Sensogenoma, el proyecto de investigación impulsado desde el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS), ha sido premiado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en la convocatoria de Investigación e Innovación Responsable en Salud.
Se trata de un proyecto musical y científico que estudia el impacto de la música en la salud de las personas y en el que participan el catedrático de la USC, Antonio Salas; el jefe de servicio de pediatría del CHUS, Federico Martinón; y la musicóloga y coordinadora de Sensogenoma, Laura Navarro.
La comisión ha otorgado este reconocimiento a la propuesta Sensogenoma22, en la vanguardia científica y cultural, una iniciativa que destaca por su innovador enfoque en investigación sobre música y salud. La iniciativa liderada por el área de Infectología, Inflamación y Vacunas del IDIS llevó a cabo conciertos "donde el público participó en investigaciones genómicas, fomentando la divulgación y la participación ciudadana para mejorar la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónicas", han señalado desde la Comisión.
En la ceremonia de entrega de galardones, celebrada en Madrid, el investigador Antonio Salas ha reconocido que "hay muchísimo esfuerzo detrás" y ha felicitado a todos los que participan en el proyecto, "con especial cariño a la Real Filharmonía de Galicia y a todas las asociaciones de pacientes que colaboran".
Por su parte, la directora científica del IDIS, Mª Luz Couce Pico, ha puesto en valor la importancia de reconocer este tipo de proyectos, ya que la "participación ciudadana es el motor que conecta la ciencia con la sociedad, garantizando que el conocimiento generado responda a los verdaderos intereses y necesidades de la comunidad, y este proyecto es un gran ejemplo de esta conexión".
¿Puede la música modificar nuestros genes?
Los resultados de la investigación proporcionan las primeras evidencias de que en el caso del alzhéimer se producen alteraciones en la manera en la que se expresan genes relacionados con la música. El investigador del IDIS, Federico Martinón, ha apuntado que es "en las enfermedades neurodegenerativas, en la parálisis cerebral, en el trastorno del espectro autista, donde tenemos cada vez más evidencias que apuntan a los beneficios de la música en la enfermedad".
De esta forma, se ha comprobado que al menos el 93% de los estudios sobre los efectos de la música en la demencia reportan resultados positivos relacionados con la memoria y mejoras cognitivas.
A través de la recogida de muestras biológicas antes, durante y después de los conciertos musicales, Sensogenoma estudia el impacto de la música en distintas patologías neurodegenerativas, como el alzhéimer o las demencias.
Uno de los hallazgos más relevantes corrobora la tesis de los datos presentados en la última edición. "La música parece compensar la expresión de genes y vías fisiológicas que están disfuncionales en los pacientes con deterioro cognitivo, sugiriendo un efecto beneficioso en la salud cerebral", ha señalado el investigador del IDIS y coordinador del proyecto, Antonio Salas.
Salas ha resaltado también que "los resultados son sorprendentes y apuntan a que la música, una vez procesada de manera holística por las principales áreas anatómicas del encéfalo, es un estímulo activador de elementos importantes de la respuesta inmune cuyo eco resuena en la cavidad bucal de los donantes. Nos satisface pensar que estos estudios podrían guiarnos en la búsqueda de rutas y dianas terapéuticas en la enfermedad".