Es como un mantra repetido por el equipo de la Secretaria de la Reina Letizia una y otra vez cuando alguien pregunta por el cometido real de la Soberana: “tres pilares sustentan nuestra agenda de trabajo: salud, medio ambiente y educación”. En estos ámbitos la esposa de Felipe VI se siente cómoda y tranquila, segura de que estos asuntos son tan importantes, o más, que los que competen a su marido, el Rey. Y en ellos pone todo su empeño y esfuerzo.
Como todo el mundo sabe a Letizia no le gusta figurar, entiéndase, ser lo que se llama una “mujer florero”. Es una de las cosas que ella siempre ha querido evitar desde que puso, por primera vez, un pie en Zarzuela. Su título de reina consorte deja claro que su mayor cometido es acompañar al Rey. Sin embargo, ella se toma sus asuntos con total dedicación y empeño. Eso le hace ser una verdadera especialista en esas tres patas de su trabajo diario, la salud, el medio ambiente y la educación. Y es en esto último dónde encuentra su máxima preocupación.
El pasado martes se hizo público el demoledor Informe PISA 2018 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Los resultados constatan, entre otras cosas, que los alumnos de nuestro país están más de dos cursos por detrás de los chinos. España en su conjunto empeora sus resultados en el mayor examen internacional de competencias educativas que se realiza cada tres años. En Matemáticas, los estudiantes españoles obtienen 481 puntos, cinco menos que en el anterior informe, y 483 puntos en Ciencias, diez menos que en 2015. Tanto en Matemáticas como en Ciencias, el promedio de los países de la OCDE es de 489 puntos.
Pero lo que más preocupa a la Reina, como ha comentado en alguna ocasión cuando ha acudido a algún acto sobre la educación, son las grandes diferencias entre los resultados de los estudiantes del norte de España y los del sur del país.
La preocupación de la Reina
“Supongo que es un tema que preocupa a todos los españoles, pero lo cierto es que la Reina está muy al corriente de los problemas que en España viven los estudiantes. Hace poco, en una visita en Extremadura, unos padres le explicaban lo complicado que es para ellos, por no decir imposible, que uno de sus hijos acudiera a una universidad pública, las pocas ayudas y becas que tienen. Los resultados son malos porque nos estamos preocupando de otras cosas que en realidad importan mucho menos que la educación de nuestros hijos, que es el futuro”, comenta una persona cercana a la Reina. “Ella está muy preocupada por eso”, añade.
En sus muchos discursos sobre el tema de la educación, debido a su continua presencia y apoyo a este ámbito, la Reina ha incidido en lo que para ella sería el remedio para arreglar este problema heredado de continuos cambios en las leyes que lo competen.
Una frase que suele usar en estos temas es la del premio Nobel de la Paz Nelson Mandela: “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Al utilizarla la esposa de Felipe VI sitúa en nivel máximo algo que en muy pocas ocasiones se encuentra en la primera línea de batalla de los distintos gobiernos.
Otro de los puntos que Letizia siempre destaca es la necesidad de la implicación en materia educativa de todas las capas que la componen: "Todos formamos parte de ese proceso llamado educación. Todos debemos estar comprometidos para lograr personas mejores, más conscientes, más responsables, más despiertas", aseguraba en el discurso de inauguración del curso escolar hace dos años.
“Cuando habla de implicación estoy seguro de que se refiere no sólo al sistema educativo, sino también a los padres, a la familia del alumno. La educación empieza en casa y los Reyes lo tienen muy claro y lo han puesto siempre en práctica con sus hijas, a las que tutelan de forma constante”, añade la misma fuente.
Se ha hablado mucho de la educación que están recibiendo tanto la Princesa de Asturias como la Infanta Sofía pero en lo que todo el mundo está de acuerdo es que es la propia Reina la que se encarga de estar encima de las dos adolescentes para que aprovechen y se empapen de las enseñanzas que están recibiendo.
Defensora de lo público
Letizia tiene reuniones semanales con los tutores de sus hijas. Leonor está cursando tercero de la ESO y Sofía el primer curso del mismo ciclo en el Colegio Santa María de los Rosales, en el madrileño barrio de Aravaca. Porque como ya comentó en su discurso de la apertura del Curso Escolar de 2015-2016: “Y en este camino de aprendizaje, no debemos olvidar la figura del mentor, de tantos profesores y maestros que un día nos ayudaron a abrir los ojos, a mirar de otra manera, a enriquecer esas ideas propias: el acceso al conocimiento consciente, no me refiero a la mera acumulación de información y de datos, sino al conocimiento que nos hace mejores y nos sitúa, con templanza, con equilibrio, en el lugar donde estamos, el que sea, con verdadera inteligencia y sentido de la responsabilidad".
La Reina estudió en un colegio público durante toda su etapa de estudiante, primero en el centro “La Gesta” de Oviedo, después en el Instituto Ramiro de Maeztu de Madrid para hacer Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de la capital española. Así que la Reina, que siempre ha presumido de este tipo de educación, es una firme defensora de lo público, por lo que le costó mucho decidirse por el Santa María de los Rosales, que es privado, para la formación de sus dos hijas. Sin embargo, cuando se tomó la decisión en Zarzuela, se alegó que además de pensar que era un buen sitio para ellas, se había tratado también de un asunto de seguridad, debido a que en un recinto privado era más fácil asegurar a las pequeñas.
Para la esposa de Felipe VI la formación de nuestros niños debería guiarse por unos pocos principios claros, como resaltó en sus palabras en un acto sobre Escuelas y Seguridad que presidió en el pasado mes de mayo: “Tener ideas propias, solventes y razonables, no es mal destino para todo alumno. Hay ciertas premisas irrefutables que nunca cambian y que son la esencia de la evolución de todo ser humano: el esfuerzo individual, la constancia, la capacidad de trabajo, la consciencia de saber dónde estamos y qué debemos hacer, la responsabilidad y el tomar las riendas de la vida, tener voluntad de aprender y hacerlo sin olvidar los valores, que deberían ir siempre más allá de lo material...”.
“Conociendo a Letizia probablemente sepa ya más de educación que muchos de los Ministros que han pasado por esa cartera. Ya les gustaría a muchos presidentes la capacidad de implicación que tiene la Reina con estos temas. Ella tiene una visión de futuro de la que carecen muchos políticos, que sólo ven el momento de su mandato y poco les importa lo que quede tras ellos. ¿Qué si ella sería una buena ministra de Educación? Pues probablemente la mejor, ya que pocas personas están tan preparadas como ella. Además, sólo tienes que ver cómo están educadas sus hijas, que no sólo aprenden sino que Letizia ha conseguido que disfruten aprendiendo y como bien dice ella misma, esa es la clave. Nosotras le preguntamos muchas veces cómo lo hace para aplicarlo en nuestras casas”, comenta, entre bromas, una amiga de los Reyes, quien añade que la reina consorte, con el Rey, está muy preocupada por los peores resultados de PISA.