Dúbidas, la nueva coctelería de A Coruña para lenguas adultas que quiere revolucionar el sector

La ciudad de A Coruña lleva viviendo varias temporadas una revolución gastronómica, con cada vez más locales que apuestan por propuestas elaboradas, de autor y que renuevan el recetario tradicional. Una evolución, que como ha ocurrido ya en otras ciudades como Madrid o Barcelona, se ha contagiado a la bebida. Así, no solo crecen vinotecas y cervecerías, sino también las coctelerías, que están centradas en ofrecer calidad. Dúbidas, en la calle de la Franja número 3 de A Coruña, abrió para enseñar a disfrutar a sorbos un combinado.

Ana Triñanes

La revolución de los mojitos, caipiriñas y daiquiris de hace unos años hizo de oro a muchos hosteleros y empresarios de la noche, pero un flaco favor al mundo de la coctelería. Un buen combinado nada tiene que ver con chorros de azúcar, que incluso se llegaban a mordisquear; siropes artificiales, con colores imposibles; o decoraciones obscenas, que podían incluir hasta nata montada o un batiburrillo de frutas más propio de una macedonia. El secreto de un cóctel está en el equilibrio, tanto en proporción de alcohol y mezcla como en su intensidad o dulzor.

Eso lo tienen claro en Dúbidas, coctelería que abrió durante el verano con el sobrenombre de ‘tragos feitos a man’. Una declaración de intenciones que tiene que ver, cuenta a Quincemil su propietaria Ana Triñanes, con hacer "elaboraciones desde cero, con productos de gran calidad". Así, elaboran sus propios siropes de frutas o maceran alcoholes con el objetivo de ofrecer propuestas únicas. Además, ocupan mucho tiempo en hablar con los clientes, tanto para saber sus gustos como explicar la elaboración de sus combinados.

La primera carta de Dúbidas, que pretenden ir cambiando con asiduidad, la firma el reconocido bartender Borja Triñanes, familiar de Ana. Es una oferta que se basa en el recetario tradicional, con referencias conocidas como el Moscow Mule, el Old Fashioned, el Negroni o Dark & Stormy. No obstante, también otros clásicos como el mojito y el daiquiri. Y propuestas con un importante peso de las frutas, como el Porn Star Martini, con maracuyá.

Esta oferta más trabajada implica un coste, con precios que van desde los 7,5 a los 9 euros. Sin embargo, Ana confiesa que desde que abrieron ningún cliente se ha quejado de los precios porque entienden que están tomando tragos de calidad. Y que lo hacen, además, en un local tranquilo para disfrutar de la bebida y de la compañía.