Las despedidas son duras y decir adiós a las mascotas es un momento delicado. Los perros nos acompañan en momentos importantes de nuestra vida y cuando nos dejan, llega el momento de decidir qué hacer y cómo gestionar su marcha no solo a nivel emocional.
La mayor parte de los ciudadanos del área coruñesa opta por cremarlos y llevarse las cenizas a casa o esparcirlas en algún lugar especial, mientras que otros los entierran en un terreno propio o ajeno donde poder visitarlos. Y es que A Coruña no dispone de cementerios para perros: en Galicia solo hay dos, Anicura Abros Hospital Veterinario en Ourense y Raízes en Vigo.
La nueva Ley de bienestar animal señala respecto al fallecimiento de una mascota que su baja deberá ir acompañada del documento que acredite que fue incinerado o enterrado por una empresa reconocida oficialmente para estas tareas. Así, los dueños deberán entregar el número de identificación del animal, nombre y apellidos de su responsable o los datos de la firma que lo cremó.
La cremación o el enterramiento son las dos opciones que tienen las personas que deben decir adiós a sus mascotas en A Coruña. Existen alternativas, sin embargo, para aquellos que no están preparados para la despedida: el alquiler de nichos. La vida es huella dispone de este servicio en sus instalaciones en Culleredo.
El Parque del Recuerdo de La vida es huella
"Nosotros somos el único crematorio de Galicia que tiene dos hornos porque ha crecido mucho nuestra actividad", explica la responsable de La vida es huella, Patricia Montejo. Las instalaciones también cuentan con dos salas de tanatorio donde los dueños se despiden de sus mascotas antes de la incineración y con el Parque del Recuerdo.
Este espacio permite a los dueños de los perros fallecidos dejar las cenizas de sus mascotas en un nicho alquilado durante un año o hasta que estén preparados para llevárselas. Montejo explica, sin embargo, que el 95% de sus clientes opta por llevarse las urnas directamente o transformar las cenizas de sus mascotas en joyas.
"Las joyas con cenizas, y también con pelo, es una actividad que está creciendo muchísimo para guardar un recuerdo", explica la propietaria de La vida es huella, que indica que han llegado a recibir encargos de otros puntos de España y añade: "Hay gente que viene solo a incinerar para hacerse una joya".