El municipio de Tomiño se encuentra en el suroeste de la provincia de Pontevedra, pertenece a la Comarca do Baixo Miño y linda al sur con Portugal. Tomiño tiene una superficie de 106,51 km cuadrados y una población aproximada de 13.500 habitantes y se caracteriza por la numerosa presencia de restos paleolíticos que se han hallado en la zona.
Información de interés
Cómo llegar a Tomiño
Son 193 kilómetros los que separan la ciudad de A Coruña de Tomiño, a donde se llega por la AP-9 dirección Vigo. Desde Lugo por la A-52 y si se procede de Ourense, tomando la A-52 hacia Porriño.
Coordenadas GPS
41.995320,-8.741546
Razones para visitar Tomiño
El Miño es el principal motivo por el que acercarse a esta comarca pontevedresa que lleva su nombre, el Baixo Miño. Pero Tomiño tiene otros alicientes que compartir con el viajero que lo visita, comenzando por su peculiar Espazo Fortaleza y siguiendo por sus espacios naturales donde la Serra do Argallo con sus miradores y el Monte Tetón con sus importantes petroglifos se llevan todo el protagonismo. Su patrimonio arquitectónico, encabezado por sus construcciones religiosas y sus pintorescas casas indianas, además de su enclave único, rodeado de numerosos lugares de interés, hacen de Tomiño un perfecto impás en cualquier ruta por la provincia pontevedresa.
Mapa con los puntos de interés
En el siguiente mapa te mostramos los principales puntos de interés de Tomiño siendo los señalizados en color azul pueblos, monumentos y lugares de interés cultural, en verde espacios naturales y en rojo restaurantes recomendados, además de otros atractivos.
Más información sobre Tomiño
10 planes y cosas que tienes que ver en tu visita a Tomiño
1. Recorrer Espazo Fortaleza
El verano de 2012 se inauguró en Tomiño uno de los lugares de ocio al aire libre más concurridos de la comarca, conocido como Espazo Fortaleza. Se trata de un gran espacio diseñado por el arquitecto Pablo Gallego Picard, que ha sido distinguido con numerosos premios de urbanismo, arquitectura y paisaje.
Espazo Fortaleza se ubica en un enclave que la maleza ocultó hasta entonces durante años, la Fortaleza de San Lourenzo, que fue recuperada para uso público gracias al empeño y tesón de las asociaciones vecinales junto con sus contornos. Aquí encontramos una playa fluvial, terrazas desde donde observar las aguas del río Miño y el antiguo fuerte con sus espectaculares murallas. Además hay un amplio parque infantil y una oficina de información, Punto Fortaleza, donde se pueden concertar visitas guiadas, salidas en canoa o en bicicleta, rutas de senderismo, con un sistema de audioguías pionero en la comarca.
2. Ascender al Monte Tetón
En la parroquia tomiñesa de Tebra se encuentra uno de los puntos más importantes del municipio, el Monte Tetón, que alberga uno de los conjuntos de arte rupestre más importantes del sur de Europa. En él encontramos casi 200 grabados en rocas de la época del Calcolítico-Edad de Bronce (de 2500 a 900 a.C.).
Dada la importancia del enclave se decidió crear a su alrededor el Ecoparque Arqueolóxico Monte Tetón, un espacio lúdico pero sobre todo cultural para poner en valor el patrimonio natural y arqueológico de la zona que se ha convertido en un lugar único en el que los visitantes pueden acercarse a la historia del municipio a través de los magníficos petroglifos que allí se encuentran, y además hacerlo en un entorno paisajístico sin igual.
Estos petroglifos son As Portaxes y Real Seco, el primero de ellos considerado como la segunda combinación circular más grande de Europa y el segundo es el laberinto circular más grande del continente, con una formación de anillos concéntricos de hasta 350 cm de diámetro.
3. Admirar su arquitectura indiana
Las construcciones indianas proceden de la fortuna acumulada en América por emigrantes de la zona que, a su regreso, invirtieron su dinero en construir, en ocasiones de forma altruista, tanto viviendas como escuelas, hospitales u otros edificios en su lugar de origen.
Estos edificios, levantados en los siglos XIX y principios del XX, no sólo tienen un gran valor arquitectónico sino también social ya que gracias a la inversión de esos emigrantes, en muchos casos retornados y en otros enviando dinero desde “allende los mares”, se produjo un gran progreso económico y educativo en las poblaciones receptoras.
En el caso de Tomiño hay varios ejemplos de esta arquitectura en sus casas indianas y sus escuelas, entre las que sobresale la Escola Aurora do Porvenir, la Escola Unión do Porvenir o la Fundación Peirópolis.
4. Sus edificios religiosos, algo que hay que ver en Tomiño
Como en cualquier municipio gallego, la religión ha tenido un gran peso y ha dejado numerosas muestras de arquitectura que encontramos en cruces de caminos o plazas, como los cruceiros, y de culto a los difuntos, como los “Petos de ánimas”, que en Tomiño hay en abundancia.
Además encontramos iglesias de época o estilo románico, como Santa María de Tomiño, una iglesia parroquial que en el siglo XII formó parte de un monasterio benedictino. San Vicente de Barrantes o las iglesias de Tebra, Santa María y San Salvador, son otros de los templos de Tomiño que tienen su origen en construcciones románicas del siglo XII.
Sin embargo, el santuario más relevante es la iglesia parroquial de Figueiró, conocida como San Campio de Lonxe, construida en 1804 y protagonista de una importante romería para honrar al sodado romano San Campio, protector de los soldados jóvenes según la tradición.
5. Alojarse en la Torre de Tebra
Quien visite Tomiño tiene la opción de dormir en una antigua fortaleza medieval del siglo XV en un entorno de gran encanto: la Torre de Tebra. Se dice que fue construida por Pedro Madruga en 1478, demolida en 1482 por los Reyes Católicos y reconstruida de nuevo en 1532 gracias a Juana I de Castilla.
La Torre sigue la entonces en auge arquitectura renacentista, de forma cuadrada y robusta estructura, con cuatro pisos y una gran terraza entre tres de ellos. Hoy, además de funcionar como prestigioso hotel de lujo, dispone de unos grandes jardines, de una pequeña capilla barroca y está rodeada por una zona boscosa por la que pasear.
6. Conocer Tomiño caminando
El municipio de Tomiño ofrece distintas rutas para conocer a pie todos los atractivos de la comarca. Una de ellas sube hasta el ya citado Monte Tetón a lo largo de sólo 2 km para disfrutar de su entorno y ver los petroglifos que allí se encuentran. La segunda ruta nos lleva hasta Pena Furada, en una caminata breve de 1,5 km de gran interés paisajístico y cultural. Por último, destacar la Ruta do Miño, que conecta Tomiño con el vecino municipio de O Rosal a través de una senda que une la Praia de Goián en Tomiño con la de Eiras en O Rosal.
7. Contemplar las vistas desde la Serra do Argallo
Si vas en busca de algún mirador interesante donde ver atardecer la Serra do Argallo es una buena opción, una formación montañosa que dominan todo el valle de Tomiño y delimita con O Rosal y Oia. Es un espacio natural que destaca en especial por su valor paisajístico pero sobre todo por sus vistas, que abarcan un amplio territorio del Baixo Miño. Uno de los principales enclaves de esta sierra es el Niño do Corvo, a 313 metros de altitud, con una gran panorámica: por un lado vemos la extensa llanura tomiñesa y la desembocadura del Miño, y por otro el Valle de O Rosal.
8. Visitar el Brañal de Pinzás
El Complexo Natural da Groba-Brañal de Pinzás abarca un territorio muy amplio que acoge las zonas costeras de Oia y Baiona, así como Gondomar y Tomiño. A este complejo pertenece Pinzás, parroquia tomiñesa que conforma una gran llanura combinada con pastizales. Este es una de las brañas más importantes de la comarca del Baixo Miño, donde encontramos numerosas especies de anfibios y reptiles que acuden a estos humedales por la buena salud de este medio natural.
Es una zona perfecta para pasear al aire libre y deleitarse con un paisaje único, por el que discurren varios riachuelos que mueren en el río Cereixo y donde caballos, ovejas y vacas pastan libremente en sus llanuras.
9. Disfrutar del entorno del Miño
El río Miño baña toda esta comarca convirtiéndose en uno de los protagonistas de la naturaleza tomiñesa y actuando de límite con Portugal. El río va depositando numerosos materiales de sedimentación que han ido formando en esta zona muchas pequeñas islas e islotes, marismas y bancos de arena. Las orillas del Miño además presentan una vegetación frondosa, con árboles de ribera autóctonos donde se refugia la fauna, que también vive entre los juncos y matorrales.
En general toda la ribera del Baixo Miño constituye un área de gran interés medioambiental, con zonas que también se aprovechan para pastoreo de ganado.
10. Explorar los increíbles alrededores de Tomiño
Por último, no por ello menos importante, hay que destacar los entornos próximos de Tomiño, donde encontramos municipios tan atractivos como O Rosal con su Feira do Viño y sus Molinos do Folón de do Picón; o A Guarda, bonita localidad costera con uno de los castros más importantes de Galicia, Santa Trega. Al otro lado de la frontera portuguesa sobresale, por cercanía a Tomiño, Vilanova de Cerveira, con su bonito casco histórico, su animado mercado de los sábados y su espectacular Mirador do Cervo con columpio incluido.
Emma Sexto