Editorial Terra A Nosa: Vestidos de novia con guiño a los trajes tradicionales gallegos
En este editorial surgido a raíz de un vestido nupcial de la modista ferrolana con atelier en Santiago, Ana Prados, se potencian al máximo "nuestras raíces gallegas, cultura y tradiciones"
30 enero, 2022 06:00Vestidos de novia inspirados en el rural gallego con guiños a las tradiciones añadiéndoles zocas o calcetines de lana. Este es el planteamiento del editorial Terra A Nosa, una especie de campaña de publicidad cuyo objetivo es captar clientela mediante una sesión fotográfica o trabajo audiovisual en el que colaboran diferentes profesionales del sector nupcial.
Una de las artífices de esta innovadora propuesta (entre otros profesionales como Lucía Gutiérrez, David Balseiro, Daniel Santalla, Había una vez ceremonia y eventos, Marina Allegue, Días felices eventos, Alberto Geada, Fogar do Santiso o Catumartinez Vídeo) es la modista y diseñadora ferrolana de vestidos de novia y ceremonia, Ana Prados, que abrió un atelier hace un par de años en Santiago. A sus 37 años, divide sus días entre su labor en el atelier e impartir clases en su propia academia orientadas a niños o gente de mediana edad que quiere aprender a coser y así hacer su ropa, además de a gente que quiere ser profesional del sector pero no enfocarse a la rama industrial, sino formarse en confección a medida con acabados de alta costura.
La confección confiesa que "es algo que llevó siempre dentro", pero su formación profesional inicial fue como pedagoga, profesión que llegó a ejercer durante unos años. Posteriormente se enfocó en clases de patronaje y confección en la búsqueda de nuevas salidas laborales, una afición que tomó forma con su propia marca de tocados y complementos.
Cortinas antiguas o tejidos descatalogados en los vestidos
El editorial Terra A Nosa surgió a raíz de un vestido de su primera colección de novia inspirado en la Belle Époque, en el que a medida que lo iba haciendo le iba metiendo cada vez más guiños al traje tradicional gallego. De este modo, decidió crear una editorial en la que se potenciaran al máximo "nuestras raíces, cultura y tradiciones" y todo con gente de Ferrol porque es donde ha nacido y crecido.
Otra de sus pretensiones era dar a conocer a otros profesionales del sector nupcial mientras recuperaba tradiciones gallegas como la Regueifa (un diálogo cantando con ironía y buen humor, una forma de improvisación en la que domina la "retranca" gallega) y muchas tradiciones no conocidas que se hacían en las bodas de antes. Para los seis vestidos de novia que forman parte de su primera colección ha utilizado todo tipo de materiales: desde cortinas y manteles antiguos hasta esquineros de servilleteros de encaje de Camariñas o stocks de tejido descatalogados con aire antiguo, al margen de otros de tapicería.
Sobre el vestido que protagoniza el editorial, Prados reconoce que "varias novias le han contactado porque quieren algo similar" y apunta que en él ha incluido varios guiños a la comunidad como las zocas o calcetines de lana para el traje masculino. "El vestido gusta en Galicia y fuera y quise potenciar el enganche que tiene la gente con esta prenda", explica, a lo que añade que sí le salieron trabajos a raíz de que Terra A Nosa saliese a la luz y que incluso le contactaron mujeres asturianas interesadas en sus vestidos, dado que indica que el traje tradicional gallego y asturiano tienen bastantes similitudes.
Técnicas de costura puras y artesanales y sistema de patronaje
"Todos los diseños que hago llevan algo de mi personalidad aunque me centre en los gustos de la clienta, porque tienes que tocar en su tecla para el vestido que quiere", asegura Prados. La modista usa técnicas de costura muy puras y artesanales y un sistema de confección "de toda la vida". "Sigo hilvanando, haciendo puntos flojos, patrones a medida…Es una confección muy artesanal y cuidada, de calidad", argumenta.
En el atelier son dos modistas "con ambiciones reales". "Hasta que le veo un brillo especial en la cara a las novias no paro, hago decenas de montajes en el maniquí. Son vestidos que se planifican con un año o seis meses de antelación y se llevan a cabo entre seis y ocho pruebas", concreta, a la vez que detalla que al inicio de sus creaciones utiliza gasas para las primeras pruebas en escotes y mangas, a los que posteriormente hace ajustes además de modificar el patrón.
"Cuando está el vestido prácticamente creado vas jugando con el encaje o lo botones y las mujeres disfrutan este proceso más que probarse vestidos en tiendas, ya que así son partícipes y los hacen ellas mismas a través de mis manos", cuenta orgullosa.
La idea de crear su academia surgió tras más de una década formándose en el sector y porque comprobó que "en Galicia era complicado formarse", algo que considera "ilógico con una cuna de confección tan grande como Inditex y otras grandes marcas de la comunidad", expresa. En su centro ofrece una titulación no homologada pero basada en un sistema de patronaje con mucho reconocimiento dentro del sector. A mayores, cede espacios de sus instalaciones para workshops que se celebran cada poco tiempo como por ejemplo el reciente taller de corsetería con José Carlos Herrera, un profesional con más de tres décadas en la profesión; o el de la sastrería Serna de Madrid.