Con más de 514 metros de altitud sobre el nivel del mar se alza el Monte Xalo, un gigante natural que se extiende entre los coruñeses municipios de Culleredo, Carral, Cerceda y Laracha, si bien es en el primero, en la zona de Celas, donde despliega toda su belleza. Se incluye en el Catálogo de los Paisajes de Galicia como lugar de importancia en las secciones de miradores y áreas de especial interés paisajístico. 

Pero el Xalo no sólo destaca por su paisaje y por ser lugar de nacimiento del río Valiñas, siendo muchas las razones para decidirnos por este amplio monte como opción de ocio al aire libre. Estos son los motivos por los que deberías visitarlo. 

El Xalo, un monte vecinal

El Xalo es un monte vecinal de mancomunidad. Son los propios vecinos, miembros de la Comunidad de Montes Vecinales de Mancomunidad Xalo-Celas, los que se han ocupado durante años de mantener limpio el espacio natural y los caminos despejados, aunque no siempre cuentan con medios para ello. Con el fin de recuperar el paisaje original, en gran parte ocupado por especies invasoras como el eucalipto, comenzaron a talar esta dañina especie y a replantar con otras autóctonas como carballos, abedules, cerezos, avellanos o fresnos. 

Así han logrado limpiar gran parte de las 380 hectáreas de la zona vecinal, en la que han plantado un carballo procedente del famoso “Avó de Cartelos”, el más antiguo de Galicia con más de 2.000 años a sus espaldas. El magnífico árbol se colocó a la entrada de la conocida como A Casarula, un grupo de tres peñascos que hasta 1940 fue la vivienda temporal y casi improvisada de Carmen, una vecina de la zona. Entre las piedras todavía se conservan algunos restos de la vida de esta ermitaña en su particular cueva.

Vistas panorámicas que son puro espectáculo

Quien recorre los senderos del Monte Xalo y llega a su cima, desde O Petón o Castelo da Veiga o O Alto do Anxelio, se encontrará con una gran panorámica que abarca no sólo gran parte del Concello de Culleredo, si no también el Valle de Loureda, Sabón y el puerto de Arteixo, la costa oleirense, la Torre de Hércules y hasta el puerto exterior de Ferrol.

Junto a O Petón, punto en el que se practica la escalada, hay un área recreativa bien integrada en el entorno, donde descansar tras el ascenso a la montaña. 

Formas escultóricas en sus rocas graníticas

A lo largo de nuestro paseo por el monte iremos encontrando una serie de bolos de granito de curiosas formas que llevan el nombre de aquellas figuras a las que se asemejan : la Pedra do Sombreiro o la Pedra dos Corvos; las Picudas, un conjunto de tres piedras alargadas; la Igrexa dos Mouros, la similar a un tobogán conocida como Pedra do Rastro; la Porta do Inferno o la denominada “Darth Vader” por su similitud con el casco del malévolo protagonista de La Guerra de las Galaxias. 

Hay formaciones de todo tipo y lo mejor es recorrerlas todas y dejar volar la imaginación con sus singulares formas pétreas.

Restos arqueológicos

No es posible dilucidar desde cuando estuvo habitado este monte, pero parece que desde hace miles de años, como así confirman los numerosos restos arqueológicos (en especial mámoas) de tipo megalítico que se desperdigan por la zona, como el Alto de Penas Negras, los Castelos de Veiga y de Xalo o la Pedra Mazafacha, en la que se realizaban rituales de culto a los dioses. Se dice que era punto de reunión de brujas y de celebración de aquelarres, algo que forma parte de las leyendas populares. 

En 1950 el arqueólogo Luís Monteagudo descubrió varias mámoas en la zona, algunas próximas a un sendero que procede del Castro de Elviña. También se han hallado en los alrededores varios castros, como el de Vinseira Pequena o el más conocido Castro de Paleo.

Flora y fauna variada

La flora del Monte Xalo es muy variada, deriva de las antiguas actividades de explotación forestal, en las que agricultura y ganadería tenían un papel preponderante. Así, encontramos pinos de Monterrey, una variedad que escasea en la provincia de A Coruña, pinos del país, robles, castaños y, cada vez menos, eucalipto blanco. 

Si prestamos atención y se dan las condiciones de avistamiento podemos ver aguiluchos, cernícalos, zorros, algún lobo en invierno e incluso caballos que viven en el monte en estado de semi libertad.

Rutas de senderismo

Son numerosas las rutas de senderismo que se pueden emprender para conocer el monte, siendo varias las sendas señalizadas, muchas de ellas accesibles en bicicleta de montaña. La más popular es la PR-G 111, ruta de pequeño recorrido denominada Roteiro Mariñán Arteixo-Xalo. 

El mejor punto de acceso al Monte Xalo desde la ciudad de A Coruña es la localidad de Celas, situándonos junto a la Iglesia parroquial y la Torre de Celas (monumento declarado BIC – Bien de Interés Cultural, aunque carente de mantenimiento y sin plan de conservación a la vista). O bien partiendo del cercano Rego das Xesteiras, una breve senda fluvial que recorre once molinos a la ribera del río y que enlaza con la subida al Monte Xalo en uno de los tramos más bonitos de la ruta. 

Emma Sexto

https://unmundoinfinito.com/