Es la 1:15 de la madrugada en Viena. En la Estación Central austriaca no queda mucha gente. Algunas personas se resguardan del frío y otras vuelven de trabajar. El personal de seguridad de la empresa estatal de ferrocarriles vigila que nada pase. Pero algo se les escapa. Un joven saca un cuchillo de cocina de 20 centímetros y se lo clava varias veces a a una chica causándole la muerte casi inmediata. Él intenta escapar, pero tres trabajadores consiguen retenerle. No es la primera vez que el asesino y la víctima se ven. Son los hermanos españoles Egea. Eyerus tenía 25 años y había viajado desde Irache hasta Viena para sacar a su hermano Eyob, de 21, de la droga. Este acabó matándola.
Los hechos ocurrieron este martes cuando la hermana de sangre del agresor - ambos fueron adoptados por una familia navarra hace más de una década- y su hermana adoptiva fueron a buscarle a la ciudad austriaca. Aún no se sabe si ocurrió de forma inesperada, pero los hermanos Egea se encontraron en la estación. Un trabajador ha confesado al diario austriaco Kronen Zeitung que vio como dos mujeres perseguían a un hombre. Esto les extrañó y fueron rápidamente a ver que pasaba. De repente, Eyob se paró, dejó su mochila en el suelo, corrió hacia Eyerus y la acuchilló. La Policía no tardó en llegar, arrestó al agresor y este confesó los hechos.
Origen etíope
Todo empezó a más de 7.000 kilómetros, en Etiopía. Eyerus y Eyob fueron adoptados por una familia navarra que les llevó hasta Irache, un pueblo de poco más de 500 habitantes. Allí comenzaron su nueva vida junto a sus otros dos hermanos adoptivos, Santi e Isabel.
Amigos de Eyob han confesado a EL ESPAÑOL que recuerdan que hace años el joven tuvo problemas familiares en casa. “Tuvo una condena por violencia y estuvo unos meses en el centro de menores Ilundain”, cuenta un conocido suyo. “De repente se puso a hacer cursos de cocina, se fue a Viena a trabajar y volvió siendo otro”, añade. Eyob también había tenido problemas con las drogas, pero su amor por la culinaria le centró. En su cuenta de Instagram deja plasmado todo un repertorio de fotos en las que muestra su dominio con la comida. A los 18 años se fue a Alemania a probar suerte y después a Viena, donde comenzó su nueva vida como cocinero.
De vez en cuando volvía al pueblo navarro a visitar a su familia y sus amigos. Muchos se han sorprendido del suceso. Todos coinciden en que desde que se fue al extranjero a trabajar “era otro”. Conocidos del asesino confeso le recuerdan como un “chico trabajador y con metas”. Su hermana Eyerus también probó suerte en el extranjero y se fue a trabajar a Inglaterra hace algunos años.
Tráfico de drogas
Pero el sueño de Eyob de ser un gran chef se dio de bruces cuando perdió el trabajo. Según ha informado el mismo periódico austriaco, el agresor llevaba un tiempo viviendo en la ciudad antes de quedar desempleado y comenzar a dedicarse al tráfico de drogas.
La familia Egea dejó de tener noticias de Eyob hace tiempo y eso les preocupó. Eyerus se desplazó junto a su otra hermana de 32 años a Viena para buscarle y sacarle de la droga. Pero lo que empezó como un viaje con buenas intenciones tuvo un fatal desenlace.
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