Como cada día, Juan Reyes tomaba café en el Bar Loren de Dos Hermanas (Sevilla). Este pasado domingo, una mañana de cielo despejado y poco calurosa invitaba a estar en la terraza del local. Pero todo se torció en un suspiro. Juan daba sorbos a su taza cuando, sobre las 10.30 horas, un vehículo conducido por una mujer se subía a la acera por la rampa de entrada a un garaje cercano a la cafetería y embestía a los clientes que desayunaban. Juan era uno de ellos. Once horas más tarde, perdía la vida en la UCI del hospital Virgen del Rocío de la capital hispalense.
Juan Reyes, de 55 años, es la única víctima mortal que por el momento se ha cobrado el accidente en el que se vio envuelto este domingo un coche conducido por una mujer por las calles de Dos Hermanas. Hay otros cuatro heridos, uno de ellos de gravedad, aunque su evolución es favorable. Se trata de un varón de 60 años. Tiene varias costillas y el pómulo rotos. Presenta diversas contusiones por todo el cuerpo.
Patricio Páez, el dueño del Bar Loren, donde sucedieron los hechos, relata a EL ESPAÑOL cómo ocurrió el accidente. Según el propietario del negocio, la mujer que conducía el vehículo siniestrado se acababa de marchar del local junto a su marido y la familia de su hijo. Habían desayunado juntos antes de partir por carretera hacia las playas de Málaga, donde marchaban de vacaciones. "No era una clienta habitual, aunque sí su hijo".
Mujer y marido se subieron en su coche. El hijo y su familia, que lo hicieron en otro, partieron delante. La señora, a los pocos metros de emprender la marcha, se saltó un stop y recibió el golpe de otro coche por un lateral. La conductora perdió el control de su vehículo, que se subió a la acera a través de una pequeña rampa de entrada a un garaje.
"Se lo llevaron muy grave"
"Era una zona sin bordillo, por eso no se frenó un poco. Al contrario, creo que llevaba pisado el acelerador por la velocidad a la que impactó. Fue a estamparse justo contra las mesas que yo suelo poner en mis 11 de metros de terraza. Arrasó con todo. Cuando se llevaron a Juanito ya iba muy grave", cuenta Patricio. "Pienso que todo ocurrió porque la mujer no quería perder de vista el coche de su hijo ya que él circulaba delante. No vio el stop y, cuando la golpearon, perdió el control", añade.
Juan Reyes, que falleció a las 21.33 horas del domingo, vivía sólo en un piso de la calle Espartero de Dos Hermans, muy próxima al Bar Loren. Hacía cuatro meses que había perdido a su padre, con quien convivió hasta su muerte. Tenía dos hermanos (hombre y mujer). Era soltero y no tenía hijos. A media mañana de este lunes han trasladado su cuerpo sin vida al tanatorio de Dos Hermanas. Este martes, a las 11 horas, se celebrará su entierro.
Patricio Páez cuenta que el fallecido era cliente fijo del bar, un tipo bromista que se hacía querer. "Bebía poco alcohol. Venía cada mañana y cada tarde a tomar café. Estaba prejubilado o de baja por dolencias cardíacas. Había trabajado como celador o como personal de mantenimiento en un hospital cercano", dice el dueño del Bar Loreno sobre Juan Reyes, el hombre que perdió la vida donde cada mañana "se la alegraba al resto". "Dejas un hueco difícil de olvidar. Dios te tenga en su gloria", reza la última entrada del perfil de Facebook de la cafetería a la que ya nunca volverá.
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