Celia Barquín Arozamena comenzó su semana planeando, como otras tantas veces, una sesión de golf a primera hora del lunes. Preparó su equipo y se dirigió al campo de Coldwater, en la localidad de Ames, Iowa, donde estudiaba en la universidad estatal y practicaba su deporte favorito. Sobre las 8:45 llegó al club y saludó a un grupo de jugadores jubilados que la dejaron pasar delante. Ellos no tenían prisa. Menos de una hora después, esta estudiante de ingeniería civil y campeona internacional tuvo la desgracia de cruzarse con Collin Daniel Richards, un delincuente de la zona con un largo historial criminal y que, entre otros antecedentes, contaba con una condena por violencia doméstica por una agresión a una mujer en 2015. Este lunes, este chico de 22 años, ya en prisión a espera de juicio, se despertó con el “impulso de violar y matar”.
“Parecía una chica muy agradable. Subió con su carrito y todos decidimos dejarla pasar delante de nosotros. Sabíamos que sería mucho más rápida que un grupo de viejos”, explica Harley Thornton a la cadena local KCCI. Este anciano fue la última persona en ver con vida a Celia, 45 minutos antes de encontrar sus palos de golf, su móvil y otros objetos personales abandonados en el noveno hoyo del campo.
"Fue muy extraño”, relata Thornton, que decidió llamar al club. Nadie había visto nada ni sabía nada de la joven de 22 años. Inmediatamente telefoneó a la policía. Eran las 10:10 de la mañana. Sólo 24 minutos después los agentes encontraban el cuerpo de la golfista española, sin vida, en uno de los estanques del recinto.
El crimen ha conmocionado al estado de Iowa y a la tranquila localidad de Ames, donde numerosos jóvenes cursan los estudios universitarios. La policía no reveló inicialmente la identidad de la víctima, hasta que comunicó lo ocurrido a la familia y detuvo a un sospechoso, Collin Richards, un chico problemático de la zona, con varias detenciones y condenas a sus espaldas como un robo en una gasolinera, allanamiento de la casa de sus abuelos o “intoxicación en la vía pública”, por ir borracho por la calle.
Se investiga si hubo o no violación
Según la querella presentada inicialmente contra Richards y los datos facilitados en rueda de prensa por la policía de Ames, el presunto asesino, ya arrestado y en prisión a la espera de juicio, tenía la intención de “violar y matar a una mujer” aquella mañana, para lo que contaba con un cuchillo, que finalmente utilizó. Celia, por desgracia, fue la víctima que el detenido encontró.
Aunque no han trascendido todos los detalles, hasta ahora se sabe que hubo un forcejeo y que la española presentó resistencia, causando varios rasguños al agresor en la cara y el brazo izquierdo. Sin embargo, ella se llevó la peor parte al recibir varias puñaladas en la zona superior del torso, cuello y cabeza. Las heridas provocaron su muerte. La policía investiga si hubo o no intento de violación, tal y como sospecha por el testimonio de un testigo.
Los agentes de Ames han estado trabajando en el caso a destajo desde que encontraron el cuerpo. Primero, peinaron el campo de golf y los alrededores. Allí, en una zona boscosa cercana encontraron a un hombre, cuya identidad no se ha hecho pública, que les relató cómo aquel día se había encontrado con Richards, que le confesó que sentía el impulso de “violar y matar mujeres”, según explicó este martes el dijo el portavoz de la Policía Geoff Huff.
Un joven vagabundo que pernoctaba en un camping
Este testigo había conocido al presunto asesino recientemente en un área de acampada temporal de Ames, cercana al campo de golf, donde se estaba quedando. La policía cree que Richards es actualmente un vagabundo y que pernoctaba allí.
En paralelo, un perro policía había olfateado el rastro encontrado en el cadáver de Celia hasta esa misma zona. Alrededor de las 14.00 horas, los oficiales encontraron allí a Collin Daniel Richards, que presentaba arañazos en la cara propios de una pelea. Además, el sospechoso trataba de ocultar una herida en su mano.
Los agentes se lo llevaron para interrogarlo y Richards declaró que aquella mañana había estado en la casa de unos conocidos, donde se había duchado. Los oficiales acudieron a ese domicilio a cuestionar a esos nuevos testigos. El dueño de la vivienda, identificado como C.J., aseguró que el joven llamó a su puerta desaliñado, mojado y cubierto de sangre y arena, pidiendo que le permitiera bañarse. Se da la circunstancia de que esta casa se encuentra cerca del campo de golf y del campamento.
Tras lavarse, Richards pidió a C.J. que lo llevara a la localidad vecina de Jefferson, a una hora en coche. Sin embargo, cuando estaban en camino, les dijo que pararan antes en el campamento para poder recoger su tienda de campaña. Al ver la fuerte presencia policial, prefirió que lo dejaron en los alrededores. Al poco, fue arrestado.
Mochila con restos de sangre
Allí los agentes ya habían registrado la tienda de campaña de Richards, descubriendo una mochila negra que contenía dos pantalones cortos cubiertos de sangre humana, además de un cuchillo. Los análisis posteriores revelaron que se trataba de sangre de Celia.
Richards está acusado de asesinato en primer grado. Este martes fue puesto a disposición judicial en el tribunal del condado de Story, aunque la vista duró sólo unos minutos. En la comparecencia, la fiscal del condado, Jessica Reynolds, dijo que las autoridades creen que el detenido no tiene residencia. A su juicio, el crimen fue “un acto aleatorio de violencia” y existe riesgo de fuga y de reiteración delictiva por parte del acusado, que permanecerá en prisión.
El juez fijó la audiencia preliminar de Richards para el 28 de septiembre. Si es declarado culpable de asesinato en primer grado, como solicitan las autoridades, será sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Amplio historial delictivo
Los medios estadounidenses están indagando en los antecedentes de este joven, que a sus 22 años cuenta con un largo historial de delitos que llevan a preguntarse cómo podía estar en libertad.
Según publica Desmoinesregister.com, en enero de 2015 fue acusado de intento de robo con intimidación, tras amenazar con disparar a varios empleados de una tienda donde intentó robar unas bebidas energéticas en Bayard, una localidad cercana. Los testigos aseguran que el joven parecía drogado. Salió de la cárcel tras pagar una fianza de 500 dólares. Luego no compareció ante el juez, por lo que posteriormente fue condenado a dos años de libertad condicional.
En febrero del mismo año fue acusado de robo y posesión de marihuana en en el condado de Greene. En su denuncia, las autoridades dijeron que Richards admitió que destrozó su vehículo mientras fumaba drogas y conducía una camioneta robada. Fue condenado a dos años de libertad bajo vigilancia.
Enfrentado a sus abuelos
Sin embargo, en octubre de 2015 violó su libertad condicional tras ser acusado, en el condado de Greene, de agresión doméstica y lesiones a una mujer a la que invitó a su casa y con la que se peleó. Según los registros, los agentes detectaron rojeces alrededor del cuello de la víctima y en el pecho, así como arañazos en sus brazos. Después de declararse culpable, se le sentenció a 60 días de cárcel, aunque una parte de la condena fue suspendida, dejándole en libertad condicional durante un año.
Richards también ha sido arrestado por otros casos, como robo e intento de robo. Su situación familiar tampoco era buena. En septiembre de 2017 fue detenido por el allanamiento de la casa de sus abuelos, donde entró para recuperar sus pertenencias ya que al parecer, le habían echado del domicilio. Más recientemente en julio de este año, fue detenido por encontrarse borracho en la calle.
La gobernadora del Estado, Kim Reynolds, calificó el asesinato como “una tragedia”, aunque precisó que es demasiado pronto para emitir juicios sobre los problemas de seguridad pública que enfrentan las jóvenes en Iowa. Se da la circunstancia de que el pasado 18 de julio otra estudiante, Mollie Tibbetts, de 20 años, desapareció mientras salía a correr. Su cuerpo fue encontrado en un maizal y un trabajador agrícola fue acusado de asesinato.
Los compañeros de la universidad de Celia rendirán este sábado un homenaje a la golfista española en el partido de fútbol americano que tienen programado. Mientras, la policía ha solicitado a los vecinos que les trasladen cualquier pista posible sobre lo ocurrido. La investigación sigue abierta.