Las jugueterías no son solo para niños, también pueden ser pequeños paraísos para adolescentes y veinteañeros. Sin duda puede resultar paradigmático que la Generación Z, esa a la que se vincula con las pantallas, los teléfonos y las nuevas tecnologías, pueda disfrutar de algo tan naif como los muñecos, pero es así. Cada vez más jóvenes de A Coruña de entre 16 y 24 años se rinden a las figuritas, pero no a cualquier figurita: a los Sylvanian Families.
Antes de adentrarse en un universo marcado por la miniatura y la fantasía, es importante responder una pregunta: ¿Qué son los Sylvanian? Se trata de pequeñas figuras coleccionables de animales antropomórficos. Fueron creadas en el año 1985 en Japón por la empresa Epoch y, desde entonces, son un éxito entre el público infantil y, desde hace unos meses, también entre la Generación Z.
La popularidad que han ganado estos pequeños muñecos aterciopelados entre los jóvenes tiene un motivo claro: TikTok. Las figurillas comenzaron a viralizarse hace apenas unos meses en esta red social y, desde entonces, cada vez más gente joven ha encontrado en coleccionar Sylvanian Families su nuevo hobby. Tanto es así, que las jugueterías de A Coruña han agotado su stock.
"En una semana ya no nos quedaban sobres sorpresa"
La marca Sylvanian Families está más que consolidada y la empresa cuenta con varias líneas de productos. A lo largo de 40 décadas, la compañía ha logrado crear un universo en el que es posible comprar figuritas individuales, pero también accesorios variados como casas, mobiliario, piezas de ropa o alimentos en miniatura.
La última gran revolución de los Sylvanians ha llegado de la mano de los sobres sorpresa. La lógica de este producto es muy parecida a los cromos coleccionables: un paquete opaco que no permite ver el interior del sobre. Lo único que sabe el cliente sobre lo que va a comprar es la temática en la que está basada el diseño del muñeco, por ejemplo: ‘Cuento de hadas’ o ‘Amigos del mar’.
Hace meses que miles de usuarios de TikTok se dedican a subir vídeos a enseñando cómo abren su paquete y mostrando la figura que les ha tocado. Lo sorprendente es la edad de los protagonistas y consumidores de este tipo de contenidos: adolescentes y jóvenes en la veintena. Es el caso de Carmen, una coruñesa de 24 años: "No voy a mentir, soy una esclava de Tiktok. Empecé a querer Sylvanians a raíz de vérselos a la gente en TikTok".
Carmen no es una excepción, es la norma. Las trabajadoras de la tienda Din y Don de la calle Real de A Coruña están acostumbradas a atender a jóvenes que preguntan por los sobres sorpresa. "Al principio nos sorprendía que se interesase más la gente joven que los niños, pero luego hablando con ellos nos dimos cuenta de que la fiebre venía a raíz de TikTok", detallan las trabajadoras.
En la tienda de Juguettos (ubicada en la Plaza Pontevedra) corroboran que hay una especie de "fiebre por los Sylvanians". "Todos los días viene alguna persona preguntando por ellos y cuando les decimos que sobres no nos quedan, siempre suelen llevarse alguna otra cosa", explica una de las dependientas de la tienda. De hecho, el furor es tal que esta trabajadora ha aprendido a diferenciar el público objetivo de esta moda: "Es un tipo muy concreto, suelen ser chicas y chicos jóvenes que desprenden personalidad", explica.
Tanto Din y Don como Juguettos y Poly (Marineda City) tienen agotados los sobres sorpresa. Hace unas semanas recibieron nueva mercancía, pero se agotó en unos días: "En una semana ya no nos quedaba ni un sobre", aseguran.
Claves del éxito: el factor sorpresa y el amor a lo ‘cuqui’
Carmen explica que la primera vez que entró en una juguetería de A Coruña a preguntar por este producto le dio una "vergüenza enorme": "A día de hoy, cuando voy a una juguetería a por un sobre sorpresa, sigo rezando porque se piensen que lo compro para mi hermana o mi sobrina", confiesa.
No sabe muy bien qué le ha llevado a coleccionar estas figuras, pero cree que la intriga por saber qué le va a tocar juega un papel importante: "Los sobres tienen el factor sorpresa, comprarlos en caja no me hace gracia", resume. Le gustaría aumentar su pequeña colección, pero por el momento los muñecos están agotados en buena parte de las tiendas de Galicia.
No obstante, lo que más resalta de los Sylvanian Families es su aspecto. "Son muy pequeños y muy monos y ‘cuquis'", explica Carmen. Su precio, de apenas cinco euros, también ayuda: "No me gastaría dinero en una casita de muñecos de Sylvanians".
A Coruña no es la única ciudad afectada por la moda, en Vigo también hay coleccionistas que defienden este hobby: "Es una forma de evocar y apreciar la infancia, dejando atrás esa sacralización o sobreprotección de la misma para así abrir paso a un jardín de juego y diálogo con nuestro niño interior", aseguró hace unos días a Trentayseis la artista pontevedresa Lili Algo.