En Lugo la fama turística se la suele llevar la playa de As Catedrais o la muralla romana de la capital lucense. Sin embargo, el interior de la provincia alberga una gran cantidad de joyas que merece la pena visitar al menos una vez en la vida. Bóveda, Castro de Rei, Marce y O Pionerdo son ejemplos que encajan a la perfección, pero en esta ocasión nos vamos a desplazar hasta Os Ancares para hablar de un mágico pueblo situado entre ríos, valles, montañas y bosques.
Un impactante puente medieval
Si estás planeando una pequeña escapada y no sabes muy bien a dónde ir, pero tienes claro que quieres paz y tranquilidad, A Proba de Navia es el lugar que estabas buscando. Es el mayor núcleo de población de Navia de Suarna, si bien en su reducido tamaño esconde una serie de atractivos que poco o nada tienen que envidiar a otros monumentos y paisajes de la provincia.
En la plaza de Chao da Torre, el alma del pueblo, se abre camino un impactante puente del Medievo, al que la tradición popular considera romano, que cruza el río Navia. Pero el otro elemento patrimonial fundamental de la villa, que muestra la importancia del núcleo siglos atrás en el tiempo, es el castillo de los Altamira.
El castillo estaba construido en su interior con una fábrica de mampostería pizarrosa y a él se accedía por una puerta en arco de medio punto, si bien la revuelta irmandiña en 1467 destruyó la fortaleza que posteriormente sería reconstruida por los condes en su planta poligonal. "Aún se conservan restos de los torreones defensivos circulares y parte de la muralla con su adarve", afirma el Concello de Navia de Suarna.
Los alrededores de A Pobra de Navia cuentan con abundantes vestigios prehistóricos, como las mámoas y dólmenes de Ferreirúa y Vilarpandín o los castros de Liñares, Monterrío, Coedo y Larenres. Y en cuento a la arquitectura religiosa, destacan las iglesias de San Salvador de Mosteiro, San Xosé de Muñís, Santo Estivo de Vilarpandín y Santa María de Rao y Barcia.
Por otra parte, la arquitectura típica popular está protagonizada por las pallozas ancareñas, los molinos, los palomares y los denominados cortíns, un tipo de cierre para proteger colmenas.
Naturaleza, paz y desconexión
A Pobra de Navia está rodeada de ríos, valles, montañas y bosques, por lo que es el destino ideal para amantes de la naturaleza. La zona septentrional de la Sierra de los Ancares está repleta de caminos y senderos que permiten realizar multitud de rutas para adentrarse en este territorio.
"El espectáculo natural se completa con la fauna característica del territorio en donde abundan el jabalí, el ciervo, el conejo, la lechuza, el zorro, el gato montés y la ardilla. Podemos disfrutar del urogallo y otra vez del oso pardo".
Cuando las temperaturas comienzan a subir (o las lluvias dan una tregua), el área recreativa de A Pobra es un lugar ideal para pasar la jornada. Dispone de una playa fluvial de aguas cristalinas, con vestuarios con duchas y baños públicos, zona de césped, parque infantil para los más pequeños de la casa y zona de mesas y parrillas para poder almorzar o cenar en el lugar.
"Otras áreas recreativas del municipio que son espacios para el esparcimiento y el contacto con la naturaleza y que cuentan con lo necesario para el descanso son la de As Veigas y O Cochoso, ambas próximas a la LU-722 a su paso por Navia de Suarna".
¿Cómo llegar a A Pobra de Navia?
Un total de 70 kilómetros separan Lugo de A Pobra de Navia. La ruta más rápida para llegar es por la autovía A-6 y la carretera LU-P-0709, con una duración estimada de viaje de 1 hora, si bien también existe la posibilidad de realizar el recorrido completo por la LU-530 (1 hora y 5 minutos). Aquellas personas que no dispongan de vehículo propio tiene la posibilidad de desplazarse en transporte público (autobús), con un par de salidas al día.