Fisterra es un municipio gallego de la provincia de A Coruña que pertenece a la comarca del mismo nombre en Costa da Morte y, con su forma de península, se interna en el Océano Atlántico dando lugar al Cabo de Fisterra. Aunque el topónimo oficial es Fisterra, popularmente también es conocido como Finisterre, término que deriva del latín “finis terrae” (el fin de la tierra). Tiene una superficie de 29,43 km cuadrados y una población aproximada de 4.700 habitantes.
Información de interés
Cómo llegar a Fisterra
Desde A Coruña hasta Fisterra hay aproximadamente 104 kms por carretera. La forma más cómoda y rápida de llegar es tomar la AG-55 dirección Carballo y seguirla durante 60 kms hasta incorporarnos a la carretera AC-552 siguiendo las indicaciones hacia Fisterra, que alcanzaremos en sus kilómetros finales por la AC-445.
Coordenadas GPS
42.908629,-9.265288
Razones para visitar Fisterra
En Fisterra encontrarás uno de los faros más relevantes de Europa, un pueblo marinero con carisma, mucha vida en su puerto e incontables posibilidades para disfrutar del mar que lo rodea: miradores al Atlántico, playas en mar abierto, idílicos paseos en barco, la mejor gastronomía basada en los frutos del mar y todo lo que puedas soñar cuando piensas en un tranquilo destino de costa para saborear, lentamente y como se merece, este pedacito de tierra anclado a un cabo.
Mapa con los puntos de interés
En el siguiente mapa te mostramos los principales puntos de interés de Fisterra, siendo los señalizados en color azul pueblos y lugares de interés cultural, en verde espacios naturales y en rojo restaurantes recomendados, además de otros atractivos.
Más información sobre Fisterra
10 cosas que deberías hacer si visitas Fisterra
1. Contemplar el fin del mundo desde el Cabo Fisterra
Si hay una cosa que no te puedes perder en tu viaje a Fisterra es visitar su famoso Faro, situado en el cabo del mismo nombre, el Cabo Fisterra. En él creyeron los romanos que se situaba el fin del mundo conocido (finis terrae) cuando en su conquista de la antigua Gallaecia contemplaron con asombro como el sol desaparecía tragado por el océano. Pero parece que no fueron los romanos los primeros que se quedaron estupefactos con esta escena, pues allí se encontró el Ara Solis, un altar dedicado al sol construido muchos años antes por pueblos que habitaron la zona antes de su romanización.
Si quieres experimentar esa misma sensación de estupor y verte rodeado sólo por las aguas del océano, acércate al Faro de Fisterra al atardecer, cuando el sol se pone, y entenderás por qué los romanos pensaban que no podía haber nada más allá de aquel mar que engullía al sol cada noche. En el faro finalizan muchos peregrinos su Camino de Santiago donde hace años quemaban sus botas o las colgaban para que permanecieran junto al mar como símbolo de su peregrinaje (ambas actividades hoy están prohibidas).
El Faro de Fisterra forma parte del Camiño dos Faros, una ruta de senderismo de 200 kms que une Malpica con Fisterra por el borde del mar y que va pasando por todos los faros de este tramo de Costa da Morte. Junto al faro hay una cafetería y un hotel, O Semáforo, donde disfrutar de una de las panorámicas más especiales y con más encanto de toda la costa gallega.
2. Vivir la frenética actividad del puerto y la lonja de Fisterra
Ubicado al abrigo del Cabo Fisterra está uno de los puertos de bajura más importantes de Galicia, donde la pesca es la actividad que mueve la economía del municipio y en la que se emplea gran parte de su población.
Visita el puerto y sus inmediaciones a última hora de la tarde cuando las embarcaciones vuelven con las capturas del día para ver la descarga de pescado o pasea por su lonja, donde comprar desde pulpo hasta longueiróns, sin olvidar la merluza, la pescadilla, el abadejo o el congrio, varios de los manjares típicos de la localidad. El pulpo se captura a la manera tradicional, con nasas, un sistema de pesca artesanal y sostenible.
3. Callejear por el casco antiguo de Fisterra de principio a fin
El viajero que llega a Fisterra se encuentra a simple vista con el típico pueblo marinero gallego de casas tradicionales que se desparraman hacia el mar de forma escalonada. Pero el casco antiguo de Fisterra ofrece mucho más que esa bonita estampa. Haz tu primera parada en la Praza de Ara Solis y la Capilla del Buen Suceso, de estilo barroco del siglo XVIII, que es uno de los edificios religiosos más representativos de esta villa.
Pero sobre todo no dejes de perderte, ascender y descender por sus estrechos callejones empedrados y de sorprenderte con las coloridas fachadas de sus casas, muchas cubiertas por curiosos azulejos. En algunos puntos elevados irás descubriendo miradores sobre el pueblo y el puerto que te regalarán las mejores fotos de la localidad.
A las afueras del pueblo, en ruta hacia el faro, haz un stop en la iglesia de Santa María das Areas, de gran simbolismo por custodiar la imagen del Santo Cristo de Fisterra, al que llegan miles de peregrinos para rendir adoración tras visitar la tumba del Apóstol Santiago en Compostela.
4. Visitar el Museo do Mar en el Castillo de San Carlos
Formando parte del conjunto histórico de la villa destaca el Castillo de San Carlos, una fortaleza defensiva construida en época de Carlos III en el siglo XVIII, formando parte de una estrategia de defensa de la Ría de Corcubión junto con otros castillos de la zona.
Actualmente el castillo acoge el Museo do Mar, donde se muestra la evolución de la pesca a través de sus aparejos y embarcaciones. Es un lugar perfecto para aprender sobre la vida y las costumbres marineras; también sobre el poder del mar, rememorando los numerosos naufragios que se han producido en Fisterra a lo largo de la Historia.
5. Vislumbrar el horizonte en alguno de los miradores de Fisterra
No hay ruta por Galicia que no incluya una o varias paradas en alguno de los miradores de esta tierra para contemplar nuestros mejores paisajes naturales. En el caso de Fisterra sobresalen tres: el Mirador de Talón, el Mirador de Corbeiro y el Mirador de Mar de Fóra.
El Mirador de Talón es el primero que nos encontramos a la llegada a la villa de Fisterra, dándonos la bienvenida y es también paso obligado de los peregrinos que hacen el tramo del Camino Santiago-Fisterra. Junto a él, la tranquila playa de Talón.
El Mirador de Corbeiro está muy cerca del Castillo de San Carlos, mirando hacia el Monte Pindo, mientras que el Mirador de Mar de Fóra es perfecto para avistar la playa del mismo nombre y disfrutar de la belleza del mar salvaje de esta costa.
6. Ver la puesta de sol desde el mar
No sólo de visitas vive el viajero si no también, sobre todo, de experiencias. Y no hay mejor vivencia en cualquier zona de costa que hacer un pequeño crucero como el que te sugerimos para ver Fisterra desde otro punto de vista, como lo hacen los marineros que la habitan: desde el mar.
Tanto Fisterra Tours como Cruceros Fisterra realizan salidas por el Cabo Fisterra y la Ría de Corcubión. Durante la travesía conocerás anécdotas y leyendas de la zona y, por un módico precio que oscila entre los 12 y los 15 euros por persona, te deleitarás con una de las mejores puestas de sol de tu vida.
Si buscas vivir algo más extremo dirígete a Buceo Finisterre para disfrutar de los fondos marinos de esta ría, de los de mayor biodiversidad de Europa y los restos de los barcos hundidos en la zona.
7. Hacer una ruta gastronómica de productos del mar
Otra de las experiencias que no puedes perderte en Fisterra, en realidad en todo lugar de Galicia que pises, es hacer un recorrido gastronómico para probar, saborear y en definitiva gozar de los productos más sabrosos de su gastronomía. Haz una buena ruta de pinchos regados con un buen vino gallego (el albariño típico de las Rías Baixas no tiene desperdicio) o disfruta de una excelente mariscada en alguno de sus prestigiosos restaurantes.
Si preguntas a cualquier habitante de Fisterra por un restaurante donde comer buen marisco ten por seguro que te recomendará O Pirata, un pequeño local con buenas vistas al puerto y producto fresco de calidad. Otros lugares recomendados son O Centolo y Don Percebe, con buenos menús del día y precios ajustados siguiendo la línea del anterior. Y si buscas un local con una decoración curiosa de estilo bohemio y vistas al mar para tomarte algo relajadamente, el bar La Galería es tu sitio.
8. Deleitarse con el sonido del mar en las mejores playas de Fisterra
(Foto 8. Praia do Mar de Fóra)
Con casi 1500 kilómetros de costa no faltan playas en Galicia y si pasas por Fisterra tienes que conocer alguna de ellas. Podríamos hacer una selección más extensa, en la que merece estar la Praia do Rostro, pero vamos a citar dos que son imprescindibles no sólo para tomar el sol, mojar tus pies en sus frías aguas o pasear por su interminable arenal, si no también para escuchar el relajante sonido del mar golpeando la costa.
Con su fuerte oleaje y dando la espalda a la villa de Fisterra aparece ante nuestros asombrados ojos la Praia do Mar de Fóra, que no es muy adecuada para el baño, pero sí para disfrutar de su mágico paisaje y contemplar el atardecer. Con sus 500 metros de longitud, esta espectacular playa orientada al mar abierto sigue conservando su carácter salvaje por carecer de servicios, lo que nos hace sentirnos en un entorno natural virgen y en pleno contacto con la naturaleza.
La Praia da Langosteira, mucho más resguardada que la anterior, ocupa casi 2 kilómetros de litoral y es uno de los arenales más turísticos de Costa da Morte. Es una playa de aguas limpias y cristalinas, perfecta para pasar el día en familia, y se encumbra como una de las playas más bonitas de Galicia.
9. Alojarse en una cabaña con vistas al mar
Ya has conocido el Faro de Fisterra, has paseado por sus calles y por su puerto, te has quedado boquiabierto en sus mejores miradores, has hecho un crucero por la ría y has visto el atardecer en alguna de sus espectaculares playas, además de disfrutar de la deliciosa comida de Fisterra.
Pero, ¿qué te parecería despertarte en una cabaña de lujo con vistas al mar? Las Cabañas Fisterra son un alojamiento único ubicado en un entorno incomparable y con todos los servicios: cocina, jacuzzi, calefacción y aire acondicionado, wifi, masajes y hasta mariscadas servidas en la cabaña.
10. Visitar los alrededores de Fisterra
Si tienes alma exploradora y te sobra alguna jornada en tu viaje por Fisterra no dudes en visitar otros pueblos marineros próximos de la ría, como Cee o Corcubión. Ve más allá y acércarte a Ézaro para descubrir la Fervenza do Xallas, el único río de Europa que cae al mar en forma de cascada. Carnota, con su hórreo y su kilométrica playa es otra de las opciones que puedes contemplar a menos de una hora de camino en coche desde Fisterra.
Emma Sexto
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