Pertenece al nuevo geodestino Ulla-Tambre-Mandeo y cada fin de semana atrae numerosos visitantes interesados por su atractivo entorno natural. Es el Concello de Touro, muy próximo a Santiago, conocido por sus famosas cascadas: la Fervenza das Hortas y la Fervenza do Inferniño.
Sin embargo, Touro esconde otra pequeña cascada, no tan espectacular como la de Hortas y algo escondida, pero con un gran encanto. Para llegar hasta ella hay que recorrer la PR-G 121 Ruta dos Tres Ríos, una de las rutas de senderismo “de moda” en esta zona.
La Ruta dos Tres Ríos de Touro apenas reviste dificultad. Son casi 10 kilómetros de recorrido lineal por un sendero de fácil acceso que parte del área recreativa de Santaia para acabar en el Ponte Basebe, aunque también puede hacerse en sentido contrario. Los ríos Lañas, Ulla y Beseño dan nombre a la ruta.
El área recreativa de Santaia es un buen lugar para dejar el coche, ya que cuenta con aparcamiento. También para hacer un pícnic a la vuelta porque dispone de mesas de piedra junto al río y varias barbacoas. En este punto comienza el sendero que nos lleva hasta el primer punto de la ruta: los Muiños da Carballa.
Para llegar hasta los molinos sólo hay que caminar 2 kilómetros desde el inicio del recorrido, un trayecto que transcurre junto al río. Son dos molinos rehabilitados que aún conservan en su interior la piedra de moler y otros útiles para la antigua molienda. Junto a los molinos hay un banco de madera que funciona como perfecto escenario fotográfico.
Seguimos caminando y en el kilómetro 4 de la ruta aparece ante nuestros ojos un pequeño salto de agua con un nombre muy evocador, ubicado en el lugar conocido como Montes de Fao,. Es el Salto das Pombas, una cascada de 10 metros de altura que se nutre del río Lañas y se deja caer con fuerza por un gran desnivel formando una estampa para el recuerdo.
Seguimos caminando por un bosque de ribera no demasiado frondoso, pero lo suficiente para cobijarnos del sol en verano y dejar que la luz traspase en otoño e invierno. Nos aproximamos al segundo río de esta andadura, el Regato do Beseño. El camino está exento de peligros, pero a lo largo del recorrido se disponen algunas pasarelas de madera que ayudan a hacer más cómodo el paseo y a salvar algunos desniveles con facilidad.
En el kilómetro 8 podemos apreciar cómo el río Lañas desemboca en el Ulla a la altura del Ponte de Laña. Y así llegamos al tercero de los ríos, de gran tradición pesquera, el Ulla, en un tramo de belleza explosiva tapizado de robles, alcornoques y laureles.
Hay un elemento característico de la pesca en el Ulla que se puede ver en algunos puntos de esta ruta. Son las “pesqueiras”, unas construcciones de sillares de piedra que forman muros para contener la llegada de lampreas o anguilas, logrando así su captura. Las primeras son del s. XII, aunque están en estado de abandono.
El punto final de la ruta es el Ponte Basebe con su famosa “carballeira”. Ya sólo nos queda hacer el camino de vuelta por donde hemos venido y volver a disfrutar del bello paisaje de Tres Ríos.
Además de la Ruta dos Tres Ríos, Touro presume de su mayor reclamo turístico, la Fervenza das Hortas, en el límite con Arzúa, una cascada de 30 metros de altura que se alcanza en menos de 500 metros desde la zona de aparcamiento. Es un perfecto complemento a la ruta anterior.
Emma Sexto