Ribeira Sacra es todo un universo natural en el interior de Galicia con personalidad propia y elementos diferenciadores: sus laderas cuajadas de vides, un río que perfora la tierra creando profundos cañones, iglesias románicas y monasterios que se salpican aquí y allá en medio de la espesura del bosque y numerosos miradores para disfrutar de este espectáculo único.
Es en este panorama donde encajan los trazados fluviales de los dos ríos más importantes de Galicia, el Miño y el Sil, cuyo aprovechamiento llevó a la construcción de cuatro grandes embalses en la zona: los más conocidos, los de Belesar y Os Peares en el Miño; los que menos, San Pedro y Santo Estevo en los márgenes del Sil. Son estas represas las que van marcando el itinerario de una de las rutas más recomendadas por Turismo de Galicia en esta comarca: la Ruta de los embalses, que puede hacerse en coche o en catamarán.
La más popular de estas opciones pasa por coger el coche y comenzar a devorar lentamente las carreteras de Ribeira Sacra, disfrutando de espectaculares panorámicas sobre los valles de ambos ríos, Miño y Sil, en un tramo circular que puede alargarse tantos días como lo deseemos y que comienza y acaba en la lucense Monforte de Lemos, capital de la Ribeira Sacra y su localidad más poblada.
A lo largo de esta ruta iremos encontrando zonas boscosas formadas por vegetación autóctona y una serie de terrazas en las fuertes pendientes hacia el río, que son aprovechadas como espacios de cultivo para la vid. No hay que olvidar que estamos en una de las zonas de la comunidad gallega donde se producen caldos de excelente calidad que han dado lugar a una de las cinco denominaciones de origen de vinos de Galicia: la D.O. Ribeira Sacra.
Es por eso que una de las actividades preferidas por los visitantes es conocer una bodega. Son decenas las que se ubican en las laderas de Ribeira Sacra, en las que aprender sobre el cultivo y manejo de la vid, la elaboración del vino e incluso realizar alguna cata.
Pero sigamos camino hacia los embalses. Para ello hay que cruzar el Miño a través del llamado Corredor Rápido CRG dirección Monforte-Lalín y encontraremos la presa de Belesar y su central hidráulica y pocos km después, la aldea del mismo nombre. Belesar es un perfecto ejemplo de aldea tradicional de la Ribeira Sacra, con sus casas apiñadas entre paisajes de viñedos. En ella destacan los restos de su antigua calzada romana, plagada de tramos curvos que se adaptan a la orografía del terreno que reciben la denominación de Cóbados de Belesar. Por aquí, y aunque parezca mentira, pasa el Camino de Invierno con destino a Compostela.
Subiendo hacia Chantada y dejando atrás la parroquia de Líncora, rodearemos el Miño por su margen derecho hasta llegar al segundo embalse o “encoro”, Os Peares. Es este un trayecto especialmente hermoso, ya que transcurre por constantes miradores hacia el río, sobre todo una vez cerca del peculiar meandro conocido como Cabo do Mundo. Efectivamente, este es uno de los puntos de Galicia donde el mundo pareciera tener fin.
En Os Peares confluyen tres ríos, el Miño, el Sil y el Búbal, y seis puentes que cruzan el embalse y se sitúan en cuatro municipios distintos que pertenecen a dos provincias, Lugo y Ourense: Carballedo, Pantón, A Peroxa y Nogueira de Ramuín.
Siguiendo el curso del Sil llegaremos a la confluencia del río Cabe y toparemos con el embalse de Santo Estevo. A partir de aquí vamos encontrando algunos de los lugares más emblemáticos de la Ribeira Sacra, como los monasterios de Santo Estevo y Santa Cristina de Ribas de Sil o el famoso mirador de Os Balcóns de Madrid.
Además de estas joyas románicas y de los magníficos observatorios al río, es esta una zona de aldeas tradicionales como Parada de Sil o Cristosende, y uno de los puntos en los que podemos desviarnos para recorrer las Pasarelas do Río Mao. A continuación, la población de Castro Caldelas con su castillo, elegido uno de los Pueblos más bonitos de España.
Por último, sólo falta regresar hacia Monforte de Lemos, eso sí, cruzando por uno de los tramos de viñedos más bellos e impactantes, situados en la provincia de Lugo.
Parte de esta ruta se puede realizar en catamarán, observando el paisaje formado por los viñedos y los ríos Miño y Sil desde su mismo cauce, toda una experiencia sensorial. Pero esa, es otra historia.
Emma Sexto