El 12 de agosto de 2011 Maldita Nerea se coronó dando con un concierto multitudinario en la playa de Riazor en el marco del Noroeste. Más de una década después, el grupo de Murcia volverá a la ciudad para repetir la hazaña. Esta vez el escenario será los muelles interiores, que en la última visita de la banda a la ciudad todavía no estaban abiertos al público, con motivo del Recorda Fest.
Jorge Ruiz, fundador de la banda y creador de himnos para la música nacional como El secreto de las tortugas, será el maestro de ceremonias el 7 de septiembre con un gran concierto a las 00:30 horas en el muelle de Batería.
Los éxitos están asegurados porque Maldita Nerea es una de esas bandas que, como La Oreja de Van Gogh o Amaral —también en el cartel— no se limitan a ser un one hit wonder, su cancionero ha trascendido a varias generaciones. Una fortaleza que, esperan los integrantes, haga que A Coruña se rinda a sus pies en una semana.
Hace tiempo que no tocan en A Coruña. ¿Recuerdan cuando fue la última vez?
Tuvimos un evento privado hace poco. Me acuerdo porque suelo salir a correr por ahí y estuve en la Torre de Hércules porque es un sitio que me gusta mucho. Pero de cara a la ciudad, recuerdo que el evento más chulo que hemos tenido allí fue en la playa de Riazor. Fuimos recibidos con mucho cariño y se nos quedó grabado. A Coruña es un sitio que a mí me gusta mucho en particular.
Entiendo que va a traer las zapatillas de correr en la maleta
Sí, bueno, depende de horarios, pero lo más probable es que sí. Es que es un sitio... qué te voy a contar.
El rencuentro con las tortugas —nombre de los fans del grupo— será en el Recorda Fest, un festival con un cartel que incluye referentes del pop como Maldita Nerea, Amaral, La Oreja de Van Gogh. Forman parte de esa selecta lista de grupos españoles que marcaron a varias generaciones.
Al final va pasando el tiempo y las cosas van cambiando, sobre todo estos últimos años desde el impacto en las redes sociales. Cuando empezamos nosotros también empezaba YouTube en España. Ha cambiado todo tanto que, cuando ves que en tu público hay gente de todas las edades, no entiendes bien cómo ha sucedido, en qué momento tus canciones pasan de una generación a otra sin que te des cuenta.
Yo lo veo como una suerte porque al final sigues estando ahí, sigues produciendo discos y canciones, sigues conectado. Eso es que te has adaptado, que es lo más difícil: conseguir mantenerte. Yo lo vivo con mucha humildad. De verdad. Somos unos privilegiados.
"Creo que las canciones no se pueden hacer a la velocidad a la que se están haciendo"
Desde los inicios de YouTube a las tendencias de TikTok han cambiado mucho las cosas, pero se han mantenido. ¿Ha habido una estrategia de conversión?
Bueno, es que, por definición, nuestra manera de trabajar es mucho más lenta. Todo está basado un poco en mi personalidad. No hay una estrategia. Igual que el roble no puede dejar de ser roble, yo no puedo dejar de ser quien soy. En general, no soy una persona rápida. Creo que las canciones no se pueden hacer a la velocidad a la que se están haciendo. No se puede. Se pueden fabricar, pero no son canciones. No están hechas desde un fondo muy, muy verdadero. Porque eso cuesta, no es tan sencillo.
La fórmula para nosotros es seguir produciendo canciones que consigan impactar lo suficiente en la persona como para que luego las quiera cantar. Nosotros hacemos canciones para que sean cantadas, no para estar en una playlist, en una fiesta o para ser escuchadas o bailadas. Lo respetamos mucho, pero nuestro interés es que la canción sea cantada porque para mí significa que has conectado con la idea que subyace a la canción y que la has hecho tuya. Esto también responde a la barbaridad de dispositivos que hay en la escucha, en los teléfonos móviles, en la inmediatez... Yo lo describo, no lo juzgo. El mercado ahora va por otro lado, la industria responde más a eso que a la parte más artesanal de la que yo te estoy hablando.
¿Es ese proceso artesanal lo que permite que una canción se convierta en himno, que trascienda?
Eso es una suerte. Cuando trabajo con artistas que están empezando les digo hay una responsabilidad que subyace a tu trabajo. Si llegas a la gente entras a formar parte de la cultura musical de un país. Eso son palabras mayores. Eso es una suerte, no se puede premeditar. O sucede o no sucede.
En nuestro caso hay una particularidad, que es que nuestros temas son poco habituales. A mí me gusta mucho más hablar del sí que del no, de la presencia que de la ausencia. Y eso es muy raro en música pop. La identificación siempre suele hacerse con la herida, con la ausencia, con el desamor. Y yo llevo veintitantos años enamorado y estoy bien. También puedes escribir sobre filosofía, El secreto de las tortugas es una canción que habla de filosofía. No es muy habitual, ¿no? Por eso me siento doblemente privilegiado en el sentido de que mis intereses siguen interesando y siguen siendo válidos incluso en un festival a las tantas de la noche.
"Si llegas a la gente entras a formar parte de la cultura musical de un país. Eso son palabras mayores"
Con una forma de trabajar tan alejada de la norma, ¿hay veces que se siente un bicho raro?
Te diría un bicho murciano (ríe).
M-Clan, Maldita Nerea, Viva Suecia, Arde Bogotá... quizás deberíamos acuñar 'bicho murciano'.
Sí, Murcia es muy creativa. Siempre lo ha sido. Yo no me siento tan identificado con esa parte de bicho raro, aunque a veces lo he oído mucho porque, al final, todo el mundo hace colaboraciones, y nosotros no. Todo el mundo cuenta su vida en redes sociales, y nosotros no... Para mí es que lo disfuncional, es lo otro. No sé si me explico.
Le pregunto esto porque es curioso cómo Maldita Nerea es un grupo con un sonido muy característico y reconocible, pero no lo es así tanto su imagen, su cara. Siempre ha remarcado la importancia que tiene para usted el anonimato, la privacidad.
Sé que es muy raro, pero para mí lo normal es salir a la calle y ser anónimo. Cuando lo he hablado con compañeros que son hiperfamosos, no hay ninguno que no lo envidie. A lo mejor tienen más facilidad para vender en horas un WiZink Center, pero pagarían lo que fuera por irse de vacaciones y no tener un paparazi en la puerta. Eso no tiene precio.
¿Qué es lo raro aquí?, ¿Qué es lo distópico? La pregunta de antes tiene más miga de lo que parece. Yo no me siento mal ni bien, pero es que me parece que tiene mucho más sentido común ser libre y poder hacer lo que quieras sin que nadie me juzgue, aunque signifique vender menos. Tienes que ser más creativo que el resto, tienes que hablar de cosas que no habla nadie, pero eso es un alimento para el ingenio.
Yo en el último WiZink el taxista me preguntó quién tocaba y le respondí 'No lo sé' (risas). Para mi ser anónimo es una bendición.
"En el último WiZink, el taxista me preguntó quién tocaba y le respondí 'No lo sé'. Para mi ser anónimo es una bendición"
De hecho, el nombre del grupo nace de lo complicado que es vivir de la música. Maldita Nerea es una referencia a ello.
Yo en aquel momento hacía las cosas de manera inconsciente, pero sí que tenía claro que no quería ser conocido. Si te pones a ver, Maldita Nerea es mucho más independiente de lo que parece, aunque esté con multinacional. Al final te escondes detrás de una marca que no eres tú, que no es tu nombre y detrás de un símbolo (la tortuga). Eso, al final, son dos filtros y responde a una inseguridad mía de decir 'No estoy preparado para la fama'. Yo no quería perder mi anonimato.
Y, a pesar de rehuir de esos nuevos formatos y esa vorágine en la que se desarrolla la industria, Maldita Nerea ha logrado conquistar al público joven que, a priori, no sería el más sencillo de conquistar bajo esa filosofía.
Muchas veces te preguntan por fenómenos que están pasando en la actualidad y, yo siempre lo veo y digo, no estamos tan lejos de lo que ha pasado con Taylor Swift. Al final esa chica en la pandemia hizo dos discos de folk hablando de sí misma. No era un trending en ese momento, no era lo fácil hacer raíz. ¿Y cuál ha sido la respuesta? Dos de los discos más escuchados de la historia. Al final es una canción que cuenta una historia para que otro se sienta identificado con ella. No estamos tan lejos.
Es lo bonito de la música, que es tan gigantesca y tiene tanta capacidad de conexión, que si tú eres capaz de conectar contigo mismo y plasmarlo en tres minutos, que es lo que dura una canción, ya tendrás un hueco. Ahora tienes que seguir alimentándolo.
"Si tú eres capaz de conectar contigo mismo y plasmarlo en tres minutos, que es lo que dura una canción, tendrás un hueco en la música"
En los últimos años grupos y artistas referentes en el pop de los 2000 como Maldita Nerea, La Oreja de Van Gogh, Dani Martín y muchos otros se han colocado a la cabeza de festivales. El público sigue aclamándoles y los programadores les incluyen en sus proyectos. También hay parte de reconocimiento a la trayectoria en ese sentido.
Es natural que suceda, son bandas que tienen un cancionero potente y es muy difícil que no se llene. Al final es un activo muy grande. Los cancioneros son no un hit, sino muchos hits en varias décadas diferentes. Eso es un contenido de mucho valor y los buenos programadores lo saben. Tienen que mediar con la parte trending de lo que está de actualidad y que te va a generar mucho impacto por un artista que esté ahora on fire, pero tú también sabes que si te traes a La Oreja de Van Gogh es caballo ganador.
En los festivales los artistas suelen hacer gala de sus grandes éxitos, pero ¿habrá tiempo también para sus proyectos más recientes como Manual para seres maravillosos?
Nosotros nos movemos más por lo que le interesa al público que por lo que nos interesa a nosotros, porque lo que nos interesa a nosotros es que ellos canten. Entonces, si es un tema nuevo, las posibilidades de que sea cantado son más bajas. Tienes que pensar en el público más que en ti. La mayoría del público nunca nos ha visto y no le puedes poner una canción nueva que te apetezca y privarles de una que seguro que saben. Yo soy partidario de, por empatía, darles lo que quieren escuchar.
A lo largo de la entrevista ha profundizado en la educación, los modelos de consumo y la juventud. De formación es terapeuta y maestro de Audición y Lenguaje, aunque finalmente ha terminado desarrollando una carrera musical a paso lento, calmado, con cariño. Tirando de fábula, ¿la tortuga siempre le gana a la liebre?
La tortuga gana siempre. Al final te das cuenta de que la liebre no existe. Todos tenemos que seguir nuestro ritmo. En el mundo de la educación, si no eres tortuga no has entendido nada. El cerebro humano tarda mucho en esculpirse, el proceso educativo humano es tan largo y lento... esa fábula es maravillosa por eso. Yo siempre he sido tortuga y eso te sirve para ganar. Ser tortuga siempre, siempre suma.