Chris Isaak conquistó al público de A Coruña con un delicado acústico en el que no faltaron sus grandes temas. El cantante estadounidense demostró ante un entregado auditorio del Palacio de la Ópera por qué, después de tres decadas de trayectoria, su voz sigue llenando cualquier espacio.
Recibido con una gran ovación, Chris Isaak deleitó al público con un concierto lleno de energía. Un público al que quiso ver pidiendo que se encendiesen todas las luces y al que agradeció estar presente, bromeando sobre la importancia de que la gente vaya a ver conciertos en directo para que él pueda lucir sus trajes y sus músicos, tener un trabajo.
El artista deleitó al auditorio interpretando sus temas mientras recorría los pasillos, saludando a los asistentes. "Esta es mi gente", les dijo a sus músicos. Y es que Chris Isaak caminó en varias ocasiones entre las cientos de personas que asistieron a su recital de talento del estadounidense y su banda.
I want your love, Wicked game, Oh Pretty Woman, Only the lonely, Blue hotel o Baby what do you want me to do fueron algunos de los grandes éxitos que sonaron ayer. Temas que hicieron que el público pasase de bailar de pie a escuchar con atención lo que la voz de Chris Isaak iba recitándoles. "Si os gustan las canciones tristes, tengo un millón", bromeó el artista.
Uno de los momentos más especiales de la noche fue cuando el bajista, Roly Salley, interpretó Killing the blues. La banda, además, se atrevió a interpretar una canción en castellano antes de invitar a las personas enamoradas del auditorio a abrazar a su pareja mientras sonaba Can't help falling in love with you.
Poco más de una hora después de empezar, la banda dejaba el escenario ante una inmensa ovación. Chris Isaak regresaba un par de minutos después con un traje plateado brillante para interpretar la mítica Baby did a bad bad thing. Lo hizo acompañado sobre el escenario de varias personas del público que vivieron un momento muy especial junto al artista justo antes de que sonase Give it up.
El batería Kenney Dale Johnson salió al frente del escenario para interpretar con Chris Isaak y sus compañeros The way things really are ante un auditorio que escuchaba en pie. Terminaba así un concierto inolvidable para los fans de este genio del rock que hizo con su actuación un repaso a su carrera musical y a la banda sonora de millones de personas.