El restaurante griego Hellas (Estacada, 2) lleva 19 años en el centro de A Coruña deleitando a centenares de comensales con las más exquisitas especialidades de la cocina griega tradicional con materia prima importada directamente de Grecia. Uno de sus puntos fuertes es que todos los platos están elaborados a base de recetas familiares por Andrea Vastianou, una griega que vino a la ciudad por dos años durante la época en la que trabajaba para Inditex y que se acabó quedando, además de traer también a su madre para que continuase enseñándole recetas ya que trabajó como cocinera.
Su vida cambió cuando tras dejar su trabajo y tomarse un año sabático para pensar, y "decidió hacer algo que amase y le llenara", lo que se tradujo directamente en el nacimiento de este especial restaurante que es el único griego de la ciudad herculina y de toda la comunidad. Según su dueña, suelen venir con bastante asiduidad trabajadores de la embajada griega desde Madrid atraídos por su buena mano para la cocina, aunque reconoce que los comienzos en Galicia fueron algo difíciles "porque hubo que educar a la gente a sabores ácidos, la hierbabuena o el eneldo".
Hellas significa Grecia en griego antiguo y es la palabra que los atletas del país llevaban en el uniforme deportivo. En el establecimiento la base es la cocina tradicional griega y platos típicos de zonas que abarcan desde Atenas al Peloponeso y las especialidades fuera de carta varían cada semana, además de que Vastianou está investigando constantemente sobre nuevas elaboraciones. Musakás, subláki de pollo (pan de pita con pollo a la plancha y vegetales), exojikó (cordero guisado envuelto en masa filo con un toque de romero), papuchákia (berenjena rellena de verdura guisada con albahaca y queso feta hecha al horno) o la ensalada Capadócia (a base de tomate, cebolla, langostinos, perejil, queso feta, un toque de cayena y limón) son algunos de los platos que se pueden encontrar en el menú y la comida debe realizarse al momento, por lo que el Hellas dispone de servicio take away (los miércoles y jueves) y no a domicilio.
"Cocino como si estuviera en mi propia casa"
Vastianou y la camarera y jefa de sala, Teresa Babío, trabajan mano a mano para acercar la cocina griega a los coruñeses a diario y hacen hincapié en que los platos que ofrecen son caseros y que "siempre están en constante búsqueda de diferentes recetas de abuelas, vecinas o amigas". "Cocino como si los comensales estuvieran comiendo en mi propia casa", explica la responsable del Hellas, que destaca también la decoración del local en tonos blancos y azules, muy acorde al aspecto de los inmuebles en las islas griegas.
La materia prima utilizada en el menú como el yogur, las aceites, el aceite de oliva o las hojas de parra les llega directamente de Grecia, mientras que la verdura o la carne provienen del mercado local. La carne picada es elaborada directamente por Vastianou con ternera gallega suprema y la típica tarta de espinacas con queso feta está hecha con nabizas gallegas. El plato estrella es el ságanaki de langostinos, que se sirven con queso feta, salsa de tomate casera y un sofrito de cebolla morada; además de la musaka, que se cocina con puré de patata, carne picada de ternera, berenjenas, bechamel y queso gratinado.
Otras especialidades muy demandadas son el exojikó, un cordero guisado envuelto en masa filo con un toque de romero que se cocina a fuego lento y se sirve con yogur griego como acompañamiento; la spanakópita, que es una empanada griega de espinacas, puerro, nabizas, eneldo y queso feta gratinado con nata o el kokinistó, una variedad cuyo origen está en una receta de su madre y que lleva carne de aguja de ternera suprema con zanahoria y tomate natural que se sirve con puré de patata o pasta griega y requiere una cocción lenta. Este plato gusta tanto que según la responsable del restaurante "ha llegado a hacer seis kilos diarios porque se agota por la alta demanda".
Vastianou subraya que la cocina griega "no es picante ni especiada, sino que usan mucho el orégano como acompañamiento y para dar el toque final". "No sobrecargo la comida con especias, sino que, por ejemplo, a mi bechamel le doy un sabor diferente con canela y nuez moscada, un ingrediente que también lleva el puré. No son sabores pesados", concreta.
Quesos con denominación de origen y popular tarta de pistacho
Los quesos de los platos que se sirven en el Hellas son exclusivos, ya que no se pueden encontrar en Galicia porque son griegos de oveja con denominación de origen propia. A ellos se unen otros manjares como la tarta de pistacho que Vastianou lleva elaborando casi 20 años y que ya es todo un clásico del restaurante, además de ser laboriosa, ya que la cocinera pela ella misma los pistachos a mano para luego añadirles un bizcocho y queso. Para completar el toque dulce, en la carta también está disponible el baklabás, una masa filo rellena de frutos secos con almíbar de miel y canela, o galaktoboureko, una leche frita con almíbar de miel y limón.
La dueña del Hellas asegura que "los griegos son muy fieles a las tradiciones" y ella no es una excepción, por lo que coincidiendo con la celebración de la Semana Santa en Grecia suele elaborar platos típicos, además de seguir la costumbre de romper platos, que en general simboliza abundancia y en las bodas se hace para desear felicidad a los novios. Además, Vastianou apunta que la comida del Hellas es apta para vegetarianos, veganos y hasta celíacos (que deben avisar con antelación para disponer de los alimentos adecuados en el local).
Sobre las bebidas, la oferta del Hellas incluye cervezas griegas como la Mythos (lager), la Fix (lager premium) o la Alfa (más suave y que se bebe muy fría). En cuanto a vinos, destacan tintos de la bodega Tsandalis como el Makedonikos (D.O. Macedonia) y blancos como el Kanenas o el Retsina (aromatizado con resina de pino). Los licores también están incluidos en la carta y los más populares son: el Ouzo (con anís, regaliz y uva), el Mastiha (típico de la isla de Chios) o el Tsípuro (un aguardiente típico de Creta).
Se aceptan animales a la mesa
Según Vatianou y Babío, la relación calidad-precio del restaurante es "buena" y comentan que por un primero, dos segundos, cervezas y postre "se pagan menos de 25 euros por persona y se come bien". Hay especialidades un poco más elevadas de precio como el pulpo porque requiere una elaboración diferente a la típica que se lleva a cabo en Galicia, ya que Vastianou lo cuece en una pota o en el horno al vapor con vino tinto, laurel y pimienta de Jamaica durante una hora aproximadamente.
Asimismo, el restaurante es pet friendly y cuida a los animales igual o mejor que a los propios comensales debido a que las mascotas que visiten el Hellas durante el fin de semana tendrán a su disposición un bebedero y un comedero con pechuga de pollo con arroz y aceite de oliva o incluso cordero. "Todos los animales son bienvenidos, cuantos más mejor", concluyen ilusionadas Vastianou y Babío mientras atienden el turno de comidas.