La Manada, agradecida al juez González: creen que su relato les salvará en el Tribunal Supremo
El extenso y exhaustivo relato que el magistrado discordante ofrece en la sentencia ilusiona a la Manada. Los recursos que presenten primero serán procesados primero por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra; después, por el Supremo. “Tienen esperanza en el voto particular de cara al recurso”, confirman fuentes penitenciarias a EL ESPAÑOL.
3 mayo, 2018 01:02Si hay algo en lo que confían ciegamente José Ángel Prenda y sus compañeros de manada es en su futura absolución. Ellos, convencidos de que no han hecho nada, de que son inocentes, de que el ‘abuso’ cometido en los Sanfermines de 2016 ni siquiera fue tal, están expectantes y con “esperanza”: gracias al camino abierto por el magistrado Ricardo Javier González González en su voto particular en el recorrido del caso hasta el Tribunal Supremo, según han informado fuentes cercanas a EL ESPAÑOL.
El extenso y exhaustivo relato que el juez ofrece para mostrar su discrepancia con el fallo emitido por el Tribunal de la Audiencia Provincial de Navarra que juzgó a la Manada sería la llave para una hipotética absolución de los cinco chicos sevillanos. Siempre depositaron sus esperanzas en González: desde el primer momento, con todos los votos en contra por parte del magistrado en los meses previos al juicio -como en las votaciones para dirimir si se eliminaba la medida de la prisión preventiva para los cinco acusados o si se expulsaba al Ayuntamiento de Pamplona de la acusación en el procedimiento-, hasta el final. Lo comentaban las defensas de José Ángel Prenda, Jesús Escudero, Ángel Boza, Alfonso Jesús Cabezuelo y Antonio Manuel Guerrero en los momentos previos a la vista que acabaría absolviendo a la Manada del delito de agresión sexual.
“Tienen esperanza en el voto particular de cara al recurso”, confirman fuentes penitenciarias a este periódico. Sobre todo, Prenda y Escudero, compañeros de celda, que están internos en la cárcel de Pamplona. En el mismo penal se encuentra Boza, pero en otro módulo diferente. Cabezuelo y Guerrero, militar y guardia civil, respectivamente, están en la prisión militar del recinto penitenciario de Alcalá Meco, en Madrid.
González, consciente de la "extensión inusual"
El voto particular del juez González, que ocupa el grueso de la longitud de la sentencia, ofrece un relato pormenorizado que intenta desmontar, en todo momento, la mayoría de los argumentos utilizados por los otros magistrados, quienes sí ofrecen credibilidad a la víctima. El juez lo sabía, tal y como él mismo reconoce en el texto. “Soy consciente a este respecto de la extensión inusual que va a alcanzar este voto particular”, indica. Y también que lo hace “con el máximo respeto” hacia la decisión final.
González no la cree. Aboga no sólo por la absolución del delito de abuso sexual que falla mayoritariamente el tribunal, sino por todos la de todos: agresión sexual, robo con violencia o intimidación y contra la intimidad. Sólo considera razonable la condena por el robo del móvil.
Es la misma tesis que defiende Prenda a quien lo quiera escuchar dentro de las paredes de la cárcel de Pamplona. Para el líder de la Manada, que fue el primero que contactó con la joven madrileña en la plaza del Castillo de la capital de Navarra, el delito de abusos es “excesivo. Que lo único feo fue lo del móvil, que estuvo mal. Pero nada más”, indican desde la cárcel a este periódico.
Sin pudor y con jolglorio
No es de extrañar. En distintos pasajes del voto particular de González los hechos que él da por probados son diametralmente opuestos a los emitidos por los otros dos jueces. "No aprecio en los vídeos cosa distinta a una cruda y desinhibida relación sexual, mantenida entre cinco varones y una mujer, en un entorno sórdido, cutre e inhóspito y en la que ninguno de ellos (tampoco la mujer) muestra el más mínimo signo de pudor".
El magistrado discordante no ve en los vídeos y fotografías "signo alguno de violencia, fuerza, o brusquedad ejercida por parte de los varones sobre la mujer": "No puedo interpretar en sus gestos, ni en sus palabras intención de burla, desprecio, humillación, mofa o jactancia de ninguna clase. Sí de una desinhibición total y explícitos actos sexuales en un ambiente de jolgorio y regocijo en todos ellos, y, ciertamente, menor actividad y expresividad en la denunciante. Y tampoco llego a adivinar en ninguna de las imágenes el deleite que describe la sentencia mayoritaria salvo que con el término se esté describiendo la pura y cruda excitación sexual".
Exponiendo sus motivos para emitir el voto particular que pide la absolución de todos los delitos, González insiste en que en ninguna de las imágenes percibe en la expresión y movimientos de la chica "atisbo alguno de oposición, rechazo, disgusto, asco, repugnancia, negativa, incomodidad, sufrimiento, dolor, miedo, descontento, desconcierto o cualquier otro sentimiento similar". "La expresión de su rostro es en todo momento relajada y distendida y, precisamente por eso, incompatible a mi juicio con cualquier sentimiento de miedo, temor, rechazo o negativa", añade.
En varios momentos del vídeo se pueden escuchar para lo que la Policía Foral de Navarra eran "chillidos de dolor". González, en cambio, describe esos sonidos como "gemidos o jadeos de carácter sexual".
La Manada, indignada por la presión al juez
La Manada es consciente de toda la repercusión social, de los gritos en las calles, del jaleo político que ha entrañado su condena. Pero a los tres reclusos en Pamplona, especialmente a Prenda, les irrita la reacción. “Están muy indignados por la presión a los jueces”, relatan fuentes penitenciarias a la reportera. Consideran que están siendo víctimas de un juicio paralelo, al igual que el magistrado del que ahora son devotos y le confían todas sus esperanzas. Porque el juez González lo deja claro desde los primeros compases de su voto particular: es “innegable, por notorio y evidente, el juicio paralelo que desde el primer día ha tenido este proceso”. “El discurso judicial nunca puede ser vicario de la voluble y aveces evanescente opinión pública”, considera. “La justicia paralela no es justicia”, espeta en otro momento.
Los tres miembros civiles de la Manada tienen acceso diario a los periódicos en papel que se publican en Pamplona. Prenda y Escudero, además, disponen de una televisión en su celda que compraron con su propio dinero en el economato de la prisión.
La información que reciben del exterior, junto a la sentencia en papel de la que dispone el líder de ‘la Manada’, les alienta cierta ilusión en cuanto a su futuro más próximo. Los recursos que presenten primero serán procesados primero por el Tribunal Superior de Justicia de Navarra; después, por el Supremo.