A sus 45 años, Fran Perea regresa a A Coruña para actuar como parte del Recorda Fest. Un festival en el que compartirá escenario con grandes nombres de la escena musical como La Oreja de Van Gogh, Amaral, o Maldita Nerea.
El artista malagueño actuará el próximo 7 de septiembre en el Muelle de Batería, buscando dar a sus fans un concierto lleno de energía e intentando emocionar a la gente con sus canciones más conocidas. Sobre su concierto, su último trabajo y mucho más, ha hablado con Quincemil.
¿Es su primera vez actuando en A Coruña?
No, había estado hace muchísimos años. Toqué en el Coliseum, pero no he vuelto desde entonces. He estado en otros formatos estos últimos años por Galicia, pero A Coruña se me estaba resistiendo bastante.
¿Qué recuerdos tiene de aquellos conciertos?
Muy buenos, porque tengo muchos amigos en A Coruña, he ido muchísimo. Tengo un buen recuerdo porque fue un concierto rodeado de gente querida.
¿Qué espera del público el día 7?
Espero que sea una fiesta. En general, todos los conciertos de esta gira lo están siendo, la verdad. Están siendo conciertos muy divertidos, concierto karaoke total y tenemos muchas ganas. Son canciones que hemos recuperado para este proyecto, que marcaron de alguna manera generacionalmente a un país donde la gente viene con ganas de pasárselo muy bien. Como se ha hecho esperar tanto la vuelta a A Coruña, espero que sea una celebración y una fiesta.
Después de unos años de silencio musical, en 2018 volví a la música de una manera tranquila y sosegada. Todo lo contrario a mi entrada en el panorama musical hace 20 años. Ha sido un proceso bonito, coger la guitarra y recorre salas, teatros, garitos...
¿Y qué puede esperar el público de su concierto?
Se producen cosas muy interesantes en los conciertos. Es una energía muy bonita en general y muy emocionante porque ves a gente que se emociona con algunas canciones, que se deja la voz. Es bonito, hay gente de todas las edades. Va a ser bonito.
Está de gira con su disco Uno más uno son 20, que salió en 2023. ¿Cuál era la intención de ese álbum?
Digamos que, después de unos años de silencio musical, en 2018 volví a la música de una manera tranquila y sosegada. Todo lo contrario a mi entrada en el panorama musical hace 20 años. Ha sido un proceso bonito, coger la guitarra y recorre salas, teatros, garitos... Ha sido un proceso que ha ido muy poquito a poco.
Este disco, Víctor Elías y yo decidimos producirlo porque la vida hay que celebrarla. 20 años de la serie que nos dio a conocer al gran público y de unas canciones que fueron bastante especiales para nosotros en aquella época. Ha sido intentar hacer una foto de la música pop de nuestro país en estos 20 años y traer al disco a gente que conozco bien, de mi generación y que participaron de alguna manera en toda la creación musical de aquellos años.
Luego, un grupo de gente joven que un día decidió dedicarse a la música porque había escuchado alguna canción nuestra o había visto Los Serrano. Junto a un grupo muy bonito en el disco y me siento muy halagado y afortunado de haber podido hacer estas canciones con ellos.
De hecho, en el disco hay una canción con La Oreja de Van Gogh, actúan el mismo día en el festival. ¿Les veremos juntos en el escenario?
No lo sabemos. Estamos esperando la escaleta para saber si podremos cuadrarlo, pero estaría muy bien, sería muy bonito, evidentemente. No depende de nosotros.
¿Considera que le han encasillado con Uno más uno son siete por así decirlo o es algo que guarda con cariño?
Es la canción que más cuido. Siempre digo que es como si vas a ver a los Beatles y no tocan Let it be. La tengo con mucho orgullo. Siempre digo lo complicado que es dedicarse a este trabajo. Es complicadísimo dedicarse a la música y, en mi caso, también a la interpretación.
Hay gente que dedica toda su vida a esto y no tiene un solo éxito. Yo tengo la suerte de tener una canción emblemática. Luego tengo muchas otras, porque a la gente en los conciertos le encanta La vida al revés, La chica de al lado, Mi corazón... Pero tengo la suerte de tener una canción que es emblemática y que forma parte de la memoria de este país. Me siento halagado, orgulloso e intento cuidarla lo máximo posible, en los conciertos casi siempre le hago un ritual, algo divertido antes de tocarla.
Hoy en día vivimos cosas que ya trascienden poco, porque va todo tan rápido que nada queda
Cuando estaba en Los Serrano, ¿prefería la parte musical o la interpretativa?
La verdad es que de todo. Viéndolo con el paso del tiempo, me parece digno de admiración lo que hicimos. Era muy complicado y se hizo muy bien. Metimos un personaje que hacía la banda sonora de la serie, esas canciones se iban construyendo y colocando en las tramas y las tramas se iban haciendo en función de las canciones. Era muy curioso y me lo pasaba muy bien, aunque también era muy exigente, pero muy divertido.
Usted que lo vivió desde dentro, ¿qué le pareció el final de la serie?
Fue el final que fue y ya no se puede cambiar, pero ha trascendido. Hoy en día vivimos cosas que ya trascienden poco, porque va todo tan rápido que nada queda. Podemos sentirnos orgullos de que Los Serrano trascendió en muchos aspectos.
En mi caso, llevaba dos años fuera de la serie, me llamaron para ir al último capítulo y fui con todo el amor de mi corazón. Estamos acostumbrados a no juzgar prácticamente los guiones, no estás todo el día peleando con los guionistas. Me gusta ser obediente y leer las cosas sin juzgarlas. Lo recuerdo con mucho cariño porque fue volver al equipo, volver a ver a mis compañeros. No lo viví como algo de decir "¡ostras! ¿Esto qué es?" Queda como anécdota.