Las últimas semanas en Galicia han estado marcadas por el mal tiempo y, como no, este fin de semana no será una excepción. Los gallegos estamos acostumbrados a salir de casa pese al frío y la lluvia, pero a veces la pereza gana la partida, especialmente los domingos.
Sin embargo, esos días en los que la vagancia es extrema y dejar el sofá o la cama no es una opción, pueden ser de lo más divertidos y relajantes. También para los niños. Aprender una nueva habilidad, dejar volar la imaginación, hacer un maratón de películas o leer un buen libro son solo algunos de los muchos planes que se pueden hacer sin abandonar al confort del hogar.
Por ello, desde Quincemil proponemos 15 planes con los que niños y adultos disfrutarán al máximo cualquier día de lluvia. ¿Lo mejor? Para completar muchos de ellos no necesitarás comprar absolutamente nada. Con lo que tienes en casa será suficiente.
Crear un álbum de fotos
Hace muchos años que las cámaras digitales tomaron nuestras vidas. Primero fueron las compactas y, más tarde, llegaron las de los móviles. Ahora, con el carrete del teléfono plagado de fotografías, es cada vez más complicado tener un álbum de fotos familiar.
Un plan perfecto para una tarde lluvias es hacer una selección de las fotos que tenemos en el móvil, revelarlas o imprimirlas y, finalmente, dedicar la tarde a crear un álbum repleto de recuerdos.
Competición de plastilina
Hacer figuras con plastilina es una actividad divertidísima que gusta tanto a pequeños como adultos. Sin embargo, a veces puede estar un poco manida. Una competición puede ser la solución al problema. La dinámica de este juego es muy sencillo: elegís una serie de dibujos animados sencillos de imitar, ponéis la fotografía en el medio de la mesa y acto seguido los participantes tienen entre 15 y 30 minutos parar intentar reproducir lo mejor posible la figura.
Si vuestras creaciones no sale bien ¡No os preocupéis! Será de lo más divertido ver las piezas tan originales que habéis creado. Lo importante es la intención y, sobre todo, pasar un rato divertido.
Ser arqueólogos por un día
En los últimos meses, se ha puesto de moda kits de arqueología casera. Esto son, paquetes en los que viene incluido un pequeño bloque de yeso y herramientas de excavación. Vuestra misión será, muy poco a poco, retirar los restos del bloque para desenterrar al dinosaurio que se esconde debajo del polvo. Este tipo de productos pueden encontrarse online o en algunas jugueterías.
Pintar un cuadro entre todos
Pintar un cuadro es una actividad muy sencilla, pero divertida, en la que la originalidad es clave. Sin embargo, puede ser una experiencia mucho más divertida si se hace en familia. Necesitaremos, al igual que con la actividad de plastilina, un cronómetro.
Lo más importante es que os sentéis en círculo y pongáis un cronómetro en el medio. Una vez colocados, cada participante tendrá un papel o lienzo sobre el que pintar. En cada ronda del juego tendréis 2 minutos de reloj para dibujar algo en el papel. Pasado el tiempo, debéis ceder el dibujo al participante de vuestra derecha, que tendrá que continuar dónde lo habías dejado. Pasada unas rondas todos tendréis un cuadro, pero este a la vez estará hecho por todos.
Maratón de pelis Disney
En caso de que el frío apriete, seguramente lo último que querréis en casa sea levantaros del sofá. Para esas ocasiones tan perezosas, un buen maratón de películas puede ser vuestro mejor aliado.
En Quincemil os proponemos que sea de películas Disney, pero podéis adaptarlo a vuestras preferencias. Para los amantes de los superhéroes, por ejemplo, un maratón de pelis Marvel puede ser maravilloso. Si, por el contrario, preferís la fantasía, podéis recurrir al inolvidable Harry Potter. ¡Vosotros decidís!
Desempolvar la videoconsola de casa
Muchas niñas y niños están acostumbrados a jugar con las últimas consolas del mercado, como la Nintendo Switch o la PlayStation V. Sin embargo, seguro que sus hermanos o primos todavía guardan en algún cajón de su antigua habitación ediciones tan clásicas como la Nintendo 64, la PlayStation I o la Game Boy.
Desempolvar esas viejas máquinas y enseñar a los más pequeños cómo fue la infancia de sus familiares será un ejercicio que les levantará muchísima curiosidad y, como no, que traerá mucha diversión. Si no contáis con ninguna de estas opciones, también podéis utilizar la que tengáis en casa, lo importante es jugar unas partidas en familia.
Jugar al escondite
Alejándonos de la tecnología, también podemos encontrar juegos de lo más clásicos, pero también divertidos. Y es que el escondite nunca pasa de moda. Lo divertido de este juego será tener que ingeniárselas para buscar un escondite en un espacio tan reducido como una casa ¡Si te toca pandar no olvides buscar debajo de la cama y en los armarios!
Hacer un puzzle
Siguiendo con los clásicos, una actividad estresante y relajante a partes iguales es la de resolver un puzzle. Podéis escoger en familia qué rompecabezas hacer, actualmente hay millones de opciones: desde vuestra serie favorita hasta un paisaje. Dependiendo de la edad de los peques que os acompañen, podéis elegir puzzles más o menos complejos en función del número de piezas y de la impresión que tengan.
Construir tu propia taza de barro
Las manualidades son una idea perfecta para pasar un día en familia. Una opción divertidísima es lanzarse a ser artesanos por una tarde y formar figuras de barro. Cuando terminéis podéis meterlas al horno y pintarlas, aunque para ello debéis comprar materiales especiales. Incluso podríais personalizar vuestra propia taza para el desayuno.
Cocinar un postre divertido
Y obviamente esa taza de desayuno nueva tendrá que ir acompañada de alguna tarta o postre. Cocinar una receta divertida es otra de las propuestas que te hace Quincemil para una tarde lluviosa.
Sí, en internet hay millones de opciones, pero recuerda que siempre podrás revisar el libro de recetas familiar. Ahí seguro que encontraréis alguna joya. Y, no menos importante, es vital que los niños participen en la creación. No importa si os ensuciáis un poco ¡La harina se lava fácilmente!
Realizar experimentos científicos
Con materiales tan básicos como la maicena y el agua podemos crear sustancias tan curiosas como el líquido Newtoniano. Por otro lado, con unos globos y una botella podemos aprender cómo funciona el aparato respiratorio. Lo cierto es que existen miles de experimentos que podemos hacer en casa para convertirnos en verdaderos científicos. Seguro que muchos incluso pueden enseñarlos los más pequeños, ya que estas son actividades muy habituales en colegios e institutos.
Olimpiadas de juegos de mesa
El ajedrez, las damas, el Monopoly, un parchís, una baraja de cartas… hay muchísimos juegos que seguro que tenéis en algún altillo de casa. Este fin de semana es hora de recuperarlos todos y montar unas olimpiadas de juegos de mesa. El que gane más juegos recibirá el oro y, para hacerlo más emocionante, podéis poner pequeños premios, como unas chuches o una entrada de cine.
Juego de la sillita
En caso de tener un espacio diáfano en casa, jugar al juego de la sillita puede ser una opción fantástica. Debéis colocar una silla menos que el número de participantes y poneros a dar vuelas alrededor de ellas mientras, de fondo, el jurado pone una canción. Cuando lo vean conveniente, los jueces pararán la música. Esa es la señal para sentaros en las sillas y, en caso de que no logres hacerte con una, quedarás eliminado. Repetid el proceso hasta que haya un ganador.
Tirar de tradición: tinieblas, mariola…
Siguiendo con la tradición hay otros juegos en los que no necesitarás un gran espacio para jugar, tener un pasillo es suficiente. Es el caso de actividades como la "Paloma blanca, paloma negra", la mariola o el Marco Polo.
Si queréis darle un poco de emoción jugad a las tinieblas, es una mezcla entre el pillapilla y el escondite. El objetivo del juego es que uno de los jugadores (el que panda) salga de la habitación mientras los otros jugadores se esconden dentro de ella. Después de unos minutos, el buscador podrá entrar a la habitación con una venda en los ojos o con la luz apagada y tratar de encontrar con las manos a sus amigos que se han escondido.
Compartir una buena lectura
Y tras una jornada llena de juegos y actividad dentro de casa, lo más recomendable es leer un buen libro para coger el sueño. Podéis leer cada uno vuestro libro o el mismo. Si elegís la segunda opción alguien debe hacer de cuentacuentos. Esta es una actividad perfecta para promover la lectura entre los peques de la casa.