En las inmediaciones del Hospital Abente y Lago, los Jardines de San Carlos y el Museo Militar de A Coruña se encuentra un negocio gastronómico de los que cada vez quedan menos. Se trata de una taberna tradicional de las de toda la vida con comida casera gallega. Estos son los principales atributos de La Taberna del Chipirón, en la calle San Francisco número 21, que abrió sus puertas hace casi 20 años.
Este establecimiento forma un grupo hostelero junto con el Alcume y O Merendeiro de la calle Galera y uno de los rostros más visibles es el de María del Mar Seijal, la más antigua de la empresa y que regenta desde hace 14 años La Taberna del Chipirón en la Ciudad Vieja.
La principal especialidad de esta taberna tradicional, como su propio nombre indica, es el chipirón. A la plancha es la especialidad de la casa y se acompaña con patata cocida y una salsa especial propia de la taberna de la que solo la responsable sabe la receta. Los únicos detalles que ha revelado se centran en que se emplea ajo, perejil, aceite y un toque secreto con un punto balsámico. A su vez, los chipirones también pueden ser fritos, acompañados de arroz o patata panadera.
Otras opciones son el pulpo, albóndigas caseras con patatas, alitas, empanada, croca o pimientos de Padrón, que figuran en la carta junto a otra de las grandes estrellas del menú como la tapa de tortilla, muy adecuada a media mañana y también como comida por la abundancia de producto que se sirve.
"Por las mañanas se venden muchas tapas y al mediodía raciones y trabajamos mucho con el Hospital Abente y Lago, negocios de la Ciudad Vieja, funcionarios de oficinas de la zona y cruceristas en verano porque muchas excursiones paran aquí", detalla Seijal.
La trabajadora cuenta divertida los momentos que se viven en el local cuando los turistas piden por señas determinadas especialidades tras verlas a otros comensales y concreta que el chipirón que sirven llega desde la Patagonia (territorio entre Argentina y Chile) en cajas de 10 kilos. Para afrontar la demanda diaria, los chipirones se descongelan, se preparan, se limpian y vacían completamente muchas veces en tiempo récord.
Bocadillos de chipirones fritos y desayunos madrugadores
La ensalada mixta o de la casa (bonito, huevo, aceitunas, lechuga, cebolla...) también figuran en el menú, pero los grands triunfadores también son los numerosos bocadillos de chipirones fritos que se despachan cada día. El punto dulce lo aportan postres caseros como tarta de queso, milhoja de crema y nata, flan y queso con membrillo, a los que se une la tarta de la abuela que se trae de una repostería.
"Hace años en este local también vendían chipirones cuando estaba el cuartel al lado y el hospital militar", rememora, mientras pone en valor la relación calidad-precio de La Taberna del Chipirón, que define como "una de las más baratas de A Coruña". Concretamente, la ración de chipirones, que incluye una decena, tiene un precio de 10,50 euros; la ración de pulpo 16,50 euros, las tapas de tortilla o albóndigas 2,50 euros y la tapa estrella de chipirón a tres euros.
Otro de los atractivos del local es la gran terraza soleada de la que dispone y que se aprovecha sobre todo en verano y en cuanto al funcionamiento, aproximadamente se venden unos 20 kilos de chipirón diarios.
El horario de apertura es tempranero, algo que beneficia sobre todo a los sanitarios que trabajan a pocos metros, con el inicio de la actividad a las 07:00 horas y cierre en verano a las 00:00 horas (en invierno a las 23:00 horas) y con domingo y lunes como días de descanso.
Los desayunos también se sirven en la taberna, desde croissant, churros y napolitana de chocolate hasta pulgas de jamón con tomate o tapa de tortilla a partir de las 08:30 horas. Sobre el futuro, Seijal dice orgullosa que hay relevo, en referencia a los tres jóvenes hijos de los responsables del grupo hostelero al que pertenece la taberna."Hay Chipirón para rato", concluye con una sonrisa.