Una visita al Parque Nacional da Peneda-Gerês no está completa sin visitar el pueblo de Sistelo, considerado como una de las Siete Maravillas de Portugal, y que se sitúa en el municipio de Arcos de Valdevez. Sus impresionantes terrazas naturales le han valido el apelativo de "Pequeño Tíbet portugués" y sus ya famosas pasarelas han pasado de ser el secreto mejor guardado de Portugal a uno de los destinos rurales más buscados del país vecino.
Terrazas de Sistelo, las grandes protagonistas
Las terrazas naturales que se escalonan por el pueblo desde el siglo XVI fueron declaradas Monumento Nacional en 2017 por el Presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa. Es la primera vez que se otorga una clasificación de este tipo a un pueblo en su conjunto, patrimonio cultural y natural, que hasta ahora solo se atribuía al patrimonio arquitectónico. Pero debido a las características particulares de este pueblo y el paisaje natural que lo rodea, Portugal se ha visto obligado a salvaguardarlo.
Las terrazas son la base de la economía agrícola de esta región y tienen un marcado relieve. En ellas se practica la agricultura de subsistencia con el protagonismo del maíz y la patata y también se utiliza para el pastoreo de animales, principalmente la vaca barrosa y la vaca cachena (ésta última también criada en algunas zonas de Galicia) ejemplares típicos de Portugal bien adaptados a este clima.
Hoy en día las terrazas de Sistelo se han convertido en un atractivo turístico para aquellos que buscan lugares especiales en zonas rurales, poco conocidos e incluso recónditos donde descansar unos días del bullicio de la ciudad.
Qué ver en el pueblo de Sistelo
Pero Sistelo no es sólo riqueza natural. Merece la pena pasear por las calles empedradas de esta pequeña población portuguesa donde tienen cabida desde pequeños palacios (similares a los pazos gallegos) hasta una iglesia medieval, antiguos lavaderos y los característicos hórreos de esta zona del país.
Casa do Castelo, o Castelo do Sistelo, es la joya de la corona del patrimonio monumental del pueblo. Cuando Manuel Gonçalves Roque regresó de Brasil a fines del siglo XIX invirtió su fortuna en la construcción de un palacio renacentista en el pueblo que lo había visto nacer: Sistelo. Castelo do Sistelo, como se le conoce hoy, fue el hogar del Vizconde do Sistelo y alberga el Centro de Interpretación del Paisaje Cultural para recibir e informar a los turistas de las opciones de ocio que ofrece el pueblo.
Otro de los puntos de interés de Sistelo es su Iglesia Matriz. Aunque los orígenes del templo religioso se han perdido en la historia, en el siglo XVI apareció la primera referencia a la iglesia de Sistelo en los libros de la diócesis, cuando la región de Valença fue transferida a la de Braga, por lo que se cree que el origen de la iglesia es claramente medieval.
Patrimonio cultural y etnográfico de Sistelo
Hay varios elementos que convierten a Sistelo en aldea portuguesa típica y todos ellos juntos transforman esta pequeña población en un enclave rural de gran encanto. Sus casas están muy bien conservadas, con algunas construcciones en granito que han sido claramente restauradas siguiendo la arquitectura tradicional.
Sus peculiares graneros, que aquí llamamos hórreos, permiten a sus habitantes seguir guardando el grano de maíz y destacan en el paisaje, ya sea en los patios traseros de las casas o junto a las pequeñas granjas.
Los antiguos lavaderos de piedra y las fuentes públicas son otros de los interesantes testimonios etnográficos del pueblo. Como la región se beneficia de muchos arroyos y cursos de agua, llevar agua a las fuentes que alimentaban los lavaderos fue una tarea fácil.
Los sistemas de riego tradicionales, los caminos de losas de granito pulidos por varios siglos de antiguedad, las colinas centenarias que nos llevan a las "brandas" y los "cortelhos", donde los pastores y el ganado se protegen del mal tiempo, son otros de los magníficos ejemplos de la vida cotidiana de Sistelo y a la vez de su riqueza cultural.
Las brandas, un refugio de altura
Brandas e Inverneiras son parte del sistema de trashumancia típico de la región de Gerês. Las "brandas" son las aldeas habitadas durante la primavera y el verano utilizadas por los pastores. Se encuentran en lugares de altitud superior a 500 metros. Las "inverneiras", por otro lado, son los pueblos donde las familias pasaban la temporada de invierno y, como regla general, se encuentran en valles o laderas de montañas bajas.
Otros puntos de interés son el Puente Romano sobre el río Vez, el molino recuperado, la Capilla de Santo António Barroco en la parte superior del pueblo, el crucero Senhor dos Aflitos (conocido popularmente como Alminhas) la Capilla de Nossa Senhora dos Aflitos y los miradores Chã da Armada o dos Socalcos, con una buena vista panorámica. Además, en el mismo río Sistelo encontramos una pequeña playa fluvial, perfecta para un chapuzón en temporada estival.
Si a todo esto sumamos la amabilidad de sus habitantes, Sistelo lo tiene todo para disfrutar de un fin de semana rodeados de naturaleza y muchas opciones de desconexión.
Senderismo en Sistelo
Los amantes del senderismo encontrarán que en Sistelo esta actividad es una verdadera delicia, ya que este pequeño pueblo de montaña tiene algunos de los senderos más bellos del Parque Nacional da Peneda-Gerês.
Entre ellos se encuentran los "Passadiços do Sistelo", unas pasarelas de madera que parten del pueblo y van descendiendo a la vera del río por las colinas hasta la base de las terrazas, y en las que nos encontramos alguna que otra cascada. Otro bucólico sendero es el de Brandas de Sistelo que nos conducirá por las que son, para muchos portugueses, las rutas de senderismo más hermosas de su país.
Emma Sexto
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