Buscar siempre autofinanciación, centrarse en un mismo sector, no especular y no salir de la familia.
Ese fue el consejo que José María Rivera Corral, fundador de Estrella Galicia, le dio a su único hijo, Ramón Rivera Illade, cuando dejó en sus manos el negocio cervecero en 1936. Más de 100 años después, la familia coruñesa Rivera sigue al frente del imperio, cumpliendo con las palabras de José María, y habiendo convertido el negocio en un auténtico éxito dentro y fuera de nuestras fronteras —facturó 500 millones en 2018—. Esta saga familiar siempre se ha mantenido unida frente a las tormentas que se han sucecido, no solo en lo empresarial sino también en lo personal. Pues la tragedia también ha salpicado a los Rivera en los últimos años.
La primera fue la muerte repentina de Diana de Juan Rivera (34), tataranieta de Rivera Corral, el 11 de octubre de 2008. La segunda ocurrió tan solo hace unos días; el hermano pequeño de Diana, Chema (33), fallecía tras tener un brutal accidente con su coche en León. Lo que ha supuesto un gran dolor no solo para la madre de ambos, Colette Rivera, heredera del imperio cervecero, sino para toda la familia.
José María de Juan Rivera, perteneciente a la quinta generación de esta familia cervecera, era más conocido como Chema. Si bien, no trabajaba actualmente en Estrella Galicia, como sí hacen su tío, Santiago Ojea Rivera, presidente de la empresa, o algunos de sus primos. José María regentaba un concesionario en A Coruña, llamado Operint, y era un gran aficionado a la hípica y la velocidad. En la madrugada del pasado lunes, 22 de octubre, su coche de salió de la calzada, en la A-6 sentido Galicia. Cuando los servicios de emergencias llegaron al lugar, no pudieron hacer nada por salvar su vida.
Chema había salido disparado de la carretera y había impactado contra el asfalto. El centro hípico de Casas Novas, en el que el fallecido solía entrenar, quiso dar el más sentido pésame a la familia de Juan Rivera por la segunda pérdida de uno de sus miembros. El fallecido había competido en diversos concursos de salto tanto a nivel nacional como internacional e intentó clasificarse para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. "Descansa en paz, Chemita", le dedicaban desde su escuela de salto. José María tenía 33 años, tan solo uno menos que su hermana Diana cuando falleció inesperadamente.
La saga familiar
La tragedia ha vuelto a golpear a esta familia años después de que Diana de Juan Rivera también falleciese de manera repentina. Ocurrió hace 11 años, un 11 de octubre. Diana se encontraba con unos amigos tomando algo en un bar de la Playa de Sada (A Coruña). Y, de repente, se desplomó. La muerte se produjo solo horas después, por la tarde. Hasta allí se desplazaron los servicios sanitarios, que intentaron reanimarla sin éxito. La autopsia reveló poco después que la joven de 34 años había fallecido a causa de un infarto.
Tras la tragedia, queda la historia de éxito de una familia tan extensa como los vástagos que componen la misma. Hijos de la Rivera S. A (que en la actualidad produce 300 millones de litros de cerveza) nació en 1906 de la mano del gallego, José María Rivera Corral. El fundador había vivido el exilio en México, pero decidió volver a su ciudad natal: As Pontes (A Coruña). Allí estableció, a finales del siglo XIX, la fábrica de Estrella Galicia, dedicada a la producción de hielo y a la cerveza rubia. El nombre escogido no fue al azar; rememoraba lo que fue su negocio en Veracruz, La estrella de oro. Los inicios no fueron fáciles; tuvieron que hacer frente a guerras y crisis que les obligaron incluso a perder parte de la producción.
Más adelante, ya entrados los años 20, su hijo Ramón Rivera Illade —previamente formado en la materia en Hamburgo (Alemania)— comenzó con la mecanización de la fábrica. Tomó esa decisión en un momento difícil de la historia española, pero que marcará un antes y un después en la empresa. Para ello, se hizo con tanques y tinas de fermentación, con lo que conseguiría asumir la creciente demanda del mercado.
Sus tres hijos, Ramón, José María y Josefina Rivera, toman las riendas del imperio familiar en la década de los 70. Los dos primeros asumieron la dirección de la empresa en aquellos años, tras lo que trasladan la fábrica a su ubicación actual. En los años 90, Josefina (tía abuela de los fallecidos) se convierte en la presidenta de Estrella Galicia, y continúa con la labor que habían iniciado sus hermanos de expandir la empresa, primero al resto de España y más tarde a Europa, seguido de Estados Unidos, el sur de América y África.
Al mismo tiempo que crecía su fortuna, también lo hacía su patrimonio: nuevas naves en Galicia, instalaciones, fábricas, y grandes inversiones en otros mercados, diversificando el negocio familiar (aguas, zumos, sidras y vinagres). En el último ejercicio, Hijos de la Rivera S. A tuvo un beneficio de casi 74 millones de euros.
La cuarta generación
Cuando la marca cervecera cumple 100 años, en 2006, Josefina sigue al mando y la empresa en linea ascendiente, siendo líderes en Galicia, estando cada vez más presentes en mercados internacionales, posicionándose en 14 países, entre los que destacan Portugal, Estados Unidos, Panamá, Brasil y México.
Tras la muerte de la magnate cervecera en 2011, que ostentó el cargo de presidenta durante 20 años, su hijo, Santiago Ojea Rivera se convirtió en el nuevo presidente de la empresa, cargo que ostenta en la actualidad. Pero para entonces, muchos miembros de la familia (pertenecientes a la cuarta generación) ya se habían convertido en consejeros de la empresa. Tales como Ignacio Rivera (hijo de Ramón Rivera), actual CEO de Estrella Galicia, o José María Rivera (hijo de José Manuel Rivera padre), consejero de la marca, también conocido por ser el marido de la cantante Vega.
Si bien, parte de la familia ha querido mantenerse en el anonimato. Colette Rivera, hermana de José María Rivera y prima del actual presidente de la empresa, prefirió mantenerse al margen de los focos, a pesar de formar parte de una de las familias gallegas más importantes, como pueden ser los Ortega.
Esta coruñesa se casó con Emilio de Juan y tuvo a Chema y Diana, ambos tataranietos del fundador de Estrella Galicia y un día herederos del imperio, aunque esto último nunca pudo ser. Un infarto y un accidente de tráfico, respectivamente y separados por 11 años, se llevaron la vida de los dos hijos de Colette y Emilio.
Poco después de las cuatro de la mañana del pasado lunes, el servicio de emergencias informaba de que había al menos dos personas heridas en la A-6 dirección A Coruña, una de ellas inconsciente sobre la calzada y el conductor atrapado en el interior del vehículo, que se había salido de la calzada. En el mismo lugar, los servicios sanitarios confirmaban la muerte del jinete, casi competidor olímpico y miembro de una de las familias cerveceras más importantes en todo el mundo.