Se llamaba Katharina y tenía 35 años. En la mañana de este viernes fue asesinada de un disparo por Marcel, 40 años, su ex pareja. Katharina iniciaba una nueva vida en Vinarós, una localidad en la que viven 30.000 personas en la costa de Castellón (Valencia). Se había ido lejos de su lado tras cortar la relación. Pero Marcel fue tras ella, se recorrió medio continente hasta el pueblo castellonense. Iba a por ella. En cuanto aparcó, se bajó del coche y sacó de él una escopeta. Sabía dónde ella se había instalado. No llegó a entrar en la casa. Disparó desde fuera, desde la verja, y la mató de un solo tiro. Después, se suicidó.
Katharina era alemana. Su madre llevaba varias décadas viviendo en la pequeña localidad castellonense. El lugar es, desde hace décadas, una pequeña colonia en la que residen franceses, italianos y germanos al mismo nivel que los españoles. Allí regenta desde hace décadas un pequeño negocio hostelero muy conocido en el lugar. Con ese dinero, la familia de Katharina se hizo con un chalet en la urbanización del Triador, al norte de la localidad. A pocos metros de la playa. Allí ocurrió todo este viernes.
Katharina llegó a España desde Alemania hace tres meses. Acababa de terminar su relación con Marcel. Entonces se marchó de su país natal para instalarse junto a sus padres, en su casa junto al mar. 90 días después, Marcel la descubrió. Y ocurrió la tragedia.
Los hechos
Katharina no tenía ningún hijo con él. Tampoco estaba embarazada. Lo ha asegurado el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) de la Generalitat Valenciana. El drama tuvo lugar muy pronto, apenas amanecía el alba. Según fuentes cercanas a la investigación consultadas por EL ESPAÑOL, este es el relato de los hechos.
Siete de la mañana. Marcel acaba de entrar en Vinarós en su propio coche. Lleva más de 1.500 kilómetros conduciendo sin parar. Se trata de un Volkswagen gris alargado. Con matrícula germana. El trayecto desde Alemania son, al menos, 20 horas de conducción. Más de día y medio de viaje hasta la casa de su expareja. Allí no conocía a nadie más que a ella. Para los investigadores, la cosa está clara: “Fue allí para matarla”.
Lo lleva a esa hipótesis a los investigadores es la reconstrucción de los hechos: Marcel aparca el coche a una cierta distancia de la casa, para no llamar la atención. La vivienda de los padres de Katharina se encuentra en el número 4 del Carrer de Canya, un camino pedregoso y en subida. En la misma parcela, pegada a esa vivienda, la vivienda en la que estaba instalada Katharina. El chalet en el que viven está en el lado derecho. Marcel se acerca hasta allí andando. Lleva ropa oscura.
Marcel va con las intenciones claras. Lleva encima un cuchillo, algunas bridas, cinta americana, un bidón de gasolina y la escopeta. “Se dijo que iba a secuestrarla. Todos esos indicios hacen ver que iba a por ella”, detallan fuentes de la investigación a EL ESPAÑOL.
Eran las siete y cuarto de la mañana. No llegó a entrar en la casa. Por razones hasta el momento desconocidas, Katharina estaba en el jardín cuando su ex pareja le disparó. Lo hizo con la escopeta y desde la verja de la entrada. La asesinó de un solo tiro.
Los gritos de la mujer y su hermana alertaron al vecindario. A las 7:20, alguien avisó a la policía, que apareció allí a los pocos minutos. Cuando llegaron, según ha podido saber EL ESPAÑOL, el hombre estaba cerca del patio de la casa. Se pegó un tiro al verles llegar y se suicidó.
No había denuncias previas
Cuando llegaron, se encontraron su cadáver en la puerta exterior de la casa. Luego, al entrar, el de la mujer. No había denuncias previas por malos tratos ni tampoco procesos judiciales.
En el ayuntamiento se declararon 24 horas de duelo. Juan Carlos Moragues, delegado del gobierno en la Comunidad Valenciana, ha condenado el quincuagésimo asesinato machista del año en España. “La violencia de género es una cuestión de estado. Es una violencia real, está a nuestro alrededor. Y hay que dar protección a las víctimas. Tenemos que detectar comportamientos que puedan derivar en este tipo de hechos y ser estrictos a la hora de arrinconar a los maltratadores, que no tienen sitio en la sociedad, los tenemos que expulsar”.
La muerte violenta de una mujer perpetrada por su expareja golpea de nuevo como una losa. En este caso, un día antes del Día Internacional contra la Violencia de Género. Se trata de un nuevo caso de violencia machista en esa región autonómica. Seis mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en la Comunidad Valenciana en lo que va de año.
Los cuerpos de Katharina y de Marcel se encuentran en el Anatómico Forense a la espera de la autopsia. El vehículo ha sido retirado por una grúa y trasladado al cuartel de la Guardia Civil. Un coche al que Marcel se subió un día y medio antes en el centro de Europa y con el que cruzó el continente. Todo para asesinar a su expareja.
Katharina, 35 años, es la quincuagésima mujer asesinada por un hombre desde que comenzó el año. En España, en 2017, también han sido asesinadas Jessica Bravo Cutillas, 27 años; María del Pilar Rodríguez Ortellado, de 38 años; María Sánchez Coca, de 66 años; Ana Belén Jiménez Hurtado, de 44 años; Noelia Noemí Godoy Benítez, de 32 años; Rosa María Sánchez Pagán, de 20 años; Matilde de Castro, de 44 años; una mujer de 25 años cuyo nombre se desconoce; Blanca Esther Marqués, de 48; Toñi García Abad, de 33 años; María de los Ángeles, de 77 años; Virginia Ferradás, de 55 años; Cristina Martín Tesorero, de 38 años; Ana Belén y Ana, madre e hija de 46 y 18 años; Carmen González Ropero, de 79 años; J.D.L.M., de 40 años (solo se conocen las iniciales); Laura Nieto Navajas, de 26 años; María José Mateo García, de 51 años; Leidy Yuliana Díaz Alvarado, de 34 años; Margaret Stenning, de 79; una mujer de 91 años cuyo nombre se desconoce; Mariló Correa Pérez, de 47 años; Gloria Amparo Vásquez, de 48 años; Erika Lorena Bonilla Almendárez, de 32 años; Yurena López Henríquez, de 23 años; María Victoria Zanardi Maffiotte, de 44; Ana María Rosado, de 42 años; Andra Violeta Nitu, de 24 años; Raquel López, de 45; María del Rosario Luna, de 39 años; Eliana González Ortiz, de 27 años; Ana Hilda Linares Báez, de 55 años; Susana Galindo Moreno, de 55 años; Beatriz Ros García, de 30 años; Valentina Chirac, de 37; Encarnación Barrero Marín, de 39; Encarnación García Machado, de 57 años; Fadwa Talssi, de 29; Donna Cowley, de 47 años; Maria del Carmen Carricondo Reche, de 66; María Raquel Castaño Urbán, de 63 años; Ana Belén García Pérez, de 38; Marisela Arauz, de 48 años; Irina G., de 38; Catalina Méndez García, de 48 años; Sofía Tato Pérez, de 42 años; Felicidad Bruhn, de 25 años; así como Lilibet Hernández Rodríguez, de 27 años.
En total, la serie 'La vida de las víctimas' contabiliza 50 mujeres asesinadas. EL ESPAÑOL está relatando la vida de cada una de estas víctimas de un problema sistémico que entre 2003 y 2016 ya cuenta con 872 asesinadas por sus parejas o exparejas.