En los últimos meses el boca a boca en la ciudad ha puesto de relieve un nuevo tratamiento estético, que en realidad no es tan nuevo. Se trata del que se realiza con Indiba, una tecnología de radiofrecuencia made in Spain, que también se usa en fisioterapia.
Para conocer mejor el funcionamiento de esta máquina, desde Quincemil hemos visitado a María Gayol (numero de colegiada 1537 y registro sanitario C-15-003481), del centro de fisioterapia del mismo nombre. Un espacio en el que utilizan esta técnica para lesiones de fisioterapia, aunque confirman que efectivamente su uso se extiende a centros estéticos para tratamientos sobre el rostro o la reducción de celulitis.
En el caso de Gayol, recalca que, a pesar de que en los últimos años Indiba se ha puesto de moda, se trata de una tecnología que data del año 83. En concreto, Indiba es el acrónimo de Investigación División Barcelona, la empresa catalana que lo lanzó en 1983. "La particularidad de la máquina es que trabaja a una frecuencia que, probada por métodos científicos, otorga numerosos beneficios y no provoca ningún efecto secundario", afirma la profesional, que incide en que precisamente esto último lo diferencia del resto de técnicas de radiofrecuencia.
"La máquina provoca una bioestimulación en el paciente que favorece los procesos de curación, al aumentar el riego sanguíneo en la zona", explica Gayol. En su centro de fisioterapia utiliza Indiba, una tecnología que se usa en "lesiones agudas y crónicas". Entre los beneficios de esta técnica destaca que "se puede usar en todo el proceso, también en postoperatorios, y se admite en paciente con implantes metálicos, por ejemplo en personas con prótesis de cadera", comenta la fisioterapeuta.
Sobre el funcionamiento de Indiba, la experta explica que "tiene un efecto atérmico, que se usa en lesiones agudas, y otro térmico para lesiones avanzadas". De esta forma, su efecto es como "aporta cierta analgesia por lo que favorece que se reduzca el dolor muscular", aclara.
Las lesiones en las que se utiliza esta máquina de alta capacidad son muy diversas. "Por mi experiencia va muy bien en tendinitis, para tratar el Neuroma de Morton, roturas fibrilares, contracturas, artrosis y artitris, fascitis plantar y espolón calcáneo", manifiesta Bayol, que utiliza Indiba desde hace muchos años. "Desde el 2006 al 2009 trabajé directamente con Indiba como formadora del norte de España. A partir del 2014 empezó a ser conocido, pero se utilizaba sobre todo en deporte de élite, después ya llegó a la calle, a centros de fisioterapia y de estética", explica.
Sin embargo, el bum por esta tecnología ha experimentado un crecimiento debido a los buenos resultados que experimentan quienes ya lo han usado. "Se usa también para tratar la celulitis y la acumulación de grasas", aclara Gayol. En su caso, su aplicación se combina con el movimiento de sus manos, ofreciendo muy buenos resultados. "Compaginas la acción de la corriente de la máquina con tu movimiento potenciando los efectos del tratamiento", asegura.
Las únicas contraindicaciones de la aplicación de esta técnica son que no se puede utilizar en embarazadas, ni en personas con marcapasos.
Tratamiento de belleza
En el caso de los centros estéticos, como explicaba Bayol también tiene beneficios. La tecnología Indiba, combina diferentes corrientes térmicas que se encargan de aumentar el metabolismo de los tejidos con el objetivo de reafirmar o quemar grasa. De esta forma, las células se ponen a trabajar al 100% de su capacidad. Asimismo, entre sus ventajas destaca que no duele como sí lo hace la aplicación de otras radiofrecuencias, sino que la sensación que produce es relajante y agradable.
Lo que produce su aplicación con fines de belleza es una diatermia localizada en el cuerpo. En estos casos, la máquina Indiba ocasiona un calentamiento local de tejidos en una zona concreta del cuerpo bajo la influencia de un campo eléctrico o magnético. El aumento de la temperatura controlado se produce por la circulación de una corriente de alta frecuencia, que provoca el crecimiento desde el interior de las propias células. La intensidad del calor depende de la zona en la que se aplique y del problema estético a tratar.
En el caso de los tratamientos en el rostro, los espacios que lo utilizan aseguran que la piel queda radiante, con un efecto flash de buena cara dejando un aspecto sereno, joven y firme. Por eso no es de extrañar que sea el truco de belleza de famosas como la modelo Helen Lindes o la actriz Kate Winslet.
Por su parte, otra de las zonas del cuerpo en la que es más demandado es en los glúteos y muslos para reducir la celulitis y la grasa localizada. Asimismo, se aplica también en escote, cuello o brazos, por su efecto rejuvenecedor sobre la piel.