La Capital del Turismo Rural es un premio que busca distinguir cada año al mejor destino rural de España así como también dar visibilidad a todos aquellos municipios que apuestan por el desarrollo de este tipo de turismo. En este 2024 dicho galardón ha viajado hasta la frontera entre Galicia y Asturias, a un auténtico paraíso natural conocido como Santa Eulalia de Oscos, que recoge además el testigo de Campo Lameiro (Pontevedra).
Lo cierto es que son muchos los pueblos con encanto que se extienden a lo largo y ancho de esta divisoria natural entre ambas comunidades, desde localidades costeras como Tapia de Casariego o Ribadeo, hasta mágicos rincones del interior más montañoso como Riodeporco, el pueblo de Asturias al que se accede a través de un puente colgante desde Galicia.
En el caso de Santa Eulalia de Oscos, este pequeño concejo de apenas 142 habitantes se encuentra situado en el occidente de Asturias, a apenas diez minutos de la frontera con la provincia de Lugo. La aldea se encuentra enmarcada dentro de la Reserva de la Biosfera Oscos, Eo y Terras de Burón, entre extraordinarios paisajes verdes que muestran al viajero la enorme riqueza natural y paisajística de esta tierra y destino rural.
De hecho, se trata de un lugar ideal para llevar a cabo todo tipo de actividades de turismo activo y rutas de senderismo como la archiconocida Ruta de la Seimeira, una senda que alberga en su recorrido una majestuosa cascada con un salto de agua de más de 30 metros. Además, esta localidad asturiana también conforma un verdadero escaparate en vivo para los oficios tradicionales, representados desde el Conjunto Etnográfico de Mazonovo hasta el Telar de Irene, el taller de los artesanos de Navajas Hyottoko o la emblemática casa natal del Marqués de Sargadelos.
Un pueblo de cuento en el corazón rural de Asturias
La naturaleza es, sin atisbo de dudas, el gran patrimonio de este concejo asturiano enclavado entre valles verdes, frondosos bosques y montañas de perfiles suaves. No es de extrañar, pues Santa Eulalia de Oscos se encuentra ubicada en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera Oscos, Eo y Terras de Burón. Un auténtico remanso de paz y un paraíso para los amantes del senderismo, pues son muchas las rutas que atraviesan estas mágicas tierras. Una de las más transitadas es la bautizada como Ruta de A Seimeira PR-AS 116, un itinerario lineal que sigue la estela del río Agüeiro a lo largo de más de 8 kilómetros desde el entorno del área recreativa de Pumares hasta el Valle del Desterrado, para alcanzar en última estancia una majestuosa cascada con más de 30 metros de caída libre que da nombre a la ruta.
La Ruta del Forcón de los Ríos es otro de los trayectos más destacados de Santa Eulalia de Oscos, cuyo enorme interés natural y etnográfico se extiende a lo largo de 13 kilómetros de recorrido circular entre montañas y ríos. La senda visita lugares como la capilla de Nuestra Señora del Carmen; la Casa de los Lombadero, el Museo Casa Natal del Maqués de Sargadelos o el propio forcón, la confluencia de los ríos Villanueva y Barcia que designa esta ruta.
Otro de los itinerarios que merece la pena descubrir en Santa Eulalia de Oscos es el de la Senda Verde de A Carballeira PR-AS 167, cuyo punto de partida se encuentra en el Centro de Interpretación de la Naturaleza del propio concejo. Se trata de un recorrido circular sencillo, de apenas 4,5 kilómetros, pero que alberga entre sus límites un enorme valor etnográfico y una riqueza paisajística digna de descubrir. La Ruta de La Coba PR-AS 153, con sus tradicionales construcciones para proteger las colmenas (cortines) o el entorno del área recreativa de Ferreira; o la Ruta de A Mina de As Talladas, cuyo recorrido descubre la historia minera del concejo, son sólo algunos de los itinerarios más destacados a la hora de disfrutar del encanto, la historia y naturaleza de la Capital del Turismo Rural 2024.
Historia y tradición en Santa Eulalia de Oscos
La historia de Santa Eulalia de Oscos se construye sobre la tradición. Este pequeño concejo asturiano se enclava en una tierra de antiguos artesanos, herreros, ceramistas y tejedores. Lo más curioso de todo es que la huella de estas nobles profesiones no ha desaparecido, sino que se conserva de una manera muy única y especial. Sin ir más lejos, el conocido como Conjunto Etnográfico de Mazonovo constituye el testimonio vivo de la industria del hierro en este rincón del occidente asturiano, cuyo nombre se debe a un mazo hidráulico de estirar hierro, datado del siglo XVIII, que todavía continúa en funcionamiento mientras los diversos artesanos, más conocidos como los ferreiros de Mazonovo, realizan allí sus tareas habituales de forma tradicional. En el caso particular de este ancestral mazo, otros de los elementos destacados que se preservan son el llamado "banzado" de madera ―único en su especie― y la fragua principal con la "trompa".
Además, al tratarse de un museo, el Conjunto Etnográfico de Mazonovo dispone de visitas guiadas y demostraciones en horarios puntuales, durante los cuales los distintos visitantes pueden disfrutar de una exposición sobre la producción tradicional y una colección de diseños realizados por los herreros, ver el mazo en funcionamiento y conocer su historia, e incluso forjar un clavo al finalizar la visita.
Al margen de este museo vivo, Santa Eulalia de Oscos también es conocida por ser la patria de Antonio Raimundo Ibáñez (1749-1809), más conocido como el Marqués de Sargadelos, el comerciante, ilustrado e industrial siderúrgico que impulsó la afamada cerámica gallega con más de 200 años de historia. Su casa natal ubicada en Ferreirela de Baxo es en el presente un museo que recuerda a su figura, trayectoria y la forma de vida en la Asturias del siglo XVIII.
La ruta de artesanos por Santa Eulalia de Oscos también incluye una parada en las afueras de Santalla, en la tienda-tela de Irene Villar, una tejedora asturiana que trata de recuperar la artesanía tradicional empleando materiales naturales como la lana, la seda, el algodón o el lino. Un dato curioso de esta artesana es que la enseñanza del manejo del telar lo aprendió en la ciudad de A Coruña, donde antes vivía, así como también en el Museo de Grandas de Salime.
En cuanto a los oficios tradicionales se refiere, el de navalleiro es otra de las profesiones que van asociadas al nombre de Santa Eulalia de Oscos, habiendo sido el ya fallecido Antonio Magadán uno de los encargados en su día de recuperar el oficio en el concejo. En el presente, es Hyottoko Artesanía quien mantiene viva la historia de la metalurgia y cuchillería de este concejo desde la tienda y taller dirigida por el cuchillero Jorque Román y la artesana de metal Keiko Shimizu.