Bernardo Montoya, que se encuentra en prisión tras asesinar el pasado mes de diciembre a Laura Luelmo, ha salido de la cárcel de Morón de la Frontera para someterse a unas pruebas médicas que prueben su impotencia sexual. El hombre se ha trasladado hasta el Hospital Virgen del Rocío.
En declaraciones a Efe, el letrado de Montoya, Miguel Rivera, que es el que ha solicitado la realización de dichas pruebas, ha explicado que, con autorización del Juzgado número 1 de Valverde del Camino (Huelva), se ha llevado el pasado 18 de septiembre. El objetivo de las mismas, ha apuntado, es confirmar los problemas de erección que su cliente mantiene que sufre "desde el principio" para "poder impugnar la acusación por agresión sexual que se mantiene contra él en base a la autopsia".
Según han informado a Europa Press desde Instituciones Penitenciarias, esta salida "ha sido ordenada y programada" por el juzgado y ha sido su abogado, Miguel Rivera, quien ha pedido esta prueba en calidad de defensa. En este sentido ha indicado que en este punto "la autopsia es muy ambigua y poco concreta y si bien revela que se encontraron restos biológicos de Montoya en el cuerpo de la chica eran escasos y no se halló semen". Por ello el abogado ha precisado que "de demostrarse se podrá desmontar esta acusación y también la de detención ilegal".
En concreto, el personal sanitario ha mantenido este miércoles por la mañana una entrevista con el propio abogado, posteriormente con Montoya al que han realizado una ecografía. No obstante, queda pendiente una analítica de sangre y de orina que tendrá que llevarse a cabo otro día porque tiene que ser realizada a primera hora de la mañana. "Tendré que solicitarlas al juzgado para que este se ponga en contacto con el Instituto de Medicina Legal y se determine cómo y cuándo realizárselas", ha explicado el abogado.
Bernardo Montoya se encuentra en prisión desde diciembre del 2018, después de ser detenido como presunto autor de la muerte de Laura Luelmo, imputándole el juez los delitos de detención ilegal, agresión sexual y asesinato.
Su abogado solicitó su puesta en libertad cuatro meses después al entender que "no se cumplieron" todas las garantías judiciales a las que tiene derecho como procesado, refiriéndose a la primera declaración ante la juez de Bernardo Montoya, en la que confesó la autoría del crimen, que no se grabó correctamente al no estar conectado un cable de audio en el equipo informático.
Sin embargo, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Valverde del Camino rechazó la petición de libertad provisional al considerar que la declaración autoinculpatoria de Montoya está "válidamente documentada en soporte escrito", negación que el letrado no recurrió.