El barrio de Adormideras fue durante un tiempo una anomalía. En el país de los bares y las cafeterías, esta zona no disponía de ningún local hostelero. Todo cambió en 2022, cuando Enrique Carro se hizo con la licencia del local hostelero del mercado de Adormideras. Más de año y medio después, el barrio ha cambiado y ahora disfrutan incluso los domingos con actividades y conciertos.
La Cantina introdujo desde el principio una sesión vermú, pero esta ha ido ganando adeptos con el paso del tiempo. "La gente está contenta. Intentamos hacer un poco de comunidad y buscamos conseguir el ambiente de la calle San Juan", cuenta el hostelero.
Los domingos en Adormideras permiten ahora disfrutar tomando algo mientras escuchas un concierto de algún artista local. "Tocan versiones de otros grupos y a la gente le gusta", explica Enrique. La clientela es del barrio, pero incluso hay algunas personas que bajan de Monte Alto.
Uno de los puntos fuertes para Enrique es el amplio espacio del que disponen: "Es perfecto para familias. Tú puedes venir a tomar algo mientras los niños están jugando porque es un sitio muy grande", señala.
Vermú y callos
La oferta gastronómica del domingo en La Cantina invita a disfrutar de un buen vermú acompañado de una tapa de callos con la que se agasaja al cliente. Si queremos quedarnos a comer podemos disfrutar de su cocina de mercado. Raxo, secreto, tortilla o hamburguesa de angus, entre los más destacado.
Otros actividades interesantes que se están llevando a cabo en La Cantina fuera de la sesión vermú son las sesiones degustación con un cocinero invitado o cenas concierto, como la que realizaron hace unos sábados homenajeando a Sabina. De cara al futuro, Enrique baraja nuevas iniciativas como un viernes de karaoke.
De esta forma, el barrio de Adormideras comienza a revitalizarse y a ganar en ambiente. Un grupo de gente que se reúne alrededor de la gastronomía, la música y el buen rollo para crear una comunidad que va creciendo cada día.