Ni Cabo Prior ni Vixia Herbeira, la mejor puesta de sol cerca de Ferrol está aquí escondida

El atardecer es uno de los momentos más especiales del día y en Galicia podemos encontrar un sinfín de sitios mágicos para ver cómo el sol va desapareciendo poco a poco en el horizonte. Quizás la Torre de Hércules, en A Coruña; el Faro de Punta Nariga, en Malpica de Bergantiños, y Cabo Home, en Cangas do Morrazo, son algunos de los puntos más populares en Galicia, pero muy cerca de Ferrol hay un rincón que no todo el mundo conoce y que es perfecto para ir con una persona especial. 

Quien tiene opacarofilia sabe lo que es la belleza de un atardecer y para encontrar la puesta de sol más romántica de Ferrol nos tenemos que desplazar hasta el faro de Punta Frouxeira. Este mirador suele ser elegido como destino estrella para contemplar la gama de colores que se despliega a última hora del día, pero para estar tranquilo y escuchar solo el rumor de las olas, deberías bajar hasta las ruinas de unas antiguas instalaciones militares.

De base militar a lugar idílico

En los acantilados de la costa de Meirás, estas eran empleadas para localizar enemigos en la primera mitad del siglo XX, si bien con el tiempo se dejaron de utilizar y ahora las ruinas de las baterías de proyectores de Punta Frouxeira se han transformado en un enclave idílico para observar la puesta de sol. Estas estructuras están abandonadas, pero todo aquel que lo desee las puede visitar y adentrarse en ellas para ver unas espectaculares vistas del océano Atlántico.

Es uno de los mejores secretos guardados por los vecinos de la zona, si bien en los últimos años el lugar se ha popularizado por ser un bonito sitio para ver los últimos rayos del sol. Sin embargo, las instalaciones no están especialmente cuidadas ni tampoco son muy accesibles, por lo que es importante extremar las precauciones.

El trayecto entre Ferrol y el faro de Punta Frouxeira es de 25 minutos por la carretera AC-166, aunque también existe la posibilidad de ir por la DP-5405, con la misma duración estimada de viaje. Una vez en el faro, tan solo hay que localizar las ruinas de las baterías de proyectores y bajar con cuidado.