Tras la detención de 'La Manada' después de violar a una joven durante los Sanfermines de 2016, la Policía decidió analizar cada milímetro de su vida. Para ello, requisaron sus teléfonos móviles. Allí, la cantidad de material que encontraron fue devastador y clave para poner el foco -aun más- sobre ellos. Entre los vídeos de la violación de Pamplona también encontraron unas imágenes que hicieron saltar todas las alarmas. Unos meses antes, una joven se había montado con ellos en un coche -en la localidad de Pozoblanco (Córdoba)- y los miembros de 'La Manada' habían aprovechado para manosearla y besarla, mientras ella se encontraba inconsciente. Lo habían grabado y difundido por dos grupos de WhatsApp.
Cuando la Policía Foral de Navarra observó los vídeos, comenzó la investigación para dar con la identidad de esta chica. Gracias a una gran labor, a través de las redes sociales, y a un arduo trabajo de investigación, uno de los agentes pudo encontrar a la joven. La había reconocido gracias a un lunar que tenía en el pecho. "Lo sabía, lo sabía y nadie me creía", fue lo que le confesó al policía después de que este le contactara a través del teléfono. Él le preguntó qué había hecho durante el 1 de mayo y, en ese momento, fue cuando la chica se derrumbó. Así lo ha explicado el agente durante la tercera sesión del juicio que se sigue en Córdoba contra cuatro de los cincos miembros de 'La Manada', que se enfrentan a un delito de abusos sexuales y otro contra la intimidad.
El lunar, clave
Durante la instrucción de la agresión sexual múltiple de 'La Manada' a una joven los Sanfermines de 2016, la Policía Foral de Navarra halló en los teléfonos móviles de los agresores varias grabaciones anteriores. Entre ellas, se encontraba la de la joven de Pozoblanco. Los dos vídeos fueron tomados el 1 de mayo de 2016, dos meses antes de la violación por la que están cumpliendo 15 años de condena. Cuando la Policía accedió a ellos, y debido al formato en el que se habían realizado, no se pudo determinar ni la fecha ni el lugar donde se había producido.
El agente navarro que compareció ayer durante la tercera jornada del juicio, tuvo que averiguar la fecha y el lugar, así como la identidad de la víctima. Gracias al análisis de los metadatos, el policía pudo dar con la localización en la que se había grabado los vídeos. Más complicado fue dar con la identidad de la víctima. A través de Facebook, localizó una de las fiestas que se había desarrollado en Pozoblanco, y rastreando los likes pudo dar con el perfil de una chica "con acceso bloqueado" y cuya foto "era similar a la de la chica del vídeo". Luego, contactó con ella. Tenía el mismo lunar en el pecho.
Cuando el agente se puso en contacto con la policía municipal de Pozoblanco, uno de ellos le comentó que conocía a la chica de la foto. Por lo que el agente le dio su número y le dijo que le pidiera a la joven que le llamara. "Recuerdo perfectamente cuándo lo hizo", ha apuntado el agente durante la sesión. El policía le comentó a la joven que había encontrado un vídeo en el que ella podía estar involucrada. "No le hablé de su contenido, solo le envié el recorte de un frame para que identificara si ese día llevaba la ropa que aparecía en la imagen", ha apuntado.
La joven, condicionada de por vida
Tras comentarle a la chica que podía presentar la denuncia donde ella quisiera, afirmó que estaba viviendo en Madrid y que no quería interponerla en Pozoblanco, al ser una localidad pequeña. La mujer se reunió con el agente que la había contactado y otro Policía en un hotel de Córdoba. Le pidieron que llevara todo lo que se había puesto ese día. En ningún momento, el agente le mostró el vídeo, solamente las fotos de los miembros de 'La Manada' para que pudiera identificarlos.
En la tercera sesión de las cuatro del juicio por la agresión sexual de Pozoblanco la tensión ha sido papable. Los agresores, sentados en el baquillo, han tenido que ser reprendidos por el juez al cuchillear y reírse durante el curso del juicio. Además, su letrado, Agustín Martínez, ha defendido que los agentes forales descubrieron el vídeo de Pozoblanco de forma ilegal. Ellos han asegurado que encontraron las imágenes gracias a una orden judicial al ver otros archivos que podían ser "constitutivos de delito". Tras esto, dieron con la chica gracias a un lunar que tenía en su pecho. Según la psicóloga presente en la sala -y que examinó a la joven-, los hechos sucedidos en Pozoblanco el 1 de mayo de 2016 han condicionado toda su vida.