Diez personas más en el foco policial, declaraciones esenciales de testigos, el teléfono móvil de Mimi.... El atestado policial de la investigación del crimen de Meco arroja todavía muchas incógnitas por resolver, aún después de que hace dos semanas la Guardia Civil detuviese en su casa a Sergio Sáez como presunto autor del asesinato de Miriam Vallejo, de 26 años. Él era el novio de su mejor amiga, Celia, y los tres vivían desde hacía unos meses en un chalé en Villanueva de la Torre (Guadalajara).
El documento, al que ha tenido acceso El programa del Verano, revela cinco claves que podrían darle la vuelta a lo que hasta ahora se pensaba sobre el asesinato de Miriam, cuando paseaba a sus perros el 16 de enero en un descampado.
Más investigados
Hasta el momento, se creía que tras la detención de Sergio, el crimen se había resuelto a falta de concretar cuál había sido el móvil del asesinato. Si bien, según reveló una testigo que estaba en el lugar de los hechos, y exactamente en el momento en el que se data la hora de la muerte de Mimi, escuchó como la joven gritaba "¡soltadme, dejadme!". Indicios que demostrarían que Sergio, ahora en prisión provisional, no habría actuado en solitario.
Y es que, desde que sucedieron los hechos, la Guardia Civil puso el foco de la investigación en 50 personas. Individuos con los cuales Miriam había tenido relación en los últimos meses a través de sus redes sociales, donde sostienen era muy activa. De ese total, ahora los investigadores han puesto el foco sobre 10 y no se descarta que en los próximos días pueda haber nuevas detenciones. Razón por la cual todavía se mantiene el secreto de sumario sobre el caso.
40 puñaladas
En un principio, se pensó que la joven de 26 años fue asesinada tras ser acuchillada en 24 ocasiones. Si bien, según revela el atestado, el autor —o autores— pudieron darle hasta 40 puñaladas. Y abre todavía más la puerta a que hubiese ensañamiento en el asesinato, es decir que habría algún tipo de vinculación emocional o sentimental. Aunque los investigadores apuntan a que el número de puñaladas "no tiene que ser determinante" a la hora de esclarecer cuál fue el móvil del crimen.
Lo que sí apuntaron fuentes de la investigación es que Sergio sentía "un gran odio" por Miriam, motivado por la envidia y los celos. No obstante, los agentes todavía tienen que esclarecer que es lo que ocurrió durante el tiempo que vivieron juntos.
El móvil manipulado
En este sentido, otra clave que desvela el atestado es que, tras el asesinato, el teléfono móvil fue manipulado. De este modo, los agentes barajan la hipótesis de que alguien que conocía a la víctima y sus claves pudo borrar algún mensaje de móvil.
Otro de los supuestos con el que también trabajan los investigadores es que Miriam hubiese quedado con alguien esa noche. Así se desgrana de la declaración de otro testigo que se cruzó con Miriam cuando paseaba a sus perros y se dirigía al descampado.
Pudo quedar con alguien
Según relató esta persona, después de ver a Mimi no se volvió a cruzar con nadie más en el camino. Lo que apunta, por un lado, que podría había quedado con alguien allí, o que tuvo un encuentro fortuito con su agresor o agresores.
En los ochos meses que duró la investigación, hasta que se produjo la detención de Sergio Sáez, de 29 años, él siempre mantuvo que cuando mataron a Mimi estaba jugando a la PlayStation en línea. Algo que su exnovia creyó, aunque tres días después de acometer el crimen Sergio y Celia decidieron romper su relación.
En su momento, la Guardia Civil confirmó la coartada del asesino, pero fue meses más tarde cuando descubrió que durante diez minutos no hubo nadie delante de la pantalla. Tiempo suficiente para que dejase el juego, se desplazase unos metros hasta donde estaba Mimi, la matase y volviese a casa. Las horas coincidían, la distancia también.
No era esta la única prueba, no obstante, con la que contaban los investigadores. Su ADN coincidía con las muestras recogidas en el escenario del crimen y, según ha relatado la familia de Mimi a EL ESPAÑOL, "tenía preparado un viaje y había sacado bastante dinero de sus cuentas bancarias". Indicios suficientes como para que la Guardia Civil, tras meses de diligencias, detuviera en Azuqueca de Henares a Sergio Sáez como presunto autor del asesinato de Miriam Vallejo. Dos días después, una vez pasó a disposición judicial, el juez ordenó su ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza. El detenido negó los hechos, pero las pruebas pesaron más.
No obstante, ahora, según el atestado policial, la puerta se abre a que Sergio no habría actuado en solitario y que al menos una personas más podría haber colaborado en acabar con la vida de Miriam Vallejo.