A Repichoca.

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La música se apaga en la Repichoca de Orillamar (A Coruña), que cierra a causa del covid-19

Los responsables del local alegan que la situación de mantener el local cerrado durante un año se les hizo insostenible y denuncian falta de ayudas

12 marzo, 2021 10:22

La Repichoca de Orillamar (A Coruña), un popular pub y sala de música en vivo, no ha podido sobreponerse al año de cierre que sufre desde que empezó la pandemia en marzo del año pasado y se despide para siempre. Así lo han anunciado los responsables del local en sus redes sociales, donde con tristeza echan la vista atrás a los más de 18 años que han pasado desde que abrieron las puertas "de su pequeño templo del tradifolk".

"Cuando empezamos, en 2003, ganamos el mejor premio que se puede desear, el Parrochos. La gente eligió nuestro local como el mejor de A Coruña llamando y votando en aquel magnífico programa radiofónico de Xurxo y Teruca, "A Tropa da Tralla"", rememoran, al mismo tiempo que lamentan que "miles de bailes y piezas después se ven en la obligación de comunicar que no volverán a abrir".

Las principales razones que dan para justificar el cierre, son que "tras un año sin actividad la situación se hizo totalmente insostenible", un motivo por el cual reconocen que "no pueden seguir manteniendo un establecimiento cerrado sin ningún tipo de ayudas". Para acabar el post, los dueños de la Repichoca agradecen a los clientes "tantos años de felicidad, sobre todo a los músicos y bailarines". "Sin vosotros, la Repi sería simplemente un pub", admiten, sobre lo que matizan que algún día cuando se pueda "queda pendiente un homenaje y una despedida como la ocasión merece". "Gracias por hacer de un local de hostelería lo mejor que nos pasó en la vida. Nos vemos en las foliadas", concluyen el comunicado emocionados.

Asimismo, desgraciadamente anuncios tristes como el de este local coruñés se han sucedido con otros emblemáticos de la ciudad, como el Baba Bar, la primera sala de conciertos coruñesa en echar el cierre tras 11 años de intensa actividad. Otras despedidas han sido la del Forum Celticum de Culleredo tras más de una década regalando buena música a miles de personas o el Holandés Errante, uno de los clásicos de la noche coruñesa y que varias generaciones extrañarán.