El agua. Uno de los elementos naturales más importantes de Galicia. Era de esperar que esta tierra contase con algunas de las piscinas naturales más bellas. Cada vez son más los que dejan a un lado las playas y deciden mirar hacia el interior y bañarse en alguna de las pozas fluviales de la comunidad. En las cuatro provincias podemos encontrar estas piscinas.
Hemos recopilado las mejores. Están las más conocidas, pero también algún tesoro escondido en pequeñas localidades gallegas. Las hay de agua dulce, bañadas por enormes cascadas y también oceánicas. Ya estamos en verano, y en esta guía tienes todo lo que necesitas saber para pegarte un chapuzón en una piscina natural.
Faro de Corme
Esta impresionante piscina natural está bañada por el océano Atlántico junto al faro de O Roncudo, en Corme (Ponteceso), a apenas media hora de A Coruña. Se trata de una poza natural que solo es accesible cuando la marea está baja, en unas rocas de gran tradición percebeira.
Pozas del río Pedras
A Pobra do Caramiñal (A Coruña)
Desde A Pobra do Caramiñal hay que seguir la carretera que nos llega hasta el río Pedras. Por el monte desciende el caudal, quedándose estancado el agua en distintos puntos, que forman piscinas naturales. Su mayor virtud es el hecho de estar rodeadas de árboles y vegetación. Al ser varias las pozas, no suelen estar muy masificadas, salvo en días concretos del verano, en los que se hace difícil encontrar un lugar donde aparcar.
Cascada de Noveira
El patrimonio natural de Mazaricos es de los más ricos de Galicia. Por tanto, no era de extrañar que contara con una piscina natural de gran nivel. Ésta está en Arcos y se trata de la cascada de Noveira. Está a tan solo unos minutos de O Ézaro, cuya cascada acabara todo el protagonismo por desembocar directamente en el mar. Esta pequeña poza no está muy masificada y es de fácil acceso.
Cascada de Vilagocende
Seimeira de Vilagocende-A Fonsagrada (Lugo)
La cascada más grande de Galicia está en A Fonsagrada. Las aguas del río Porteliña caen desde más de 50 metros de altura formando una piscina natural a los pies de la roca. Está dentro del itinerario del Camino Primitivo, por lo que es habitual encontrarse peregrinos dándose un baño. El resto del paisaje es hermoso, con una arboleda formada por carballos, abedules y ameneiros. Tendremos que atravesar un puente para acceder a la base de la cascada.
Pozas de Melón
Las pozas de Melón se llenan de agua gracias al río Caves, que desciende por un terreno lleno de cascadas. El nacimiento de su cauce está en la Sierra de Faro de Avión, a unos mil metros de altura. Sus aguas cristalinas están durante todo el año a muy baja temperatura, pero el entorno en el que se encuentran merece la pena.
Termas de Prexigueiro
Lugar de Prexigueiro-Ribadavia (Ourense)
El complejo termal de Prexigueiro es uno de los mejores de Galicia. Sus vistas y su completa oferta de piscinas atraen a muchas personas. Pero solo los más curiosos encuentran las pozas de agua termal de acceso gratuito. Están junto al recinto y su tamaño solo permite disfrutarlas a un número limitado de personas al mismo tiempo. Si no hay sitio, siempre podemos ir al río Cerves, también accesible al baño.
Pozas de Mougás y Loureza
En la comarca del Baixo Miño están las que para muchos son las piscinas naturales más bonitas de Galicia. En Oia se encuentran las pozas de Mougás y Loureza. Entre valles y cuentas fluviales está este tesoro natural, donde destaca el Rego das Pías, una poza coronada por una pequeña cascada. Una zona por la que perderse y que tiene gran éxito en verano.
Caldeiras do Castro
Es una de las piscinas naturales con más encanto de Galicia por el hecho de ser de las menos masificadas. Su acceso es algo más complejo que en el resto de casos y no son tan conocidas, salvo para los vecinos de Muxía y la Costa da Morte. En la zona nos encontramos con cascadas, piscinas naturales o saltos de agua del río Castro.
Cascada del Toxa
La cascada del Toxa, en la parroquia de Pazos (Silleda), es otra de las más altas de Galicia. Su caída genera una serie de pozas de agua dulce que son totalmente aptas para el baño. Esta zona, además, cuenta con áreas de descanso con mesas y bancos para organizar comidas. También hay un mirador para ver todo el esplendor de la cascada.
Cascadas de A Barosa
El espacio natural del río Barosa, en Pontevedra, está formado por un conjunto de molinos de agua colocados a lo largo de una serie de cascadas de poca altura. Se trata de un lugar de fácil acceso localizado en el municipio de Barro. En la parte baja se encuentra su playa fluvial, donde es habitual ver a gente disfrutando del día, sobre todo en verano. Para los fans del senderismo, hay una ruta que discurre próxima al cauce del río.
Poza da Moura
Otro de esos lugares escondidos de nuestra comunidad. En la parroquia de Domaio está esta charca natural formada en el trascurso del río Muíños. Desde esta pequeña piscina se puede ver perfectamente la ría de Vigo y el puente de Rande. No está muy masificado, pues solo es popular entre los vecinos de Moaña.