHub. Ofrece tratamientos de todo tipo, especialmente para deportistas. Asesoran a sus clientes acerca de dietas, diseñan métodos de entrenamiento, tratan la reeducación postural y practican acupuntura, entre otro servicios. Será la semana que viene cuando se siente en el banquillo, esta vez el de los acusados y no el del Camp Nou, para enfrentarse a 7 años de cárcel.