KohLanta: un viaje por la gastronomía asiática en A Coruña
A Gonzalo Somoza se le ocurrió en Tailandia una idea. Hoy, su restaurante es uno de los locales de moda. Te contamos cuál es su secreto
31 mayo, 2019 15:51En la isla de Koh Lanta se le ocurrió a Gonzalo Somoza una idea. Éste se la contó a sus amigos: "Quiero montar un restaurante de comida del sudeste asiático en A Coruña". Se rieron de él. Ahora puede presumir de que por su establecimiento han pasado casi 100.000 personas en dos años (este domingo celebran su aniversario).
Como homenaje al lugar donde surgió todo, le puso el nombre de KohLanta. Este establecimiento de la plaza de la Cormelana, en plena calle San Andrés, es uno de los locales de moda en la ciudad. Su apuesta va mucho más allá de lo gastronómica. KohLanta "ofrece un viaje de 15 minutos" a Vietnan, Tailandia o Japón.
Su menú está compuesto de platos de estos países, con los mismos productos que se utilizan en su continente. Además, el viaje no solo se aprecia con el gusto. El resto de sentidos también se mimetizan con la cultura asiática gracias a una lograda decoración y al trato distendido de los trabajadores.
El suelo simula la arena de las tabernas orientales, situadas a escasos metros de la playa. Las luces son farolillos tailandeses, que se reflejan en el techo y simulan estar flotando en el aire. La diosa de KohLanta preside el pequeño comedor. Y el mobiliario también ha sido escogido minuciosamente para mantener el estilo asiático del local.
KohLanta nació en A Coruña, pero Gonzalo Somoza ya piensa en volar del nido y expandir el negocio. Además de la clientela, cada vez mayor, también los profesionales se han fijado en este restaurante, que acumula diferentes premios por su diseño, decoración y propuesta. Todo un lujo de sabores exóticos en pleno centro coruñés.
Un oasis del sudeste asiático en plena San Andrés
Dos años ya de vuestra apertura. ¿Podrías hacer un balance?
Un balance súper positivo. Ni en nuestros mejores objetivos podríamos haber imaginado lo conseguido hasta ahora. Sobre todo con un modelo de gestión de hostelería muy diferente a lo que se ve hoy en día. Hemos hecho un equipo que es una familia, una comunidad. El cliente percibe ese buen rollo.
Hemos roto todas nuestras expectativas. En dos años que llevamos aquí, han pasado por KohLanta más de 90.000 personas. A nivel de rotación, es brutal. Hay mesas que ponemos 5 veces por turno. Viene mucha gente también al mediodía a comer, porque nuestro menú le sienta bien. Es todo un éxito. También hemos recibido muchos premios, hacemos eventos en bodas y este año estaremos en O Son do Camiño y en el Resurrection Fest.
¿Cuál es el motivo de que sea un tailandés?
El nombre es KohLanta porque la idea me surgió estando en esta isla tailandesa, pero lo que buscamos es hacer una selección de platos de todo el sudeste asiático (Tailandia, Vietnam, Indonesia, Japón o China), de los lugares por los que he estado viajando. Mis amigos se reían de mí cuando les comenté mi idea. Pero la presenté al premio Incitus y gané el de mejor proyecto de hostelería. Ese fue el verdadero empujón.
En resumen, habéis tenido éxito desde el principio.
Rompimos los moldes desde el principio. Siempre estábamos llenos. Es un modelo muy extrapolable. Estamos pensando en expandirnos por Galicia y fuera. También tenemos en mente otro modelo de negocio con el mismo formato para A Coruña. Funciona muy bien y es rentable.
Esta es tu primera experiencia en un restaurante. ¿Cómo lo afrontaste?
La suerte que tuve es que me rodee de gente súper buena y con experiencia. Mi primera encargada fue clave. Ana, que ahora ha montado el Nana Pancha, es toda una profesional y me ayudó mucho. Después están los camareros y los cocineros, gente con sobrada experiencia en hostelería, que han trabajado en restaurantes con estrella Michelin. Yo aporté el liderazgo y me lo jugué todo a una carta. Entre nosotros, todos somos iguales y buscamos agradar. Adaptamos todo a las necesidades de nuestros clientes. El buen rollo se percibe y se nota. Y ahí están los resultados.
La clave estaría, entonces, en que sois grandes amigos los que trabajáis en KohLanta.
Somos una familia. Nos ayudamos si alguien tiene un problema personal. Trabajamos todos nuestras 8 horas. Ni una más. Colaboramos entre todos. Hubo una ocasión en que una empleada compró un carrito de bebé por Internet. Le llegó hecho polvo, y ella se disgustó mucho. Entre todos, le compramos otro nuevo. Es una de tantas anécdotas y vivencias que podría contar.
Una peculiaridad de KohLanta es que no acepta reservas.
Es algo raro en A Coruña. Eso nos penalizó al principio, con valoraciones negativas en TripAdvisor o Google. Pero nosotros queríamos ser diferentes y planteamos este modelo de gestión desde el principio. Si yo cogiese reservas, no podría pagar a 16 empleados, tendría que cobrar más… Este sistema, que agiliza la rotación de las mesas, permite tener un ticket medio más barato y las mesas llenas. Fue una novedad. y es normal que la gente se sorprenda. Ahora ya no hay tanto problema, los clientes se han acostumbrado. Si tu quieres venir un sábado, que es el día puntero, vas a comer sin problema. Te apuntamos en una lista y te llamamos cuando esté disponible una mesa. Esto es como una taberna asiática. Allí no hay reservas.
Además, está en una zona muy buena para matar el tiempo mientras se prepara la mesa.
Claro, al estar en zona centro puedes muchas opciones para tomar algo mientras no tenemos mesa. Este sistema funciona muy bien y hace que el negocio sea rentable.
¿Cuáles dirías que son las principales virtudes de KohLanta?
Primero, que sacamos los platos volando. Somos muy rápidos. Después, es una comida sana. No usamos freidoras ni microondas. Muchos clientes son trabajadores de la zona, que prefieren venir aquí que comer un menú de fritanga. Al cliente le sienta bien. Al 90 % de la gente les gustan nuestros platos. Tenemos jóvenes que son grupis de KohLanta.
¿Te quedarías con un plato de la carta?
A nosotros nos gusta mucho el Nasi Goreng. Lo hacemos muy bien. Incluso hay gente de Indonesia que dice que le gusta más el de aquí que el de allí. Es un arroz con una mezcla de sabores dulces y salados, muy propios de la comida asiática. Se hace en el wok, que da muy buen sabor, con gambas y pollo. Lleva soja dulce y un picante asiático. El conjunto acaba siendo un plato delicioso. También podemos adaptarlo para personas con alergias o intolerancias. Tanto este, como el resto de nuestros platos.
¿Los cocineros ya tenían experiencia con este tipo de comida?
Ahora hay alguno que sí que vino con experiencia, pero cuando empezamos no. Pero, en realidad, es una comida sencilla. Lo que nos costó es que la gente probase este tipo de platos y nos fuese diciendo qué les gustaba o no. Fuimos mejorando con el tiempo y perfeccionando nuestra cocina.
¿Qué opinas del auge de la comida exótica en A Coruña?
Hay cabida para todo el mundo. Lo único es que hay que hacer las cosas bien. También echo de menos que haya más sitios de comida tradicional. Los típicos a los que ibas con tus padres. Pero para que triunfen hay que hacer las cosas bien. De eso se trata la hostelería, hay que controlar muchas variables. Yo creo que hay un bum del sector en general, no solo de cocina exótica, pero muchos sitios acaban cerrando por no hacen bien su trabajo. A Coruña es pequeña y la competencia es brutal. Así que lo más importante es hacer las cosas bien.
Y como buen hostelero
¿Una bebida asiática?
La cerveza tailandesa Singa me gusta mucho. Eso no significa que no prefiera una Estrella Galicia.
¿Qué estilo de comida elegirías de las que ofrecéis?
Me quedo con el Nasi Goreng y con nuestros baos, que hacemos totalmente nosotros y están buenísimos.
¿Y un postre?
El mochi de yuzu, típico japonés. Es u cítrico y me gusta porque se puede tomar después de comer otros sabores fuertes, porque refresca el paladar.