Los platos de cuchara comienzan a apetecer más que nunca con la llegada del frío. No hay nada mejor que un buen caldo gallego o una sopa de ajo para entrar en calor mientras vemos la lluvia caer desde la ventana. El lacón con grelos y el cocido son otros guisos típicos de la temporada de otoño, aunque tampoco nos podemos olvidar la sopa de cebolla con huevo campero.
Las recetas tradicionales de las abuelas gallegas son perfectas para los meses más fríos del año. Son sabrosas, nutritivas y, además, están elaboradas con ingredientes de proximidad, como verduras, legumbres, pescados y carnes. Si estás buscando innovar con alguna receta nueva, pero no te quieres complicar mucho porque piensas que la cocina no es lo tuyo, hoy te mostramos un plato que es muy fácil de hacer y te encantará.
La crema de verduras es una opción perfecta para entrar en calor y puede llevar todo tipo de verduras: calabacín, berenjenas, espárragos trigueros, zanahoria, espinacas, alcachofas, champiñones... Como otras recetas tradicionales de las abuelas gallegas, lo ideal es utilizar ingredientes de temporada para aprovechar al máximo el sabor de los alimentos y ahora en otoño, no hay nada mejor que una crema de calabaza y puerro.
Halloween, la noche más terrorífica del año, está cada vez más cerca y cada vez son más adeptos que se suman a esta fiesta de origen celta con más de 2.000 años de antigüedad. Las calabazas ocupan ahora las estanterías de los supermercados esperando ser compradas y, posteriormente, decoradas con motivos aterradores para la noche del 31 de octubre, pero una vez que concluya la fiesta y para no desperdiciar este alimento, podemos utilizarlo en una rica crema o en cualquier otra receta.
La calabaza es el ingrediente estrella de este plato típico del otoño, y para conseguir un sabor profundo, no hace falta ser un experto en la cocina, si bien hay otros ingredientes, con un perfil nutricional muy interesante, que también podemos incorporar a la receta: puerro, patata, zanahoria y aceite de oliva virgen.
¿Cómo preparar la crema de calabaza y puerros?
La lista de ingredientes dependerá de nuestros gustos y preferencias, pero en esta ocasión vamos a utilizar los anteriormente citados para la elaboración de una crema de calabaza que te enamorará. También deberemos tener a mano pimienta negra, sal y nata líquida para montar 35% M. G. Este último ingrediente aporta un extra de cremosidad a la crema, aunque es opcional y se puede sustituir por quesitos.
Coge boli y papel o guarda este artículo en favoritos porque a continuación te mostramos las cantidades y los pasos que debes seguir para conseguir la mejor crema de calabaza y puerros:
- 400 gramos de calabaza
- 2 o 3 puerros
- 1 patata grande
- 1 zanahoria
- 100 ml de nata líquida para montar 35% M. G.
- Aceite de oliva virgen
- Pimienta negra
- Sal
Pasos a paso
- Limpiamos el puerro y lo cortamos en rodajas gruesas. Podemos aprovechar también la parte verde.
- En una cazuela, echamos un chorrito de aceite de oliva y sofreímos el puerro
- Pelamos y cortamos en dado la calabaza
- La añadimos a la cazuela y removemos
- Pelamos y cortamos el resto de ingredientes, la patata y la zanahoria, y la incorporamos a la cazuela
- Salpimentamos al gusto
- Cubrimos con agua y dejamos cocina a fuego medio-bajo durante 40 minutos
- Trituramos los ingredientes con la ayuda de una batidora y añadimos los 100 ml de nata
- Removemos y rectificamos el punto de sal
- Empleamos y ¡a disfrutar!
Ingredientes muy saludables y nutritivos
Calabaza de otoño
Comer sano no tiene porqué ser aburrido y, a buen seguro, este otoño prepararás en más de una ocasión esta sabrosa crema de verduras. El ingrediente principal es la calabaza, que en realidad es una fruta, al igual que el tomate y el aguacate. Esta posee un bajo aporte en calorías y grasas, mientras que el aporte vitamínico más significativo es el de la vitamina C, un nutriente esencial para el crecimiento y la reparación de tejidos, aunque también cabe destacar su contenido en carotinoides.
El puerro, por otra parte, se cree que procede de Mesopotamia, Egipto, Turquía e Israel, donde se consumía hacia el año 3000 o 4000 a. C. El agua es el componente mayoritario de este alimento. Además, es fuente de fibra y de algunas vitaminas. "No hay cantidades significativas de minerales, pero podemos mencionar el aporte de potasio y fósforo", apunta la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
Los hidratos de carbono son excluidos en muchas dietas de pérdida de peso, pero lo cierto es que son fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo. La patata es fuente de vitamina C y también es rico en potasio, que contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos.
En último lugar, y no por ello menos importante, el aceite de oliva virgen contiene fenoles, un tipo de antioxidante que ayuda a proteger las células de moléculas peligrosas.