A Pobra do Caramiñal, conocido popularmente como “A Pobra”, es un municipio situado al suroeste de la provincia de A Coruña en la Ría de Arousa y que pertenece a la comarca del Barbanza. Con 32,51 km cuadrados y una población de 9.340 habitantes, “A Pobra” es uno de los lugares más bonitos y turísticos de la provincia coruñesa. Su nombre procede de una planta poco común llamada caramiña (corema album) que también se puede encontrar en otras zonas de Galicia como Camariñas.
Información de interés
Cómo llegar a A Pobra do Caramiñal desde A Coruña
Desde la ciudad de A Coruña hasta A Pobra do Caramiñal hay 130 km por carretera que se recorren cómodamente por la AP-9 dirección Santiago, hasta incorporarnos a la altura de Padrón a la AG-11 que deberemos seguir durante algo más de 30 km. Finalmente tomaremos la salida 31 hacia la AC-305 que en poco más de 3 km nos conducirá hasta la localidad de A Pobra.
Coordenadas GPS
42.604621,-8.939076
Razones para visitar A Pobra do Caramiñal
Uno de los destinos coruñeses más turísticos en temporada estival, A Pobra destaca sobre todo por ser un municipio eminentemente costero con buenas playas, actividades náuticas y una excelente cocina. Sólo por contemplar las vistas de la localidad desde el Mirador da Curota merece la pena llegar hasta aquí, pero hay mucho más por descubrir.
Mapa con los puntos de interés
En el siguiente mapa te mostramos los principales puntos de interés de A Pobra do Caramiñal, siendo los señalizados en color azul pueblos, monumentos y lugares de interés cultural, en verde espacios naturales y en rojo restaurantes recomendados, además de otros atractivos.
Más información sobre A Pobra do Caramiñal
10 planes y cosas que deberías ver en tu visita a A Pobra do Caramiñal
1. Visitar la localidad de A Pobra do Caramiñal
Insistimos en que los pueblos costeros de Galicia deben pasearse de arriba a abajo y este también es el caso de A Pobra, una localidad en la que sus productos conserveros y sus bateas son protagonistas, pero que también tiene interesantes monumentos que visitar. Muchos de ellos son de carácter religioso como la Iglesia de Santa María la Antigua del Caramiñal, del siglo XVI y conocida por sus retablos y la Iglesia de Santiago da Pobra do Deán, un edificio del siglo XIV de estilo gótico marinero.
Encontramos además dos edificaciones que son monumento histórico artístico de interés nacional: la Torre de Xunqueiras que fue en origen fortaleza medieval y la Torre de Bermúdez, una construcción de estilo plateresco del siglo XVI que hoy acoge un museo.
Relacionados también con el sentir religioso hay en el municipio más de 27 cruceiros, algunos del siglo XVI y con capilla o capeliña, forma característica de la comarca del Barbanza, entre los que sobresalen Santa Cruz de Lesón, Cristo do Pichón o Moldes.
Un plus: acércate a A Covecha, un barrio marinero que con sus antiguos soportales, casas de piedra y ventanales acristalados que aún conserva todo su encanto.
2. Descubrir a Valle-Inclán en el museo que lleva su nombre
Es sonado el idilio que el escritor arousano Ramón María del Valle-Inclán tenía con A Pobra do Caramiñal, a donde se trasladó en 1916 y donde residió durante casi diez años en una de sus etapas más prolíficas.
En el Pazo Torre de Bermúdez se exponen documentos, manuscritos, libros impresos y objetos de bellas artes vinculados a la vida y obra del escritor gallego. Es el Museo Valle- Inclán, que además ofrece actividades periódicas como exposiciones, conferencias, conciertos y presentaciones literarias. Además organiza recorridos por la localidad a través de la “Ruta Valle Inclán”, que conduce al visitante por los lugares relacionados con la vida y los escenarios de sus obras como O Colo de Arca, el antiguo Hostal Ferro o el Casal da Mercé, esta última residencia temporal de su familia donde escribió obras de tanto renombre como Divinas Palabras.
3. Capturar las mejores vistas desde el Mirador da Curota
Llegamos a uno de los lugares que por sí solo justifica una visita a A Pobra y además es uno de los miradores más espectaculares que podemos encontrar en Galicia, si no el que más. El Mirador da Curota, con 498 metros de altitud, permite obtener la mejor panorámica del municipio, que se ve casi en su totalidad, con la localidad de A Pobra perfectamente dibujada, sus playas y, en la lejanía, el Cabo Fisterra, la Ría de Arousa y la de Muros y Noia. Las bateas se intuyen como si fueran hormigas diminutas flotando sobre el mar y se vislumbra, tímido y difuminado, el magnético perfil de las Cíes.
Ven a verlo, de mañana, al caer la tarde o en pleno ocaso, no importa: pero no puedes abandonar A Pobra sin subir a A Curota.
4. Escoger entre sus 16 playas una para tumbarte al sol
Nada más y nada menos que 16 playas entre calas y arenales de tamaño medio se desperdigan por el municipio de A Pobra do Caramiñal, que con un clima estival privilegiado y una situación resguardada tiene algunas de las mejores playas del Barbanza. La más popular es O Areal por ser la más próxima a la localidad de A Pobra, pero no por ello es la mejor. Os Raposiños, Niñeiriños, A Barca, Cabío-Lombiña y, sobre todo, A Illa, son las mejores opciones para un relajado día de playa en esta bella comarca del suroeste coruñés.
5. Dar un paseo… por el Paseo das Xunqueiras
Uno de los espacios naturales más recientes y próximos al núcleo de A Pobra, este paseo es un proyecto de recuperación de un ecosistema muy valioso que estaba algo descuidado y que ha revalorizado la zona en que se ubica además de proteger a numerosas especies naturales que viven en sus marismas.
Proyectado en madera, tanto su suelo como su pasarela que se funden a la perfección con el entorno, este paseo es perfecto para caminar un rato por una zona verde sin muchas más pretensiones que respirar aire puro y disfrutar de la naturaleza cerca del casco urbano.
6. Caminar por el entorno de Ponte das Taras
Hay un movimiento popular en la comarca para recuperar este puente de piedra, A Ponte das Taras, que luce un poco descuidado en la parroquia de San Isidro, A Pobra, y se puede cruzar por su parte superior. Es una lástima, pues está ubicado en una zona boscosa bastante atractiva para la práctica de senderismo e incluso de mountain bike.
Si te gusta caminar no lo dudes y en un agradable paseo llegarás hasta este olvidado puente cubierto de musgo, que parece camuflarse con el verde que lo rodea por todas partes.
7. Más guiños al escritor arousano en el Mirador de Valle-Inclán
Presidido por una escultura con el busto del insigne autor arousano y muy cerca del Mirador de A Curota se halla su hermano menor, el Mirador de Valle-Inclán llamado también A Curotiña, con 386 metros de altitud. No tiene mucho que envidiar al mirador grande salvo esos metros que los separan en altura, pues las vistas desde aquí permiten divisar también las Rías de Arousa, Pontevedra, Vigo y Muros y Noia.
Ambos observatorios fueron declarados “Sitios Naturales de Interés Natural” por motivos obvios que descubrirás en cuanto los pises: su amplia visión panorámica y la espectacularidad del paisaje que los rodea.
8. Ver de cerca las bateas de mejillones
En todo viaje hay tiempo para el turismo experiencial, que además suele ofrecer un nuevo punto de vista sobre el lugar que visitamos. Nuestra propuesta para la Ría de Arousa es realizar la Ruta do Mexillón, al norte de la ría, donde se encuentran un gran número de bateas y se concentran gran parte de la producción de mejillón y otras conservas que van a parar a las grandes superficies comerciales.
Es muy interesante ver el proceso de cerca, cómo los mejillones se cultivan y crian en las bateas y para ello nada mejor que hacer una excursión guiada por auténticos marineros que te acercará a una profesión y, en definitiva, a todo un modo de vida que mueve la economía productiva de esta zona de Galicia.
Los barcos salen de los distintos puertos de la Ría de Arousa, y además de embarcar en A Pobra podrás hacerlo en otras poblaciones como Rianxo, Cabo de Cruz, Escarabote, Aguiño y Ribeira.
9. Darte un refrescante baño en las piscinas naturales del Río Pedras
Son uno de los reclamos turísticos más importantes de A Pobra y un recurso perfecto para refrescarse en los calurosos días de verano, sobre todo para aquellos a los que no les gusta la playa o les molesta la arena. Las piscinas del Río Pedras son unas pozas naturales muy recomendables a las que se llega tras una fácil ruta de senderismo de unos veinte minutos en medio de un bosque de robles y eucaliptos, pasando por viejos molinos y hasta un puente medieval. Hay que acceder al agua con extremo cuidado y, si es posible, con escarpines, pues la superficie es sumamente resbaladiza.
Las piscinas naturales del Río Pedras son de esos secretos a voces que se convierten en imprescindibles en una visita al municipio de A Pobra do Caramiñal.
10. Explora el entorno próximo de A Pobra
Si por sí misma A Pobra ofrece muchas y variadas posibilidades de ocio, no dudes tampoco en visitar otras localidades próximas como Boiro y sus playas, la pintoresca población de Palmeira y la bella Ribeira con otro buen mirador como es A Pedra da Rá y sus Dunas de Corrubedo, otro de los escenarios naturales más poderosos de Galicia.
Emma Sexto