De la beneficencia al beneficio. Los grandes ganadores de la corrida benéfica a favor de ASPRONA (Asociación para la Atención a Personas con Discapacidad Intelectual y sus Familias) que se celebró el pasado 11 de junio de 2017 en la plaza de toros de Albacete fueron Enrique Ponce, el peruano Andrés Roca Rey y Cayetano Rivera. No por las dos orejas de los dos primeros y la que consiguió el último, sino porque se embolsaron -por su caché y derechos de imagen- el equivalente al 82% de lo recaudado en taquilla. En total, 187.000 euros en concepto “toreros y derechos de imagen”, sobre un total de 227.567 euros recaudados por el lleno total en la plaza albaceteña.
Pero no fueron los únicos que sacaron un beneficio por el acto. El segundo ganador fue el ganadero. Los astados del también albaceteño Daniel Martínez, de la ganadería Las Ramblas, costaron otros 44.437,80 euros. Otro 19% del pastel.
Entre toreros y ganadero sumaron 231.437,80 euros, por encima de lo recogido por la venta de entradas. Como resultado, los que deberían beneficiarse por la corrida, los niños discapacitados de ASPRONA, no ganaron un solo euro por la misma y su éxito dependió de otros conceptos.
La tradicional corrida de toros en beneficio de ASPRONA, emitida en directo por Castilla-La Mancha Televisión el pasado día 11 de junio, volvió a convertirse en un auténtico escándalo desde el punto de vista económico. De nuevo han saltado voces muy críticas entre los verdaderos aficionados que ven cómo estos gestos demuestran “la caradura” que hay en el taurinismo oficial, lo que beneficia aún más a los movimientos antitaurinos.
Antecedentes en Bilbao
El día anterior, en la plaza de toros de Vista Alegre (Bilbao), un grupo de antitaurinos saltó al ruedo en plena corrida benéfica a favor de la Santa y Real Casa de Misericordia. El clamor es claro: “Ellos, los toreros y los ganaderos y todo lo que les rodea, son los culpables con gestos así de la complicada situación que está viviendo la Fiesta, asediada por los antitaurinos”, afirman.
En Madrid, mientras, hace mucho que la corrida de la beneficencia dejó de ser benéfica. Es el acto taurino más importante que se celebra en Las Ventas: mantiene el nombre y los toreros cobran como en cualquier otro acto taurino.
Una situación similar se vivió en Albacete. Los datos exactos dejan claro cómo se vació el dinero en beneficio de unos pocos –toreros y ganaderos-, en detrimento de los discapacitados, los verdaderos protagonistas a los que iba dirigido este espectáculo benéfico.
Enrique Ponce y su cuadrilla tuvieron un caché de 60.000 euros, de los cuales donaron 15.000. Cayetano Rivera Ordóñez y su cuadrilla recibieron también 60.000 euros, pero donaron 5.000. El peruano Andrés Roca Rey y su cuadrilla -torero de moda con millonarios contratos- se llevaron 55.000 euros y no donaron ni un solo euro para ASPRONA.
Este año, en cambio, los organizadores sí que se embolsaron los derechos televisivos. Frente a la gratuidad por la que retransmitió TVE en 2016, Castilla-La Mancha Televisión ha pagado 24.200 euros por emitir esta corrida.
A esta cantidad hay que sumar otros 30.000 euros donados por la televisión pública manchega. Eso sí, se cobraron derechos de imagen por parte de toreros y cuadrilla, según figura en el desglose oficial de la organización, a pesar de ser una corrida benéfica.
Donativos que lavan la cara
La realidad es que si toreros -incluidos los derechos de imagen- y ganadería supusieron un desembolso superior al de los ingresos por taquilla, hubo otros conceptos que empeoraron aún más las cuentas del acto benéfico: Seguridad Social -12.553,27 euros-, propaganda -7.325 euros-, gastos de la plaza de toros -7.154 euros-... y gastos diversos para una corrida benéfica -6.361,55 euros.. En total, 264.831 euros de gastos.
Ese desembolso es superior a lo que obtuvo la organización por ventas de localidades -227.567 euros-, por los derechos televisivos -24.200 euros-, la venta de carne -3.000 euros- y la publicidad que pagó Globalcaja -2.500 euros-. En total, 257.267 euros de ingresos.
Solamente las donaciones salvaron el balance. Los 59.023,25 euros recibidos por este concepto acabaron cubriendo parte de los gastos, y ASPRONA se llevó un beneficio de 51.458,63 euros.
Los aficionados taurinos de Albacete revelan a EL ESPAÑOL su inquietud tras analizar las cuentas: “Parece mejor poner una fila cero o una cuenta bancaria que organizar una corrida de toros, porque los donativos han sido los que han salvado los resultados y aun así se han perdido 7.500 euros en gastos de la corrida. Ver para creer”.
Más ingresos que en el año 2016
Lo que ha sucedido el pasado 11 de junio no es nuevo. El pasado año, de los 147.215 euros ingresados por taquilla, a ASPRONA llegó una donación de 3.480 euros. Cifras ridículas en comparación con el importe oficial recaudado.
En esa ocasión, los toros fueron la principal partida de gasto. Los ganaderos se llevaron 70.000 euros por siete toros enchiquerados. Sólo por el sobrero de la Ganadería de Garcigrande se pagó la nada desdeñable cifra de 6.000 euros. Miguel Ángel Perera, entonces el único espada, se enfrentaba ese día a astados de tres hierros diferentes: Las Ramblas, Fuente Ymbro y Garcigrande. Los propietarios de Fuente Ymbro y de Garcigrande cobraron los toros como si fueran para plaza de primera.
Pero aparte de los ganaderos, que no donaron ni un solo toro en beneficio de los discapacitados, las cuadrillas que aquella tarde empleó el extremeño Perera -en la que cortó tres orejas- se llevaron la significativa cifra de 52.083 euros por vestirse de luces, mucho menos que los 187.000 euros pagados este año. Además, en “gastos diversos” la organización se gastó otros 6.000 euros, más 7.780 euros en publicidad en una corrida que era además televisada.
La corrida organizada en beneficio de ASPRONA supone una de las citas taurinas más tradicionales de la temporada nacional y este año cumplió su 45º edición. La misión de ASPRONA es “contribuir, desde su compromiso ético, con apoyos y oportunidades, a que cada persona con discapacidad intelectual o del desarrollo y su familia puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida, así como a promover su inclusión como ciudadana de pleno derecho en una sociedad justa y solidaria”. En el año 2006 se le concedió a esta asociación la Cruz de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social por su importante labor, ya que asiste a unas 1.000 personas.
En resumen, en la corrida benéfica de este año, los beneficios que ha recibido ASPRONA han llegado de la mano de los donativos. Sin ellos, la asociación habría tenido que pagar por celebrar la corrida benéfica. De nuevo, la solidaridad del mundo del toro ha desaparecido. Lejos quedan gestos como los del torero Dámaso González que no cobraba por actos similares. Esos tiempos de corridas benéficas han dado lugar al nuevo concepto de corrida de beneficios para unos pocos privilegiados: toreros y ganaderos.
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