Juan Aguirre, de Amaral: "En A Coruña tenemos la sensación de tocar en casa"

Él es la mitad de Amaral. Juan Aguirre (San Sebastian, 1969) conoció a Eva Amaral en 1992 en Zaragoza. Desde entonces no se han separado encima de los escenarios. Siendo adolescentes, empezaron tocando versiones de otros grupos en locales de Zaragoza. Pero un día dieron el salto a lo fama con Amaral.

Cada concierto es como "un cortocircuito", "como una especie de trance", confiesa Juan Aguirre a Quincemil antes de tomar rumbo a la ciudad de A Coruña, donde tocarán este sábado en el Coliseum.

"Volver a A Coruña es reencontrarte con mucha gente", asegura Aguirre, quien aprovecha sus visitas a la ciudad herculina para acercarse a la tienda de un amigo y hacerse con nuevas guitarras y comprar algún que otro accesorio musical.

A Coruña es más que un lugar de paso para Amaral, es una ciudad "muy cercana". Aquí tienen "la sensación de estar tocando en casa", asegura Juan Aguirre en una entrevista que concede a este diario unos días antes de subirse, una vez más, al escenario del Coliseum.

¿Preparados para el concierto?

Sí, hay muchas ganas por parte de todo el equipo. No solo de nosotros dos, sino de todo el equipo. Esto es una labor de equipo: hay gente encargada de la escenografía, técnicos de sonido, la banda… Con muchas ganas de llegar al Coliseum, probar sonido y hacer el mejor concierto que podamos.

Ya sois unos veteranos en A Coruña. ¿En cuántas ocasiones habéis tocado en esta ciudad?

Hemos tocado desde que grabamos el primer disco y no nos conocía casi nadie. De aquella tocábamos en sitios pequeñitos. Después en cada gira creo que hemos pasado por A Coruña, donde tenemos un montón de amigos. Conocemos bastante la ciudad. Realmente hemos estado en A Coruña no solo para tocar, sino que hemos pasado tiempo allí porque es una ciudad muy cercana para nosotros.

¿Qué tiene de especial el público de A Coruña?

Desde el principio hemos sentido que era musical y bastante entusiasta. Había una sensación de estar tocando como en casa. En general Galicia se parece bastante a nuestra tierra. A pesar de que somos del interior- de Zaragoza- y no hay mar ni es tan verde, hay algo similar en el carácter.

También que los seres humanos nos parecemos mucho más de lo que creemos, con independencia del idioma y del país en el que vivimos. Hemos tocado por Europa y realmente no hay tantas diferencia entre un gallego, un alemán, un argentino o alguien de Aragón. Yo creo que el hecho de viajar te da la sensación de que el mundo es más pequeño y de que los seres humanos somos muy parecidos.

Venís para presentar vuestro nuevo trabajo, ¿cuál es el hilo conductor de ‘Salto al color’?

No somos muy buenos auto analizándonos. Salto al color es un disco con 13 canciones. Doce de ellas son nuestras y otra es ‘Ondas do Mar de Vigo’, que la utilizamos como introducción al primer adelanto del disco que se llama ‘Mares igual que tú’. Es música tradicional de Martín Códax. El hilo conductor son las bases rítmicas, las canciones, las letras…

¿Qué tiene de diferente respecto a vuestros anteriores trabajos?

Todos los discos son diferentes al anterior. En Amaral tenemos una identidad, pero en todo disco hay elementos que nunca hemos utilizado. Es la evolución natural de una banda.

Una de vuestras canciones, ‘Nuestro Tiempo’, habla de vivir el momento, ¿echáis de menos algo de vuestros comienzos?

Nos solemos hablar del grupo. El origen de la canción es para dejar atrás los fantasmas del pasado y vivir el tiempo que te ha tocado. De eso va la canción.

¿Cuál es el secreto para seguir unidos después de tanto tiempo?

La verdad que no hay secretos ni un plan preconcebido. Mucho es fruto del azar, y el público es quien ha hecho que el proyecto creciera. Si hubiéramos hecho un plan para planear (valga la redundancia) todo esto no habría salido. Básicamente hacemos lo mismo que cuando éramos adolescentes.

Eva y yo nos conocemos desde que éramos muy, muy pequeños. Desde la adolescencia en Zaragoza, cuando hacíamos versiones e íbamos a conciertos. Nos movíamos por los bares en los que tocaban grupos. Ahí está el origen de todo lo que vino después. Somos bastante impulsivos y no muy racionales a la hora de tocar. Siempre nos ha gustado tocar con mucha energía. Cuando subimos al escenario hay una especie de cortocircuito y es como entrar en un estado de trance.

Uno de vuestros último videoclips lo grabasteis en la Ribeira Sacra. ¿Qué tal fue la experiencia?

Habíamos conocido, sobre todo Eva, la zona de la Ribeira Sacra, los Cañones del Sil… y de pronto todo cuadraba. Allí grabamos una canción con un toque bastante céltico, que es ‘Halconera’. Es un videoclip que se imaginó Eva como si los ojos de la cámara fueran un ave que se eleva. Yo creo que lo vamos a utilizar en el concierto de A Coruña: cuando toquemos esa canción, lo proyectaremos.

Toda la gente que viene de nuestra tierra, Aragón, se queda más con las costa de Galicia, pero el interior es bastante atómico. Tienes paisajes perfectos para perderte y escribir canciones.

Tenéis una canción con el nombre de una de las playas de A Coruña, Riazor ¿Cómo surgió la idea de crear esta canción?

No es premeditado, simplemente surge. Una guitarra, unos acordes y la canción fluye. Después la ubicas en un espacio que te llama la atención y que tiene un poder de sugerir cosas. Las canciones las ubicamos en espacios geográficos concretos, lo que pasa que muchas veces no las titulamos con el nombre de un lugar.

Riazor surgió de una forma absolutamente casual. Si no hubiéramos pasado mucho tiempo en Galicia, y concretamente en esta ciudad, no hubiera surgido. Yo creo que esa canción también va a sonar en el Coliseum (risas).

En el concierto tocareis algunos temas de siempre, ¿no os cansaseis de tener que repetir temas?

Las canciones que aparecen en los conciertos no suenan de la misma manera. Tenemos ocho discos, no son tantos. Realmente Amaral llegó a un público muy amplio en el tercer disco. Fue un proyecto que fue creciendo muy poco a poco, de boca a oreja. Ocurrió como en el 2002/2003 y, aunque haya pasado mucho tiempo, realmente son solo ocho discos. En el concierto va a sonar casi al completo ‘Salto al color’ y vamos a recorrer todos los discos. Va a ser un concierto largo, eléctrico e intenso. Esperamos dejarnos la piel en el escenario.

Después de tantos años en el panorama musical, ¿todavía os ponéis nerviosos cuando os subís a un escenario?

Sí, claro. La sensación de excitación es consustancial al hecho de subir a un escenario. Es normal. Yo creo que todo cambia en cuanto agarras la guitarra y empieza a sonar la música, pero el momento previo es de excitación y de nervios. Nervios positivos.

¿Aprovechareis la visita para recorrer la ciudad de A Coruña?

Sí. Tenemos amigos allí. Yo, además, suelo comprar guitarras y efectos de sonido en una tienda que regenta un amigo. Volver a A Coruña es reencontrarte con mucha gente, a veces gente que ni siquiera conociste en esa ciudad.