La Justicia italiana ha archivado las ocho denuncias que Juana Rivas interpuso contra su exmarido entre 2016 y 2018. La mujer acudió a los juzgados por presuntos malos tratos de Francesco Arcuri contra los hijos de ambos. Rivas ha sido condenada, en España, a cinco años de prisión por secuestrar a sus hijos -a falta de resolución en el Supremo-. Y se encuentra separada de sus vástagos por una orden de un juez de familia italiano.
Ahora, el tribunal de Cagliari ha resuelto el recurso de Juana tras el archivo haces varios meses de la Fiscalía, que no vio indicios de los constantes abusos que, supuestamente, sufrían sus hijos. El juez recoge ahora que los certificados médicos que la mujer aportó no eran auténticos, con pruebas "pocos creíbles" y relatos "inverosímiles". Además, el juez señala que los Servicios Sociales de Carloforte llegaron a calificar a Arcuri como un padre modelo y "atento a las necesidades de sus hijos".
En la causa, el magistrado también afirma que los supuestos malos tratos solo fueron comunicados por los menores a la madre y nunca a otros interlocutores. Así, narra uno de los hechos, en el que fue protagonista el hijo mayor, y que el menor contó de forma inconexa. El 10 de enero de 2018, Rivas denunció que el niño había entregado una carta donde se mostraba "muy preocupado" y donde mostraba "el miedo" que ambos pasaban cuando estaban con su padre. También, durante ese año, la mujer pidió a los juzgados de Cagliari que se hicieran cargo de sus hijos debido al "peligro" que suponía que estuvieran junto a Arcuri.
Ahora, Juana se encuentra a la espera de la resolución del recurso interpuesto ante el Supremo por la condena de cinco años y medio de cárcel, impuesta por un juzgado de Granada y confirmada por la Audiencia Provincial.
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